Basílica
de San Marcos de Venecia
Introducción
Histórica y Geográfica sobre Venecia
Para
ahondar en los orígenes de Venecia debemos remontarnos a
la época de las invasiones bárbaras que obligaron
a los habitantes de Aquileya y luego a los de Concordia, Altino,
Padua y otros puntos del Véneto a refugiarse en las islas
de la Laguna: Rialto, Olivolo o Malemocco. A causa del terreno pantanoso,
se vieron obligados a construir sobre palafitos, sistema de construcción
cuyo soporte está apoyado simplemente en pilares o estacas
sencillas.
Después
de consolidarse la dominación Lombarda la zona siguió
poblada y aunque seguían dependiendo políticamente
de la autoridad del exarca de Rávena, organizaban su gobierno
en torno a la figura de los "Tribuni marittimi", elegidos
entre la aristocracia local. El asentamiento de Grado fue centro
religioso de la primera Venecia, de ahí la importancia de
su iglesia de Santa Maria delle Grazie. Torcello quedará
establecido como centro comercial y económico mientras que
Heracles será el centro político. Bajo Amenaza de
los francos, Venecia busca el apoyo griego, incorporándose
así a la órbita bizantina de la cual consigue la autonomía
en el 887, aunque su interior se veía agitado por una serie
de sangrientas luchas entre las principales familias de la ciudad
como los Orseolo, Partecipazio o Candiano deseosas del poder ducal.
La fisonomía estrictamente oligárquica de la ciudad
se consolidó definitivamente con la Serrata del Maggior Consiglio
a partir de 1297, lo cual impedía el acceso de la clase popular
al gobierno, pasando éste a manos de las nombradas familias
poderosas.
Esta evolución
interna trajo consigo una ampliación de los intereses comerciales
con un absoluto predominio marítimo sobre las costas dálmatas,
obteniendo de Bizancio, importantes concesiones económicas
en los puertos orientales, a cambio de su ayuda en la guerra contra
los normandos. Por todo ello Venecia se transformaba en una gran
ciudad comercial a la que iban a parar los navegantes de Italia
y de Alemania meridional, junto con las mercancías de todo
Oriente. Mas adelante el establecimiento de una colonia comercial
en la misma Constantinopla permitió a Venecia controlar todo
el tráfico comercial del Imperio bizantino. Sin embargo esta
ampliación del tráfico la arrastró a una esfera
mucho más amplia de relaciones internacionales, compitiendo
con puertos como Génova o Pisa, lo cual le traería
altercados e incluso dos guerras contra la primera en 1351 y 1355,
y la segunda entre 1378 y 1381.
Arquitectura
San Marcos es
el patrono de Venecia desde el año 828, sustituyendo a San
Teodoro. La historia cuenta que dos mercaderes, Buono Tribuno da
Malomocco y Rustico da Torcello robaron sus reliquias de su tumba
de Alejandría en Egipto y las escondieron en una carga de
carne de cerdo para que los guardias musulmanes no lo descubrieran.
Cuando llegaron a Venecia, lo donaron al Dux. Giustiniano Partecipazio
que las colocaría en el castillo. Inmediatamente se comenzó
a construir un santuario siguiendo el modelo de la basílica
de los Doce Apóstoles de Constantinopla, la cual fue consagrada
en el año 832. Un siglo más tarde fue destruida el
año 976 por un incendio durante la insurrección del
Dux Candiano IV. La antigua iglesia de san Teodoro presentaba una
topología de planta de cruz griega inscrita en el espacio
central. Este tipo de planta estuvo difundida en Oriente durante
el siglo VII como las iglesias de la Dormición de Nicea,
San Nicola di Mira, la iglesia de la Virgen de Haks y diversos ejemplos
en Armenia. Los restos de la antigua iglesia parece ser que se vieron
englobados en la nueva San Marcos construida entre 1063 y 1094.
De hecho en la cripta de la basílica se han visto los restos
murarios de San Teodoro junto a otras construcciones de los Dux.
A partir de
1063 se comenzó a construir la que hoy vemos según
el modelo de dos basílicas de Constantinopla como son las
de Santos Apóstoles, Santa Sofía y Santa Irene, las
cuales cuentan con planta central de cruz griega. San Marcos presenta
la misma planta circundados tres de sus lados por un nártex
sobre el que se levanta un balcón que recorre las fachadas
cinco grandes cúpulas, todo ello aderezado con una mezcolanza
entre elementos decorativos y arquitectónicos de diversos
estilos.
Así nos
encontramos con decoraciones de mosaico, gabletes en las fachadas
o cúpulas acampanadas La nueva basílica fue consagrada
en el año 1073. Al núcleo central se adjunto el atrio
cuyo lado meridional se cerró en el siglo XIV para instalar
el baptisterio y el siglo XVI para albergar la capilla Zen. La fachada
originalmente de cerámica y ladrillo con poco mármol
se modifico entre los s XI y XV hasta el aspecto actual. La iglesia
estaba sometida al Dux en su función de capilla palatina
hasta el año 1807 cuando pasa a ser catedral, dado el hecho
de que el patriarcado, hasta entonces en la isla de San Pietro di
Castello, tomó posesión de la iglesia.
Las cinco cúpulas
bizantinas del siglo XII están rematadas por una linterna
y una cruz. La fachada principal se ve recortada por una terraza
donde se alzan los cuatro caballos de bronce, copia de los originales
traídos de Constantinopla expuestos en el museo de San Marcos
para su conservación.
La fachada izquierda
se abre sobre la Piazetta del Leoncini mientras que el acceso principal
se hace por la Plaza de San Marcos, donde se encuentra la loggia
que antecede al monumental atrio. La fachada del mediodía
está unida con el Palacio Ducal donde dos arcadas sobresalen
de la pared contigua abriéndose con arcos de estilo romano
la primera y la segunda que paso al baptisterio.
Entre todas
las puertas de San Marcos destaca la portada central del atrio,
abocinada y con el mayor numero de arcos, tres de los cuales se
decoran con esculturas. La refinada mampostería de su origen
se fue refinando hacia losas marmóreas, mosaicos y columnas.
La opinión de algunos historiadores remontan los orígenes
de esta topología a la de las portadas de las grandes catedrales
de Francia de los siglos XII y XIII.
Tesoros
de San Marcos
El saqueo de
Constantinopla durante la cuarta cruzada en 1204 trajo a Venecia
un abundante botín de obras bizantinas. Los cuatro caballos
de la fachada, los tetrarcas de Pórfido y los esmaltes superiores
de del Pala d Oro son algunas de estas obras tardoantiguas que pasaron
al nuevo centro imperial.
Uno de los mayores
tesoros de la Basílica sea la llamada Pala d'Oro (Retablo
de Oro), joya de la orfebrería del gótico veneciano,
la cual se realizo a base de esmaltes y joyería bizantina.
Se encuentra situada detrás del altar mayor de la basílica.
El retablo fue encargado por el Dux Pietro Orseolo I aunque el aspecto
definitivo data del 1342 cuando el orfebre veneciano Giovanni Paolo
Buoninsegna creó una estructura gótica de plata dorada
enriquecida por una serie de esmaltes bizantinos y embellecida por
cientos de piedras preciosas en el marco del gran esmalte. Todo
ello para representar al arcángel san Miguel, rodeado, por
una corona de dieciséis medallas con figuras de santos.
En un primer
momento la basílica estaba recubierta exterior e interiormente
de ladrillos. Más adelante las paredes del templo se fueran
decorando con espectaculares mosaicos y placas de mármol.
De éstas últimas podemos destacar las que decoran
los paramentos exteriores sobre todo de la fachada principal. Pondremos
como ejemplo un relieve de estilo clásico del siglo XIII
que representa a San Jorge en la fachada occidental de la basílica.
La decoración
musiva en los paramentos se denomina "opus musivum", el
cual se consolidó después de la aprobación
del Cristianismo en el año 313 eligiéndolo por sus
colores brillantes y su luminosidad. La técnica del mosaico
proviene de un perfeccionamiento del primitivo pavimento elaborado
con guijarros.
El mosaico de
teselas (opus tesselatum) se realiza a partir de pequeñas
piezas talladas en forma más o menos semejante a un cubo.
El periodo bizantino
del mosaico, de los siglos V al IX, se caracteriza por vistosos
colores planos sobre fondos brillantes de oro. Este hecho es debido
a que fueron diseñados para la contemplación a distancia,
y como a menudo decoran paredes a gran altura, suelen tener una
apariencia más austera y estilizada que los mosaicos clásicos
naturalistas que se dan en los pavimentos de más cercana
visión.
En la cúpula
central se representa la Ascensión de Cristo, obra de la
primera mitad del siglo XIII. Las escenas del Pentecostés,
de la Vida de San Juan, la Iglesia y las profecías de los
profetas junto a de vidas de santos completan el programa iconográfico
de las restantes cúpulas, todas ellas confeccionadas en el
siglo XIII.
Pondremos como
ejemplo un mosaico localizado en el portal de San Alipio en la fachada
principal denominado "Traslado del cuerpo de San Marcos".
Se trata del mosaico más antiguo de esta fachada y en él
podemos ver la antigua basílica con cúpulas de bóveda
hemisférica sobre las que se alzaron las actuales.
El criterio
más acertado al estilo de los mosaicos venecianos podemos
resumirlo en las palabras del historiador Wladimiro Dorigo: "Es
una idea griega con procedimientos romanos ejecutada por manos venecianas"