Catedral
de Jerez de la Frontera, Cádiz
Jerez
de la Frontera es una de las poblaciones más emblemáticas
de Cádiz, conocida internacionalmente por sus bodegas
donde se cría uno de los más populares vinos que nacen
en España. Pero, además, Jerez es una de las ciudades
más ricas monumentalmente de la Andalucía Oriental.
Su temprana reconquista en el siglo XIII permite encontrar en su
casco antiguo una importantísima colección de monumentos
góticos y mudéjares.
El
casco antiguo de la ciudad ha sido declarado Monumento
Histórico Artístico, y entre tantas iglesias,
conventos y palacios, el monumento capital es la catedral.
El actual templo catedralicio
jerezano fue durante siglos la Colegiata de San Salvador,
pero cuando Jerez de la Frontera fue elevada a sede episcopal el
1980, la colegiata se convierte en catedral.
Del edificio cristiano primitivo
queda la espigada torre campanario exenta, de hechuras góticas
en sus primeros cuerpos y preciosos ventanales de este estilo. Se
dice que se eleva en el lugar del alminar de la mezquita mayor almohade.
El actual edificio se construye
entre 1695 y 1778 y en ella trabajaron diversos maestros de obra
como Diego Moreno Meléndez, Ignacio Díaz de los Reyes,
Juan de Pina Rodrigo del Pozo, Juan de Pina, Juan de Vargas, etc.
El resultando es un amplio
templo barroco, cuyo aspecto exterior está marcado por sus
elementos más característicos que se avistan desde
cientos de metros de distancia, como son la enorme cúpula
del crucero, la torre, el juego de arbotantes y sus ricas fachadas
barrocas.
Pero, además, la
decoración exterior constituye una de las características
más notables del edificio, sobresaliendo la de las fachadas.
Cuenta con tres, todas ellas con columnas corintias y gran profusión
de bajorrelieves tallados en la piedra. Obviamente la más
espectacular es la fachada principal que realza su aspecto por encontrarse
en alto y a la que se ha de acceder por escaleras. Son tres las
puertas -adinteladas- las que tiene esta fachada, acompañadas
por sendos óculos circulares y una rica amalgama de columnas
y decoraciones barrocas.
Una vez entramos en su interior
de la catedral de Jerez de la Frontera, apreciamos rápidamente
las más que amplias dimensiones del templo catedralicio.
Enseguida comprobamos que su planta es rectangular, constituido
por cinco naves de desigual altura con un crucero donde se eleva
la citada cúpula de media naranja sobre tambor octogonal,
rematada por un linternón ciego.
Los grandísimos arcos
que compartimentan el espacio son de medio punto y las bóvedas
son de arista, mientras que los apoyos son grandes pilares con columnas
corintias adosadas que antes de recoger los arcos se extienden verticalmente
mediante exuberantes entablamientos.