Guía
del Románico en el Golfo Ártabro
El
Golfo Ártabro es un entrante del Atlántico que
obliga a la costa gallega formar un ángulo recto tan característico
en su geografía. Ocupa rías tan significativas como
la de La Coruña, Betanzos y Ferrol.
Pero el Golfo
Ártabro es, para nosotros, algo más importante. Es uno
de los corazones monumentales de Galicia.
Alrededor
de estas irregulares costas se erigieron un gran número de
templos románicos imposibles de abarcar en una sola página.
Por eso hemos
elegido tres de ellos por su gran relevancia: San Juan de Vilanova,
San Miguel de Breamo y Xubia
Paradójicamente estas
tres iglesias románicas tiene muchas diferencias estilísticas.
Aunque su distancia geográfica no exceda unas pocas decenas
de kilómetros, el caso es que parecen templos extraídos
de tres regiones o incluso tres países distintos.
San Juan de Vilanova es un
episodio primitivo del románico en Galicia, entroncado con
el románico lombardo y el mundo prerrománico asturiano.
La capilla de san Miguel de
Breamo se ha asociado con el mundo de los templarios. No hay datos
que aseguren tal cosa, pero lo que sí parece claro es que su
estructura sobria y rotunda parece tener nexo de unión con
lo militar.
Por último, San Martiño
de Couto en Xubia es el templo de un antiguo monasterio, que estilísticamente
pertenece al románico tardío gallego, de formas más
clásicas que las anteriores, y con una soberbia cabecera, de
lo mejor del románico coruñés.
San
Juan de Vilanova
La iglesia
de San Juan de Vilanova es una pequeña construcción
cuyo encanto radica en su probable antigüedad.
Se asigna
su edificación a la franja central del siglo XI, por lo que
constituiría una de las primeras construcciones del románico
gallego, muy apegado al arte asturiano de los siglos altomedievales.
La razón
para atribuirle tal antigüedad es la curiosa y excepcional articulación
del ábside al estilo "lombardo", es decir con decoración
de lesenas y arcuaciones ciegas.
Este tipo
de estructuras son propias del primer románico catalán
y aragonés, y fuera de estas regiones es prácticamente
inexistente.
Sin embargo,
el ábside de San Juan de Vilanova presenta claras diferencias
estructurales y estéticas con el románico lombardo puro,
como es el uso de sillería en lugar de sillarejo.
San
Miguel de Breamo
San Miguel
de Breamo es una curiosa construcción románica perfectamente
conservada.
Tiene planta de cruz latina
y la cabecera tiene
tres ábsides, siendo el central mucho más alto que los
laterales.
Lo primero
que llama la atención es su solidez. Apenas hay vanos de iluminación
y la puerta de ingreso -en el muro occidental- es estrecha y sin las
habituales arquivoltas que dan sensación de amplitud al vano.
Esto, junto a su planta angulosa con multitud de contrafuertes, confiere
a San Miguel de Breamo una estampa de templo-fortaleza.
De nuevo,
el románico gallego nos ofrece una prueba más de la
conservación íntegra de sus iglesias, gracias a la dureza
del granito que ha paralizado su deterioro y su sustitución.
Iglesia
del Monasterio de San Martiño de Couto (Xubia)
Xubía
se encuentra en el municipio de Narón, a poca distancia de
Ferrol.
La iglesia
de San Martiño de Couto perteneció a un monasterio construido
a finales del siglo XII, aunque este cenobio ya existía tiempo
atrás como monasterio cluniacense.
Hay varios
aspectos que hacen de San Martiño de Xubia un edificio especial.
Primero su ubicación a pocos metros del mar. No es frecuente
encontrar románico tan pegado a las costas.
Otro aspecto
interesante es su soberbia cabecera románica, de gran prestancia,
gracias al juego volumétrico de sus columnas, ventanales y
cornisas, todo ello de muy equilibradas proporciones.
Por
último, es reseñable la gran colección de canecillos
de dicha cabecera. Aunque no son de talla refinada, sí son
expresivos los personajes que aparecen acurrucados o protagonizando
escenas eróticas, al igual que diversos animales.
También
diremos que en el interior de la iglesia de San Martiño de
Xubía, además de capiteles vegetales, existe uno de
un combate entre caballeros, lo que constituye una rareza en el románico
gallego.