Jaume
Huguet ,
Biografía y obra
Considerado como uno de
los más representantes pintores del estilo gótico
internacional en Cataluña, su producción abarca la
segunda mitad de s.XV y deriva, principalmente en lo que respecta
a volumen y perspectiva, del estilo del valenciano Lluís
Dalmau, aunque su interés radicará antes en las figuras
que en la composición. Su trazo marcado y su magnífica
ejecución en el tratamiento de los personajes han llevado
a considerar que inicialmente podría haberse formado como
miniaturista.
Hay que tener en cuenta
que la obra de Jaume Huguet bebe de influencias derivadas del arte
flamenco, en el que la miniatura disfruta de gran predicamento,
al igual que la elegancia comedida y el detallismo propios de ésta,
características a sumar a los rasgos naturalistas de procedencia
italiana apreciables en su trabajo.
Biografía
de Jaume Huguet (h. 1415-1492)
Nacido en la tarraconense
localidad de Valls hacia 1415, su origen familiar suscita discrepancias
en lo que respecta a la figura paterna, existiendo teorías
que proponen que el pintor Pere, o Pedro, Huguet, originario de
dicha localidad, habría sido su padre, frente a quienes sostienen
que correspondería dicho nombre a un tío que habría
asumido la tutela, tanto de Jaume como de su hermano, a la muerte
de Antoni Huguet, progenitor de ambos.
No es la única laguna
que se puede encontrar en la biografía de este pintor, del
cual se desconoce con exactitud dónde habría pasado
su juventud, aunque, por lo general, se admite como válida
la idea de su estancia durante unos años en Zaragoza formándose
y trabajando. La fecha con la que se correspondería dicho
viaje comprende los años de 1440 y 1447 (1435-45 para otros
autores), y, aunque su primer trabajo documentado (un retablo para
Arbeca) inicialmente le situará en Tarragona, a partir de
1448 se le encuentra en Barcelona, ciudad donde se establecerá,
se casará (en 1454), y llevará a cabo todos sus encargos
hasta casi la fecha de su muerte, en 1492.
Su taller, muy productivo,
se va a convertir en la segunda mitad de siglo en foco emisor de
arte en Cataluña y parte de Aragón y centro artístico
de Barcelona, contando con un gran número de colaboradores
que le ayudarán en el desempeño de la ejecución
de los numerosos trabajos solicitados. Obras suyas son el bancal
del altar mayor de Santa María de Ripoll (1455), el retablo
de los Santos Abdón y Senén, encargado por los feligreses
para la iglesia de San Pedro, en Terrassa (1460-61), el del condestable
don Pedro de Portugal (1465), situado en el museo de la capilla
real de Santa Águeda, en Barcelona, el de San Bernardino
y el Ángel custodio (1462-70) o el retablo de San Vicente
Sarriá, entre muchos otros.
A todo este amplio listado
habría que sumar, además, obras como la del hoy día
extinto retablo mayor de San Antonio Abad, realizado en Barcelona
entre 1454 y 1457 y destruido por un incendio en 1909, aquéllas
en las que tan sólo habría realizado una colaboración,
caso de la preciosista tabla del retablo de San Agustín (hacia
1470), o las numerosas atribuciones adjudicadas a "su pincel",
como la tabla de San Jorge y la princesa, actualmente en el Museo
de Barcelona y presumiblemente ejecutada durante su etapa aragonesa,
o la Anunciación del retablo de Vallmoll.
Entre sus trabajos se cuenta
principalmente un buen número de obras contratadas por gremios
y cofradías, como la magnífica tabla de la Virgen
y el niño con las Santas Bárbara, Inés, Lucía
y otra santa mártir (hacia 1546), ejecutada para el retablo
de San Miguel del gremio de los "Revenedors" o Revendedores,
en la barcelonesa iglesia de Santa María del Pi, o la escena
de la Flagelación de Jesús (hacia 1455), frontal del
altar de San Marcos de los Zapateros de la Catedral de Barcelona.
La verdad es que Jaume Huguet
tendrá trabajo hasta el final de su vida, aceptando todas
aquellas obras que le encarguen, no afectándole demasiado
los efectos de depresión económica que por fuerza
la guerra contra Juan II tuvo que ocasionar en Cataluña,
aunque la misma implicará que el término de algunas
de sus obras se prolongue, interrumpido éste por el conflicto
bélico (como sucederá con el de San Vicente Sarriá,
por ejemplo).
Principales
obras de Jaume Huguet
La remisión de parte
de los encargos recibidos a otros colaboradores de un taller tan
importante como el suyo, implicará un cambio significativo
en la trayectoria descrita por el estilo de Huguet, insertándose
sus obras de madurez dentro de facturas más convencionales,
como acertadamente han señalado varios autores, hecho inevitable
con el tiempo dadas las circunstancias. Esto es algo que, lógicamente,
va a conllevar también un empleo de modelos repetidos, así
como la emisión de otros propios, encontrando en la familia
Vergós a una de las principales difusoras de los mismos,
entre otros pintores (Solá, Montoliu o el Maestro de la Guàrdia
son algunos de los nombres que se barajan entre hipótesis).
En general, su pintura se
caracteriza por un estilo preciosista, elegante, de composiciones
contenidas, de fondos dorados y en relieve (propios de la zona),
dominadas por unos estilizados personajes, en las que es apreciable
una cierta vocación verista que trata de otorgar individualidad
a cada uno de ellos siempre que puede.
Excelentes obras son la
temprana tabla de los "Revenedors", cuidada y elegante,
con una maravillosa representación mariana, La Consagración
episcopal de San Agustín, la cual podría contener
posiblemente un autorretrato del propio pintor y cuyo protagonista
no puede por menos que suscitar en quien lo contemple el recuerdo
del Santo Domingo de Silos de Bermejo o la tabla de La Santa Cena,
considerada como una de sus mejores obras.