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Guía de Mombeltrán, Ávila



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Guía de Mombeltrán, Ávila

Introducción

Libro de arteLa villa de Mombeltrán se encuentra en la comarca del valle del Tietar, en plena Sierra de Gredos. La capital se encuentra a unos 60 km. Se trata de un lugar tranquilo, con numerosos ejemplos de arquitectura popular. Paseando por sus calles todavía puede observarse su esplendoroso pasado señorial, del que se conservan numerosos testimonios, como el castillo de los Duques de Albuquerque, la iglesia de San Juan Bautista, las numerosas casas blasonadas, con el escudo heráldico en sus fachadas, o el rollo de la jurisdicción, situado en una de las entradas del pueblo, junto a la antigua calzada romana.

Puerta del gótico final en la iglesia parroquial de Mombeltrán

Historia

La antigua villa de Colmenar de las Ferrerías, que comprendía todos los territorios del Barranco de las Cinco Villas, cambió de nombre en 1464, cuando el rey expidió una cédula ordenando su denominación actual. Con su denominación primitiva la encontramos en un documento de 1210 que prueba que en este momento ya había aquí un núcleo de población, existente seguramente desde mucho tiempo atrás.

Desde mediados de esta centuria toda la zona comenzó a adquirir gran importancia, debido a que es el paso natural desde Castilla a Toledo y Extremadura, y los impuestos recaudados por el paso de la trashumancia la convirtieron en un lugar próspero y atractivo para la poderosa nobleza castellana. En 1393 Enrique III (1390-1406) concedió la carta de villazgo, siendo entregada pocos años después al Condestable Ruy López Dávalos, que ejerció su jurisdicción hasta 1422. A partir de entonces fueron varios los nobles que estuvieron al frente de la villa. Entre 1422 y 1428 se convirtió en señorío del infante don Juan, el futuro rey de Aragón y Navarra. En 1428 este último se lo cedió al marqués de Calatrava, Luis de Guzmán. Posteriormente se convirtió en uno de los señoríos del poderoso Álvaro de Luna, Condestable de Castilla y hombre de confianza de Juan II (1406-1454).

El castillo de Mombeltrán en su magnífico paraje

En 1453, tras la caída en desgracia del Condestable y su ejecución pública en Valladolid, la villa pasó a manos de su viuda, Juana de Pimentel. Pero su oposición a Enrique IV (1454-1474), del que llegó incluso a defenderse con las armas, hizo que éste le confiscase la villa en 1463, entregándosela a Beltrán de la Cueva, I Duque de Albuquerque. Un año más tarde el rey cambió su denominación al de Mombeltrán, en honor a su señor, y seguramente movido también por el deseo de borrar todo rastro de las antiguas glorias de Álvaro de Luna. En torno a esta época ya estaba configurado el territorio del Barranco, con las aldeas de San Esteban, Colmenar, Santa Cruz, Cuevas, Arroyocastaño, La Majada y Villarejo, que seguramente fuesen pequeños núcleos poblacionales relacionados entre si.

Entre los siglos XV y XVII toda esta zona sufrió un gran incremento demográfico, lo que motivó los argumentos a favor de su independencia del concejo de Mombeltrán. Ésta fue vendida de forma paulatina por la Corona entre los siglos XVII y XVIII.

Cuando se aprobó la Constitución de Cádiz en 1812 se abolieron los señoríos, por lo que los derechos jurisdiccionales que sobre la villa tenían los duques de Albuquerque sufrieron un primer varapalo. En 1823, durante el Trienio Liberal, se aprobó un decreto que ratificaba lo anterior, aunque en Mombeltrán se siguieron satisfaciendo los derechos de alcabala. Por fin, en 1838, se dictó una sentencia que supuso la pérdida de todos los derechos jurisdiccionales del Duque sobre la villa, si bien mantuvieron, hasta la actualidad, el castillo y diferentes terrenos dentro del municipio.

El castillo

El castillo se sitúa en las afueras del pueblo sobre un pequeño cerro, dominando todo el territorio de alrededor. Tiene planta cuadrangular, con muros almenados y cuatro grandes torres circulares en los ángulos, entre la que destaca por su mayor perímetro la del homenaje. Se rodea en toda su superficie por una pequeña barrera con muros en talud. Al patio de armas que se encuentra en el interior de los muros, se abren las diferentes habitaciones del castillo. Aunque toda esta parte se encuentra muy deteriorada, todavía puede verse la capilla, y las estancias residenciales. Inicialmente debía contar con un foso y un puente levadizo, que desaparecieron en la reforma que se realizó en el siglo XVI.

Castillo de Mombeltrán, Ávila

Seguramente en este mismo lugar ya hubiese otro castillo, perteneciente a Ruy López Dávalos, condestable de Castilla entre 1400 y 1428, que quizás fuese tan sólo una atalaya. En cualquier caso, la fortaleza actual seguramente se comenzó a construir entre 1462-1463 y 1476, cuando Enrique IV realizó la donación de la villa a Beltrán de la Cueva, I Duque de Albuquerque. Seguramente detrás de la intención del Duque se encontraba emular la política constructiva del Condestable Álvaro de Luna, que había construido y magnificado las fortalezas de Escalona, Castilnovo, Albuquerque, o Cuellar, entre otros, además de la magnifica capilla funeraria que había mandado erigir en la cabecera de la catedral de Toledo. Los trabajos debieron de ir paralelos a los del castillo de Cuellar, también posesión del Duque.

Torres occidentales del castillo

La estructura y decoración de este último es muy similar, en ambos pueden verse las bóvedas esféricas en el interior de los torreones, motivos decorativos formados por arcos lobulados sobre los matacanes, y el acceso situado en el lado septentrional. Es probable que la obra se desarrollase en dos fases constructivas, siendo un poco posterior el recinto que rodea al cuerpo principal. La cronología puede datarse por los dos escudos que se encuentran en la portada del edificio principal, pertenecientes a Beltrán de la Borda y a Mencía de Mendoza y Luna, su primera esposa, mientras que en el recinto que lo rodea puede verse en sus muros el escudo de Mencía Enríquez de Toledo, la segunda mujer de Beltrán de la Cueva, con la que contrajo matrimonio en 1476, y que murió tan solo tres años más tarde. Consta que durante su construcción se paralizaron las obras de la iglesia, para destinar todos los recursos disponibles a la fortaleza. En el año 1480 parece que el edificio ya estaba habitado.

Detalle de la cornisa

A principios del siglo XVI Francisco Fernández de la Cueva y Mendoza, II Duque de Albuquerque, realizó una profunda transformación, convirtiendo el castillo en una residencia palaciega. Para ello rellenó el foso con un talud, abrió galerías en el patio, y construyó la portada renacentista con su escudo de armas, quizás movido por la necesidad de reivindicar el papel de la nobleza tras la revuelta de los comuneros de Castilla, pues durante la misma la villa se había alzado en contra del Duque, aliado de Carlos I (1516-1556).

Castillo de Mombeltrán: patio del interior

La construcción del castillo de Mombeltrán fue sin duda de una empresa constructiva de primer orden, cuya importancia queda atestiguada en los maestros a los que se han atribuido las trazas. Se han barajado los nombres de Hanequin Coeman, más conocido como Hanequin de Bruselas (?-1494), el gran arquitecto tardogótico perteneciente a la segunda generación de artífices llamados a renovar el panorama edilicio castellano.

Otra imagen del mismo patio

También se ha apuntado a una posible intervención de Juan Guas (1430-1496), que también trabajó en la fachada de la catedral de Ávila. Su intervención se refleja en algunas semejanzas formales que guarda con los castillo de Manzanares el Real y el de Belmonte. Su planta recuerda a la fortaleza madrileña, especialmente el cuerpo sin torres que rodea al edificio. Ambos maestros seguramente se encontrasen también al frente de las obras de la iglesia parroquial.

Aspecto actual de lagunos de los muros

En la actualidad el edificio continúa siendo propiedad de los Duques de Lerma. El interior se encuentra bstante deteriorado y en las últimas décadas ha sufrido varios derrumbes que amenazan toda la estructura. Destaca el patio interior con arquerías de ladrillo sobre columnas toscanas.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista

La iglesia de San Juan Bautista es una construcción gótica, de bellas proporciones. En el exterior es un edificio sobrio, con una torre campanario construida sobre la cabecera. Está construida con gruesos sillares de cantería. Su rasgo más distintivo es la portada del muro meridional, de estética tardogótica.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista

Está formada por un arco rebajado que remata en un alfiz, sobre el que se abre otro arco carpanel rodeado de dos arquivoltas y una chambrana decorada con motivos vegetales. Todo el conjunto se enmarca por dos pilares girados en 45 grados, que rematan en dos pináculos.

Puerta de ingreso en el muro sur

El edificio tiene otra portada, situada a los pies, que fue abierta posteriormente. Una vez en el interior, el edificio tiene planta basilical, con tres naves cubiertas con bóvedas de crucería las laterales y de terceletes la central, de cuatro tramos cada una. En la cabecera de las dos naves laterales se abren sendas capillas, y también en el costado septentrional hay otra capilla de planta cuadrangular, añadida con posterioridad. A los pies de la nave central se encuentra el coro.

Panel informativo

Su construcción parece que obedece, en lo estructural a dos fases distintas, aunque posteriormente, en los siglos XVI y XVIII, se realizaron varios añadidos. La capilla mayor, de planta cuadrangular y cubierta con bóveda de crucería, debió de realizarse en el siglo XIV. Originariamente el edificio se construyó con una doble función: proteger a los vecinos ante un ataque, y servir a su vez como lugar de culto. Más tarde, ya en tiempos de Beltrán de la Cueva, se amplió con tres grandes naves, aunque la empresa se alargó en el tiempo, dado que las obras se paralizaron para destinar todos los recursos al castillo.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista: de factura gótica

En los primeros años del siglo XVI, en tiempos de Francisco I Fernández de la Cueva y Mendoza, II Duque de Albuquerque, se realizó otra intervención importante, ampliando la iglesia para convertirla en basílica, para lo cuál se construyeron las capillas que se encuentran en la cabecera de las naves de la epístola y del evangelio, con la característica decoración de bolas y bóvedas de terceletes. En la primera pueden verse en la actualidad dos altares dedicados a la Virgen y a san Andrés, mientras que la se sitúa en el costado meridional funciona como sacristía. También se construyó el coro a los pies de la nave central, tal y como evidencia su escudo, visible en las claves de las bóvedas, con nervios cóncavos y convexos, y en la portada de los pies, abierta también en este momento.

Pilar de la iglesia

En el exterior, el edificio se rodeo con una cornisa con decoración de bolas, característica de la estética del gótico final castellano. Hacia 1536 se añadió, junto a la nave norte, la capilla de Nuestra Señora de la Puebla, financiada por el regidor de Ávila Fernando Ochoa de Salazar. Ya en el siglo XVIII se añadió la torre campanario sobre la capilla mayor, y se ocultaron los tres paños de ésta con un gran retablo barroco.

Rollo de la Jurisdicción

Este rollo se encuentra en el acceso principal del pueblo. Se colocó aquí en 1393, cuando Colmenar obtuvo la carta de Villa, para conmemorar este acontecimiento y para indicar el régimen señorial al que estaba sometido. Su presencia significaba la plena jurisdicción del régimen señorial, con capacidad para juzgar y condenar a muerte. También servía para exponer a bandidos menores como escarnio público. Su ubicación no obedece a un capricho, pues está situado en un lugar que no es visible desde el castillo, para evitar la visión de los ajusticiados.

Hospital de San Andrés

El Hospital de San Andrés es una construcción de principios del siglo XVI destinada a dar auxilio a los peregrinos de Santiago. Fue una fundación del prior Gracia Manso y Vivanco. El edificio tiene tres alturas, y está estructurado en torno a un patio interior, que se modificó completamente a finales del siglo XVIII. Construido siguiendo la estética renacentista, tiene una interesante portada con una inscripción fundacional en el arquitrabe.

(Autor del texto del artículo/colaborador de ARTEGUIAS:
José Manuel Tomé)

 

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Última actualización de "GUÍA DE MOMBELTRÁN, ÁVILA " en noviembre de 2017

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