Guía
del
Arte Románico en la ciudad de Palencia
Sabemos
que para mucha gente hablar de Palencia es hacerlo del arte románico.
La labor de difusión de la Fundación Santa María
la Real de Aguilar de Campoo con su presidente José María
Pérez Peridis ha sido tan excelente durante las
tres últimas décadas que se ha logrado, incluso,
que para los no aficionados al arte conozcan de las maravillas
del románico palentino.
Pero hay que
hacer alguna puntualizaciones que el buen aficionado debe conocer.
Fundamentalmente
hay que saber que no todo el territorio palentino está
caracterizado por la alta densidad del románico.
De
una manera muy simplista pero eficaz, podemos decir que quien
busque románico en la provincia de Palencia ha de dirigirse
siguiendo un vector de dirección noreste. Cuanto más
al norte y/o al este nos traslademos, las aldeas palentinas nos
ofrecerán más y mejor románico (hablamos
de las comarcas de Montaña Palentina, Boedo-Ojeda, Carrión
y Ucieza, etc.)
Por el contrario,
en el sur y/oeste la densidad de románico es ciertamente
pobre.
Esta introducción
en la guía del románico en la ciudad de Palencia
valga para justificar que la nómina de restos románicos
en la bella capital palentina es considerablemente escasa y podríamos
decir que exigua si prescindimos de las piezas museísticas
y de la iglesia de San Juan de Bautista que fue desplazada desde
las cercanías de Aguilar y reconstruida aquí para
salvarla de ser sepultada bajo las aguas del pantano de Aguilar.
De igual modo,
podemos decir que la ciudad de Palencia es una urbe monumentalmente
gótica. Lo que ocurre es que podremos comprobar, en algunas
de sus edificaciones góticas de los siglos XIII y XIV,
cómo no se han logrado desproveer completamente de ciertos
arcaísmos y tradiciones tardorrománicas, lo cual
es una constante en buena parte de la arquitectura española
cristiana de dichos siglos.
Restos
románicos en la ciudad de Palencia
Incluimos
en este apartado dedicado al arte románico de la ciudad
de Palencia, la parte románica de la Cripta de
San Antolín de la catedral, la iglesia
de San Juan Bautista y las piezas expuestas en el Museo
Arqueológico Provincial y El Museo Diocesano
y el Museo Catedralicio.
Cripta
de San Antolín
Para la mayoría
de los historiadores, la Cripta de San Antolín de la catedral
de Palencia se ubica en el mismo sitio donde ya existió
un templo romano y posteriormente una basílica paleocristiana.
Lo que sí
es seguro es que en el siglo VII se construyó aquí
un edificio para la catedral palentina. De ella ha quedado la
parte posterior de la cripta con grandes columnas y arcos de herradura.
Sancho Mayor
decidió restaurar la diócesis, tras siglos de abandono
por la invasión musulmana en la cuarta década del
siglo XI. De esta ampliación queda el espacio rectangular
abovedado con medio cañón reforzado mediante cuatro
arcos fajones.
Este espacio
y su abovedamiento son frecuentemente considerados como la primera
obra del románico en España.
Sin embargo,
hay que ser cautos, pues la bóveda de medio cañón
con arcos fajones se emplea con prodigalidad en la arquitectura
asturiana (a su vez heredada de la visigoda y especialmente la
romana) por lo que el empleo aquí no debería suponer
una interpretación categórica como románico,
que parece no llegar a la Península antes de la sexta o
séptima década de ese siglo.
Ermita
de San Juan Bautista
Afortunadamente,
la Ermita de San Juan Bautista fue desmontada de Villanueva del
Río, cuando se construyó el Embalse de Aguilar en
los años sesenta del pasado siglo.
Los sillares
de esta iglesia se trasladaron a la ciudad de Palencia en 1972
y permanecieron sin terminar de reconstruir hasta 1980.
El lugar elegido
fue el llamado Parque de Huerta de Guadián, lugar de esparcimiento
situado al norte del casco antiguo palentino.
Se trata de
un pequeño templo románico del siglo XII que llama
la atención por sus proporciones, ya que la puerta, situada
en el costado sur, casi ocupa el muro entero por lo que cabecera
y puerta pueden contemplarse conjuntamente desde escasa distancia.
Estas proporciones
le prestan una gran monumentalidad a la iglesia a pesar de su
menudo tamaño.
Esta puerta
de gran bocina tiene hasta siete arquivoltas de medio punto cuya
decoración es geométrica.
La
cabecera tiene la habitual estructura de tramo recto y ábside
semicircular con contrafuertes en lugar de columnas y un bonito
ventanal en el centro del hemiciclo. También hay una ventana
similar en el estrecho muro meridional que corresponde al presbiterio.
Acercándonos
lo suficiente podemos observar la numeración impresa con
pintura en muchos de sus sillares con la numeración
que permitiría más tarde su reconstrucción.
Más
información de la Iglesia
de San Juan de Villanueva de Río Pisuerga
Museos
Aunque en
el Museo Arqueológico Provincial se exponen numerosas
y valiosas piezas medievales y concretamente románicas,
lo más destacable es, sin duda, la colección de
canecillos y capiteles de San Martín de Frómista.
Como es sabido,
la profunda restauración de San Martín de Frómista
en el siglo XIX supuso la sustitución de bastantes de los
canecillos por copias. Los originales se muestran en este museo.
En el Museo Catedralicio
es destacable la la puerta de la Ermita de San Esteban de Quintanatello
de Ojeda.
En el Museo Diocesano
son numerosas loas piezas románicas expuestas, como capiteles,
obras de orfebrería, pilas bautismales, etc.
Resabios
y arcaísmos románicos en el gótico de la
ciudad de Palencia
En esta apartado
incluimos las iglesias de San Miguel y la del
Convento de San Francisco.
Iglesia
de San Miguel
La iglesia
de San Miguel es uno de los más interesantes monumentos
de la ciudad de Palencia, aunque insuficientemente conocido, como
sucede con gran parte del patrimonio de esta ciudad.
Hay una tradición
no comprobada que dice que en este lugar hubo un templo anterior
donde se casaron nada menos que El Cid y Doña Jimena.
Pero
centrándonos en lo que hoy vemos, se trata de un edificio
gótico primitivo del siglo XIII de tres naves y tres ábsides,
cuya arquitectura interior se puede considerar hispano-languedociana,
con bóvedas de crucería sencilla y arcos apuntados
que gravitan sobre pilares con dobles columnas en sus frentes.
Principalmente,
esta iglesia es conocida por su fabulosa torre de los pies, situada
muy cerca del río Carrión y que muestra un gran
ventanal gótico en su parte más alta.
La tradición
románica aludida no se ha perdido aún en la cabecera
y en la puerta que se halla bajo la citada torre.
Iglesia
de San Francisco
La iglesia
de San Francisco perteneció al Convento de esta orden mendicante
en Palencia. Se ubica muy próxima a la Plaza Mayor.
El convento
de San Francisco de Palencia fue fundado en 1219 por los frailes
franciscanos y llegó a ser uno de los más importantes
de Castilla.
Tras los destrozos
de la Guerra de Independencia y la exclaustración de Mendizábal
llegó la ruina a lo largo del siglo XIX. Actualmente se
encuentra en un alarmante estado de abandono, aunque pertenece
al Obispado de Palencia y cedido en usufructo a la Compañía
de Jesús.
Centrándonos
en la iglesia, diremos que es un templo gótico abovedado
con crucería. La fachada occidental muestra un bonito rosetón
dentro de un arco apuntado que cobija también tres pequeños
óculos formando un triángulo.
En esta fachada
y cobijando la puerta de acceso hay un pequeño pero atractivo
pórtico donde aparecen una serie de vanos de arco apuntado
sobre parejas de columnas de capiteles vegetales góticos
pero que en general recuerdan las antiguas estructuras románicas.
Otro aspecto
que asocia este pórtico a lo románico es el abovedamiento
de medio cañón apuntado de este pórtico y
alguna de las puertas que desde él se abren.