Para
nuestros fines, la sección que más nos interesa
es la de Arqueología que después describiremos.
El
edificio sede del Museo
La
sede del Museo es el Hospital de Santa Cruz, ubicado a la espalda
de la Plaza del Azoguejo, en dirección al este (C/ Cervantes,
3). Se trata de un soberbio conjunto monumental renacentista,
específicamente plateresco.
Este hospital
fue fundado por el cardenal Pedro González de Mendoza, fallecido
en 1493 por lo que el promotor no pudo ver terminada su obra
que finalizaría en el siglo XVI. Su finalidad fue dar
amparo a necesitados y a niños huérfanos.
La traza del conjunto es debida a Enrique Egas
a comienzos del siglo XVI que diseñó un edificio
de dos largas naves perpendiculares que se cruzan en el centro
formando una estilizada cruz griega. Se proyectaron cuatro patios
en las esquinas, aunque sólo se concluyeron dos.
El
interior es de gran monumentalidad gracias a los cuatro brazos
de la cruz griega citada, que a su vez cuentan con dos pisos
superpuestos: el bajo para asistencia a hombres y el superior
para mujeres.
La formación tardogótica y mudéjar
de Enrique Egas se deja translucir en las puertas del interior,
la decoración de los pilares del transepto, así
como la cúpula del crucero y los artesonados de las naves.
La fachada, patio y escalera de Alonso de Covarrubias
A partir
de los años veinte del siglo XVI el maestro de la obra
pasa a ser Alonso de Covarrubias, genio del Plateresco.
A Covarrubias
se le atribuyen las partes más sobresalientes de este
Hospital de la Santa Cruz: la fachada principal, el patio noble
y la escalera que comunica el piso inferior de este patio con
el superior.
La fachada
sur plateresca es de gran monumentalidad y calidad escultórica.
Además de los elementos típicos del plateresco
como grutescos y candelieri hay que citar el tímpano
en el que se esculpió la Adoración de la Santa
Cruz por parte de Santa Elena, San Pedro, San Pablo y el cardenal.
Al este
del conjunto hospitalario se encuentra el patio noble constituido
por dos pisos. Sus cuatro pandas llevan arcos carpaneles sobre
elegantes columnas cuyas enjutas se encuentran muy decoradas.
Aquí
hay que admirar, epecialmente, la fastuosa escalera de Alonso
de Covarrubias que conduce al piso superior del patio, considerada
como la mejor del Renacimiento en España. Se accede por
una tripleta de arcos rebajados sobre columnas muy finamente
trabajadas. Los muros presentan sillares almohadillados con
relieves de cruces y arquillos. La escalera propiamente dicha
está asegurada por una balaustrada. La cubrición
en el mejor artesonado del hospital a base de lazo de ochos.
Colección
de Arqueología
Esta colección
es muy nutrida de obras del periodo celtibérico, romano,
visigodo, árabe y de alguna que otra obra mudéjar.
Algunas
de estas piezas se encuentran en el monumental patio descrito
anteriormente. Hay que visitar sus cuatro pandas con cuidado
pues son importantes la mayoría de sus piezas.
Restos
celtibéricos y romanos
Una de las
piezas más antiguas es un verraco celtibérico.
También hay multitud de restos de columnas y sepulcros
romanos, además de lápidas con inscripciones.
También hay una estatua de un personaje togado al modo
habitual de los retratos oficiales de tiempos del emperador
Augusto. Lamentablemente sólo se conserva el tronco.
Cipos
funerarios musulmanes y brocal de pozo
Son
numerosos los cipos o pilares funerarios musulmanes que se exponen
en en este patio. Pertenecen al siglo XI y en ellos se grabaron
fecha y nombre de la persona a la que estuvieron dedicados.
Otra magnífica
pieza que se expone de época de dominación musulmana
es el brocal de mármol de un aljibe que perteneció,
nada menos, que a la mezquita mayor de Toledo
Por la inscripción
se sabe que fue realizada en el año 1032 y mandada construir
Ismail Dü-l-Nün al-Zafir, primer rey de la dinastía de los Du-l-nuníes
en la taifa toledana y padre del famoso al-Mamún.
También
mencionaremos un arco angrelado mudéjar de yeso procedente
del Callejón de San Ginés, de los siglos XIII
o XIV.
Mosaicos
romanos
En una de
las estancias que se abre al patio nos reciben dos magníficos
mosaicos romanos: el llamado 'Mosaico de las Cuatro Estaciones'
y el 'Mosaico con escenas portuarias', ambos procedentes de
una villa romana de la Vega Baja.
En concreto,
en este último, llama la atención la iconografía
a base de escenas marinas y pesqueras, con gran profusión
de tipos de peces y embarcaciones.
Piezas
visigodas
De
este importante periodo de la ciudad de Toledo, en que fue ciudad
regia del reino Hispanovisigodo, el Museo de Santa Cruz expone
numerosas obras.
De
material pétreo hay pilastras, placas, dinteles, columnas
monolíticas, basas, etc. También hay piezas de
metal, como llaves, utensilios y diversos efectos de adorno
personal.
Colección
de Bellas Artes
La
colección de Bellas Artes del Museo de Santa Cruz cuenta
con numerosas pinturas de los siglos XVI al XVII, donde destacan
algunos cuadros de El Greco como 'La Asunción de la Virgen'
y un retablo de Berruguete.
De
época medieval hay un Cristo gótico de tres clavos.
Es una pieza de imaginería de madera realizada a finales
del siglo XIII procedente, nada menos, de la famosa Ermita del
Cristo de la Luz.
No
es demasiado grande y estaba colocado en un retablo. La cruz
es espinosa y llama la atención que el perizonium deja
ver la pierna derecha, aunque tal peculiaridad se debe a un
retallado posterior.