Iglesia de San Miguel de Escalada, León
Introducción
La
célebre iglesia de San Miguel de Escalada es uno de los más
notables edificios prerrománicos españoles de ese
controvertido periodo del siglo X que algunos siguen denominando
Arquitectura Mozárabe y otros como Arquitectura de Repoblación,
pues obedece al movimiento de expansión territorial por la
Meseta Norte del Reino de Asturias -prolongado en el de León-
por aquellos tiempos del Emirato y Califato de Córdoba.
San Miguel de Escalada está datada
en torno al año 913 y sirvió de monasterio para una
comunidad de mozárabes emigrada desde Córdoba. Se
encuentra en el municipio de Gradefes
Su planta es sencilla y de conformación
nítida: planta basilical dividida en 3 naves. Estas naves
se separan entre sí al modo clásico, es decir, con
sendas arquerías de arcos de herradura de conformación
califal (de rosca más acusadamente ultrasemicircular que
los arcos visigóticos).
Aunque no sobresale en planta, entre el
cuerpo de naves y la cabecera hay un espacio rectangular perpendicular
que haces las veces de transepto, espacio que estaría destinado
al clero.
La cabecera está formada por tres
ábsides rectangulares al exterior (muros planos) pero de
planta ultrasemicircular al interior. La cubrición de las naves
es con armadura de madera, menos los ábsides que cuentan con bóvedas
gallonadas similares a las empleadas en los mihrabs de las mezquitas
andalusíes.
Se ha conservado el iconostasio de la
nave central que separaba ésta del transepto y la cabecera,
formado por pilares cruciformes. Hay que recordar que la liturgia
hispana que estuvo viva durante toda la Alta Edad Media hasta su
sustitución por la liturgia romana a finales del siglo XI
exigía, entre otras cosas, la consagración del pan
y del vino sin la observación de los presentes, de ahí
que también las iglesias mozárabes como ésta
dispusieran de iconostasis o iconostasio, estructura arquitectónica
de origen bizantino que con ayuda de cortinas u otros materiales
cerraba la cabecera en el momento de dicha consagración.
Las entradas al templo son laterales y
en el oeste, no existiendo pórtico avanzado como en las iglesias
de la Arquitectura Asturiana.
Se trata de la iglesia de un monasterio
modesto lo que se traduce en la ausencia de grandes ornatos, al
menos en su estado actual. Lo que si se aprecia es los artífices
que la edificaron es sabiduría arquitectónica ya que
lograron crear un espacio equilibrado mediante la mayor anchura
de la nave central que, además, es más alta que las
laterales lo que permite la iluminación directa mediante
vanos la parte superior de los muros.
Una de las piezas más notables
desde el punto de vista plástico es la galería porticada
o pórtico adosado al costado meridional que parece es obra
ligeramente posterior. Está constituido por una serie de
arcos también de herradura califales que apoyan sobre columnas
exentas.
La función de estos pórticos
fue múltiple, especialmente de tipo funerario pero también
penitencial pues quienes no podían acceder a la iglesia tenían
que estar en el pórtico durante la celebración de
las misas.
La presencia de pórticos laterales
en la arquitectura asturiana y mozárabe se prolongaría
con gran éxito décadas en el románico.
Precisamente, románica es la gruesa
torre que se encuentra en el lado sur y de la que sobresalen los
ventanales ajimezados.