Los
burgundios eran germanos orientales y, según Plinio, provendrían
de la actual Pomerania, si bien, se ha señalado que es
probable que sean originarios de la montañosa Bornholm
danesa, dado que burgundio podría significar "habitante
de la montaña". Sus contacto con Roma se inician una vez
se asientan en el valle superior del Main, penetrando en el Imperio
en el año 406. A diferencia de alanos, suevos y vándalos,
los burgundios prefieren instalarse de manera pacífica
en el Imperio, llegando a concluir Honorio - según otros
autores, el usurpador Jovino - en 413, un tratado con ellos.
Según
algunos autores, sería poco después, en torno al
415, cuando los burgundios se convierten al catolicismo - desde
el arrianismo -, lo que no sería sino una muestra de las
buenas relaciones que procuran mantener con el Imperio. Según
otros autores, esta conversión habría de retrasarla
al S. VI, cuando los merovingios arremeten contra ellos, en lo
que podría constituir una segunda conversión como
la protagonizada por los suevos, convertidos por segunda con el
fin de atraerse apoyos con los que neutralizar la embestida visigoda.
Sin embargo,
en 435 deciden invadir Bélgica abandonando su asentamiento
fronterizo en torno a Worms y Spira, invasión que sería
rechazada por Aecio. Sin embargo, el enfrentamiento es tan duro,
que los burgundios ya no tienen fuerza suficiente para guarnecer
la frontera de cara a los bárbaros ultrarenanos, por lo
cual, serán instalados en Sapudia (Saboya) para completar
el dispositivo articulado por Roma para contrarrestar a los visigodos
de Toulouse.
Como en la
mayor parte de los casos analizados en el presente artículo,
también los burgundios implementaron el dualismo promulgando
una ley propia, la Lex borgundiorum, a la par que el
rey de los burgundios se presentaba, además, como patricio
o magister militum para los galo-romanos.
Será,
precisamente, la excepcional posición geoestratégica
que ocupaban entre la Galia, Italia y Germania, el motivo por
el que serán presionados desde todas las fronteras, por
ostrogodos y alamanes, pero muy especialmente por los francos
merovingios, que conseguirán absorver a este pueblo, haciendo
desaparecer otro de los más importantes reinos bárbaros.
(Autor
del texto del artículo/colaborador de ARTEGUIAS:
Jorge Martín Quintana