Biografía
de Leonor de Inglaterra
Introducción
Leonor
de Inglaterra o Plantagenet (Domfront 1156- Burgos 1214) hija
de los famosos Enrique II de Inglaterra y Leonor de Aquitania, fue
reina de Castilla gracias a su matrimonio con Alfonso VIII. Fue
además madre de importantísimos nombres de nuestra
historia como Enrique I de Castilla, doña Urraca- reina de
Portugal- Blanca de Castilla- o más conocida como Blanca
de Francia-, y de Berenguela, posiblemente la más determinante
de todas ya que, unida en matrimonio con Alfonso IX, permite que
su hijo Fernando III, conocido como El Santo, herede los tronos
de Castilla y de León. Leonor es además hermana de
Ricardo Corazón de León y Juan sin Tierra, la abuela
de san Luis de Francia y bisabuela de Alfonso X El Sabio.
Biografía
La joven reina
llega a la Península en el año 1170 sin saber por
entonces una palabra de castellano. Ambas cortes se encuentran en
la ciudad de Tarazona donde deciden contraer matrimonio. Según
narran las crónicas la ciudad estuvo de festejos durante
algo más de tres días en los cuales toda Castilla
celebró la unión de su joven rey - pues tenía
quince años, ella diez- con Leonor. Al matrimonio aportó
Leonor el condado de Gascuña, territorio que su madre le
cede como dote.
Si de su vida
como matrimonio y como monarcas tuviésemos que destacar un
solo instante, ese sería la victoria en 1212 en la batalla
de las Navas de Tolosa. No fue la única ofensiva que libraron
ya que ambos se convirtieron en baluarte en la lucha contra los
almohades que permanecían en la Península. Así
entre los lugares que reconquistaron a las musulmanes encontramos
Cuenca, ciudad poco importante en cuanto a número total de
almas que en ella vivían pero determinante en la política
estratégica que el rey Alfonso quiso seguir. En esta ciudad
decidieron vivir unos años durante los cuales transformaron
la antigua mezquita en catedral y construyeron el Hospital de Santiago.
Entre ambos
acontecimientos, el momento más duro probablemente en la
biografía de Leonor fue la derrota que su esposo encajó
en la Batalla de Alarcos (1195) cuando él mismo tuvo que
huir herido en una pierna de la matanza de sus adversarios. La derrota
fue durísima para los ejércitos castellanos, tanto
reales, nobiliarios, de las tropas concejiles y, sobre todo, de
las órdenes militares, especialmente la de Calatrava.
Su esposo muere
en octubre de 1214, la reina tan solo veintiséis días
después. Ambos enterrados en el Real Monasterio de las Huelgas
de Burgos, proyecto personal de la reina.
La
cultura heredada de su madre, Leonor de Aquitania
Es conocido
el gusto que la reina mostró por las artes especialmente
por la poesía y la música, heredado de su abuelo Guillermo
IX, duque de Aquitania a quien la historia ha bautizado como el
creador y mecenas de los cantares de gesta. Suponemos por tanto
que su buen hacer con las letras se lo trasmite a su hija, Leonor
de Aquitania, quien por aquel entonces se suponía la mujer
más conocida, popular y preparada de todo el Viejo Continente.
Fue en Poitiers
donde Leonor más pudo disfrutar del ambiente refinado, donde
pasó la mayor parte de su infancia junto a su madre y sus
hermanos. Allí, de forma poco común para la época,
fue educada en igualdad con sus hermanos. Todos ellos, sin distinción
de sexos, fueron preparados para el gobierno y la administración.
Este puede ser
la razón por la que ella impartió la misma educación
para todos sus hijos. De ellos sabemos que Berenguela luchó
por asegurar el trono a su hijo demostrando gran coraje y determinación,
gracias a su amplia cultura donde la preparación política
e intelectual era imprescindible. Lo mismo ocurrió con sus
otras hijas - todos sus hijos varones murieron- y la forma en la
que éstas llevaron el gobierno de sus países Francia,
Portugal y Aragón.
(Autora
del texto del artículo/colaboradora de ARTEGUIAS:
Ana Molina Reguilón