Descripción
de la ruta
En esta ruta recorreremos la franja central y oriental
de la provincia de Burgos (en las proximidades de la capital, Briviesca
y Miranda de Ebro), buscando algunos de los mejores ejemplos de
su esplendor monástico medieval. Pero en este caso, nos ocuparemos
de monumentales e históricos cenobios que por diversas circunstancias
no ocupan páginas de las guías turísticas convencionales
y que para la inmensa mayoría de los aficionados al arte
han pasado desapercibidos.
Monasterio de San Salvador de Palacios de Benaver
Considerado por algunos como uno de los cenobios más
antiguos de Castilla, el del Salvador de Palacios de Benaver fue
un monasterio benedictino de monjas, todavía habitado por
ellas, ubicado cerca del Camino Francés a Santiago de Compostela,
a pocos kilómetros al oeste de la capital burgalesa.
Además del templo abacial gótico, disfrutaremos
de la contemplación de uno de los Cristos románicos
más antiguos y espectaculares de Castilla. Hay otras obras
de arte apreciables como los sepulcros de algunos miembros de la
familia Lara.
Iglesia de San Esteban de Hormaza
Dada la cercanía de la aldea de Hormaza a Palacios
de Benaver, nos acercaremos a contemplar la preciosa portada románica
de su iglesia parroquial.
Estamos ante una portada exquisita y repleta de escultura
relacionada con el mundo silense, siendo la parte más importante
el conjunto de relieves que muestra un mensario o calendario agrícola
completo.
Monasterio de San Juan de Ortega
Visitaremos el magnífico monasterio burgalés
de San Juan de Ortega, uno de los más emblemáticos
cenobios románicos de la Ruta Jacobea.
En este antiguo monasterio románico destaca
la monumentalidad de su iglesia, con rotunda cabecera románica
-especialmente el ábside central- y la colección de
capiteles de su interior. Particularmente es muy conocido el del
Ciclo de la Natividad que es iluminado por los rayos de luz solar
equinoccial todas dos veces la año.
Iglesia de la Asunción de la Virgen del Gumiel
de Izán
El gigantesco templo parroquial gótico renacentista
de la villa de Gumiel de Izán (conjunto histórico
artístico) cierra por el costado norte una de las plazas
castellanas más exquisitas y bien conservadas de la provincia
burgalesa. Guarda como museo parroquial un lapidario de columnas
procedente del antiguo y prácticamente desaparecido Monasterio
de San Pedro.
Este cenobio fue priorato de Santo Domingo de Silos
antes de pasar a la Orden del Cister. De tiempos de su dependencia
silense son las columnas citadas con hermosísimos capiteles
del bestiario románico. Durante un tiempo se pensó
que el claustro aparecido en Palamós se correspondía
con éste de Gumiel de Izán.
Monasterio Cisterciense de Santa María de
Villamayor de los Montes
Una de las más hermosas joyas poco conocidas
de la provincia burgalesa es, sin duda, este monasterio de monjas
del Cister (actualmente habitado) dependiente del de Las Huelgas.
El monasterio de Villamayor tuvo gran poder a partir del siglo XIII
y pudo costearse un perfecto templo ojival, de gran equilibrio y
monumentalidad.
Con todo, es el enorme y majestuoso claustro la parte
más espectacular que atesora. De tradición románica,
muestra similitudes evidentes con el del citado Monasterio de Las
Huelgas y también del palentino de San Andrés de Arroyo.
Monasterio de Rodilla
Ubicada en un impresionante valle entre altas montañas
llenas de verdor, la llamada Ermita de Nuestra Señora del
Valle de Monasterio de Rodilla fue en la Edad Media el templo de
un pequeño cenobio dependiente de Oña.
Esta perfecta iglesia románica es un templo
de líneas arquitectónicas rotundas, con interesantísimo
ábside y campanario sobre la nave. Las vistas que se tienen
de esta iglesia desde diferentes ángulos harán las
delicias de los aficionados a la fotografía.
Santa Gadea del Cid
Este precioso pueblo del oriente de Burgos fue declarado
Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto
Histórico en 1973 gracias a su concentración monumental.
Aquí visitaremos los restos de su castillo originario del
siglo XI, su iglesia parroquial gótica y su preciosa "ermita"
románica de la Virgen de las Eras.
Pero también ha hecho famosa esta localidad
la buena conservación de la arquitectura tradicional de sus
calles y espacios como, por ejemplo, la plaza mayor asoportalada
cercada de viviendas con entramados de vigas de madera.