Iglesia de Sant Esteve (Sant Esteue) de Betrén
Introducción
Betrén es una pequeña localidad
del Mitg Arán, donde está la sede de la Academia
de Lengua Occitana, una institución creada recientemente,
dedicada a la codificación ortográfica del aranés.
El edificio más emblemático de este
pueblo es la iglesia de San Esteban (Sant Esteve en catalán
y Sant Estèue en aranés), construida en el siglo
XIV, y que es un interesantísimo ejemplo de arquitectura
de transición entre el románico y el gótico.
Exterior
La cabecera
Al exterior el edificio tiene las características
propias del románico aranés: un perfil con marcada
horizontalidad, y un gran hastial que marca en el exterior el
comienzo de la cabecera. No tiene torre campanario, tan sólo
una aspillera de tres vanos.
Los ábsides de la cabecera presentan un perímetro
poligonal, los laterales con tres lienzos, y el central, más
ancho y ligeramente más alto, con cinco.
Estos ábsides se articulan por medio de una
lesena que remata en un arquillo, algo que también es visible
en la iglesia de Sant Andreu de Salardú. En los muros se
abren pequeñas ventanas abocinadas con arcos de medio punto,
y arcos apuntados.
En la parte central del hastial que cierra la nave
hay un gran ventanal gótico, compuesto por un óculo
y dos pequeños vanos con arcos de medio punto, cuya estructura
se rodea de un arco apuntado, y dos arquivoltas que apean en otras
tantas columnas.
En los riñones del óculo hay dos relieves
que componen una escena simbólica muy habitual en el románico:
un centauro sagitario lanzando una flecha a una sirena pez que
lleva un pez en su mano izquierda.
Más interesante es el relieve de que hay junto
a los capitales del lado norte de este ventanal. En el se aprecia
la escena del caballero triunfante que posa la pata de su caballo
sobre un personaje tendido y desnudo, frente a una dama que le
saluda.
A ambos lados de esta ventana hay otros dos vanos,
mucho más pequeños, con forma de aspillera, arcos
de medio punto y hechura al más puro estilo románico.
La fachada occidental
La fachada de los pies (al oeste) es una gran muro
liso en cuya parte central hay un vistoso ventanal gótico
de tres arquivoltas ojivales y guardapolvos que cobijan un tímpano
con una tracería constituida por un pentagrama invertido
entrelazado con una flor de cinco pétalos. También
hay dos pequeños relieves de una ave y una rapaz atrapando
un animalito.
Encima se alzó una airosa espadaña
de tres troneras con sus respectivas columnillas, al modo románico.
La portada del muro norte
En el exterior del edificio, lo más significativo
es la portada, que se localiza en el muro norte y que marca el
inicio de una nueva concepción de portada en el gótico
catalán, debido al naturalismo y el carácter narrativo
del relieve del tímpano. Esta portada guarda ciertas semejanzas
con la de Sant Miquèu de Viella.
Está compuesta por un vano con un arco de
medio punto abocinado por medio de cuatro arquivoltas, que apoyan
sobre los correspondientes capiteles, asentados sobre columnas
con basas.
Los capiteles del lado de poniente tienen representadas
formas zoomorfas (arpías con los cuellos entrelazados)
y antropomorfas (quizás la escena del Pecado Original y
un hombre acosado por un dragón de larga cola), figuras
que demuestran una gran expresividad, mientras que en los de oriente
hay formas vegetales.
Enmarcando la arquivolta externa, hay una franja
con la característica decoración de bolas jaquesas,
que también pueden verse en otras partes del edificio,
como en la ventana gótica del hastial.
En las arquivoltas hay una representación
de una de las escenas más frecuentes de las portadas góticas:
el Juicio Final. Unos persdonajes (deberían ser ángeles)
anuncian el acontecimiento con sus cuernos, mientras que los muertos
salen de sus sepulcros.
Merece la pena detenerse para ver cada una de estas
figuras de forma individualizada, pues en la escena están
representados todos los estamentos de la sociedad medieval, sobresaliendo
especialmente la gran cantidad de músicos que parecen con
sus respectivos instrumentos: fídulas, flautas y salterios.
En el tímpano, presidiendo la escena, hay
una representación de la Virgen con el Niño sentado
sobre su falda, en una representación un tanto hierática
que todavía bebe de la estética románica.
A su izquierda está representada la Anunciación,
y a su derecha, dos figuras cuya identificación ha generado
más problemas, aunque podría ser la escena de la
creación de Adán, o alguno de los milagros narrados
en los Evangelios, quizás la resurrección de Lázaro.
Interior
El interior del edificio tiene una sola nave, aunque
desde el exterior se puede pensar que tiene tres, debido al número
de ábsides, es muy luminosa, debido a las ventanas del
hastial, los ábsides, y los muros laterales, que permiten
la entrada de abundante luz natural.
Lo más interesante del interior es el mobiliario
litúrgico. De época medieval, destaca una pila bautismal
sin ninguna decoración, tallada en una pieza monolítica;
una basa románica con unos relieves de figuras humanas,
que sostiene un fuste sobre el que se ha colocado una pila de
agua bendita realizada siguiendo la estética renacentista,
con decoración de hojas de acanto; y un retablo de San
Sernilh, destacada obra del Maestro de Viella, fechada en el último
tercio del siglo XV. También son interesantes el frontal
de altar de terciopelo con las figuras de San Sernilh y San Estèue,
del siglo XVI, y una cruz procesional de plata sobredorada, realizada
en el XVII.