Arte
Mudéjar en León
El
nacimiento de la arquitectura mudéjar en León
Es
comúnmente aceptado que la aparición del mudéjar
hay que fecharla durante el siglo XII en la, por entonces, poderosa
ciudad leonesa de Sahagún. Esta población del Camino
de Santiago se convirtió en un fuerte centro religioso y económico
en los siglos XI y XII como afirma el Códice Calixtino: "prodigio
de todo tipo de bienes".
Es posible que algunas cuadrillas
de alarifes de la recién reconquistada ciudad de Toledo fueran
contratadas para acelerar los diversos proyectos arquitectónicos
románicos que en ese momento se desarrollaban en la ciudad
leonesa.
En esas últimas décadas
de la duodécima centuria, las iglesias de San Tirso, San Pedro
de Dueñas, ambas de Sahagún, y Santervás de Campos,
de Valladolid, pararon sus costosas fábricas de sillería
románica para ser continuadas con ladrillo. Es en este momento
cuando nace una decoración novedosa, todavía dubitativa
pero con acusada personalidad. Había nacido un nuevo tipo de
arte.
Este mudéjar, nacido
en Castilla y León a partir del románico pero que adquiere
identidad propia por su material y decoración, se le ha denominado
de diversas maneras: "románico de ladrillo", "románico
mudéjar" y "primer mudéjar castellanoleonés".
En el siglo XIII, el "invento"
se consolida y extiende hacia el sur, a tierras llanas y con escasas
canteras de piedra (Zamora, Salamanca, Valladolid, Ávila y
Segovia) llegando a alcanzar a las provincias de Madrid y Guadalajara.
Para el éxito de su
difusión en un territorio inicialmente dominado por el románico
puro hay que contar con la probable existencia de población
mudéjar en estas comarcas castellanoleonesas que conociera
las técnicas de construcción con ladrillo.
Pero más aún,
el factor decisivo es la economía y rapidez que este modo de
proceder aportaba respecto al uso de la piedra de cantería.
Otra razón importante que afecta a extensas comarcas castellanas,
y que con frecuencia pasa desapercibida, es la escasez de buenas canteras
de piedra que obligaba la edificación con ladrillos en combinación
con mampostería.
Sahagún
y su comarca
Sahagún
es una de las más destacadas escalas del Camino de Santiago
y lugar de interesante historia.
Aquí
existió uno de los más poderosos cenobios de la España
cristiana medieval. Originario del año 880 (Alfonso el Magno),
durante los siglos fue ganando poder hasta llegar a dominar sobre
más de noventa monasterios e iglesias, en época de Alfonso
VI. De la última construcción románica de este
monasterio (de pleno siglo XII) no quedan sino restos mínimos.
San Tirso
La iglesia
de San Tirso es muy importante pues se considera que fue una
de las primeras iglesias románicas españolas en que
se reemplaza la piedra por el ladrillo para llegar a ser lo que se
ha venido en denominar Románico-Mudéjar.
Parece que
se inició su edificación en las primeras décadas
del siglo XII.
Lo que se
conserva de este periodo es la cabecera con tres ábsides y
la torre que se erige sobre el transepto. La decoración de
los dos ábsides laterales se invierte con respecto al ensayado
en el central.
La torre es
portentosa desde el punto de vista arquitectónico. Sobre un
cuerpo troncopiramidal se alzan otros tres más con arquerías,
teniendo los inferiores columnas pétreas como apoyos.
En el interior
llama la atención que el trazado de los arcos triunfales es
de herradura.
San
Lorenzo
San Lorenzo
es otro magnífico ejemplar del románico mudéjar,
aunque ya en su fase "clásica" que se extiende por toda la
Tierra de Pinares castellana. Data de comienzos del siglo XIII, como
tantas construcciones de este estilo.
De grandes
dimensiones, su estructura es similar a San Tirso pero su material
de construcción es plenamente de ladrillo.
La cabecera
tiene tres ábsides con bellas arquerías de herradura
y alfiz.
La enorme
torre presenta cuatro cuerpos. El inferior tiene arcos ciegos, los
dos superiores presentan cuatro vanos con arcos doblados, y el último
cinco vanos rodeados de arco sencillo.
A 5,1 km de
Sahagún, se debe visitar el famoso Monasterio de San Pedro
de las Dueñas, otro edificio que se comenzó en románico
puro de piedra y se finalizó en ladrillo, considerándola
otra de las primeras obras de estilo mudéjar de España.