Catedral
de Badajoz
Historia
de la catedral
Quizás
no exageramos al decir que la Catedral de Badajoz es una
de las menos conocidas y visitadas de las seos medievales españolas.
Tampoco es de las mejor estudiadas y sobre su historia se ciernen
numerosas sombras y dudas, en lo relativo al proceso constructivo.
Y ello no significa que no sea apreciable desde le punto de vista
artístico e histórico.
Como es lógico,
la catedral de Badajoz (Catedral de San Juan Bautista) está
vinculada al proceso de Reconquista de Extremadura y de la ciudad
de Badajoz. Concretamente, esta ciudad es tomada en el año
1230 por el rey leonés Alfonso IX de León.
Inmediatamente
de decide cristianizar la Mezquita Mayor para emplearla como
templo cristiano, costumbre completamente generalizada durante los
siglos de conquista cristiana. Se crea la sede episcopal de Badajoz,
siendo su primer obispo Fray Pedro Pérez.
En 1232 se
decide la construcción de un nuevo templo fuera de las murallas
de la alcazaba, en el Campo de San Juan. Se sabe de su consagración
en 1276, aunque no es posible conocer la envergadura de las obras.
Aunque hay
quien dice que el edificio sólo es obra del siglo XV, la
teoría más aceptada es que su construcción
fuese lenta (aunque manteniendo una misma línea estilística)
desde el siglo XIII al XV, en un estilo gótico severo, fuerte,
poco estilizado (alejado de los cánones franceses y muy típica
de lo español).
Tan dilatada
construcción se justifica por los problemas de la Baja Edad
Media española (y también europea) con un siglo XIV
calamitoso y que provocaría el parón o en el mejor
de los casos la intermitencia de los trabajos.
Ya en Época
Moderna (Desde el XVI hasta el siglo XVIII) se seguirían
ciertas reformas secundarias, como la construcción de las
capillas laterales, el claustro (erigido entre 1509 y 1520) y las
portadas.
Guía
de la iglesia catedral de Badajoz
Se trata de
una construcción gótica de tres naves, crucero
y tres ábsides, con poca tendencia a la verticalidad y a
la apertura de vanos acristalados. El material es piedra granítica,
difícil de trabajar lo que acentúa su severidad. Los
pilares son fasciculados para recoger los nervios de las bóvedas
de crucería.
Parte destacada
del conjunto catedralicio pacense es su claustro, obra de
las primeras décadas del siglo XVI y que tiene sus pandas
abiertas al interior del patio mediante arcos apuntados. Las galerías
llevan bóvedas de crucería compleja, propias de estas
fechas tan tardías.
Del exterior,
lo más significativo es su enorme torre campanario
de más de cuarenta metros de altura. Como en estos casos,
la ausencia de una segunda torre sólo obedece a problemas
prácticos (económicos, por ejemplo) y no a criterios
de diseño arquitectónico.
Este potente
prisma muestra diversos cuerpos, pero todos ellos denotan una construcción
de los siglos XV o más bien del XVI. Aunque hay quien cree
que el ventanal del cuerpo inferior es románico, en verdad
es tardogótico, mientras que los superiores ya denotan formas
características del Renacimiento. Como sucede con el resto
de la catedral, este campanario está coronado por almenas,
puesto que el carácter fronterizo con Portugal aconsejaba
la fortificación de las iglesias (hecho más que usual
durante la Edad Media).