Guía
monumental (arte e historia) de Albaida, Valencia
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Albaida |
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Valencia |
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Vall
d`Albaida o Valle de Albaida |
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6.269 |
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323 |
Introducción
a la guía de arte (monumentos y rutas) de Albaida, Valencia.
Albaida es una localidad
de la provincia de Valencia. La comarca donde se encuentra,
el Valle de Albaida, toma su nombre de ésta. El origen
de este gentilicio es árabe, significa "La blanca",
seguramente por el color blanco predominante en las tierras del
lugar. Se encuentra situada a medio camino entre Valencia y Alicante.
Albaida es nombrada ciudad por el Rey Alfonso XIII en 1906. Albaida
cuenta con 6.269 habitantes, según el INE en 2007.
Albaida
muestra vestigios de poblamiento desde época íbera,
aunque la ciudad como tal tiene origen musulmán, pasando
a formar parte de la Corona de Aragón en 1244, expulsando
al poco tiempo a los musulmanes de la villa y repoblándose
con cristianos. En 1604, pasó a denominarse Marquesado
de Albaida del que formaba parte la ciudad y sus pueblos limítrofes.
Albaida adquirió un gran protagonismo durante la Guerra de
la Independencia por su resistencia contra los franceses, en este
mismo siglo se sientan las bases del cultivo de la vid y la industria
de la cera, germen del auge que en el siglo XX se producirá
en la industria y la fabricación textil.
Monumentos
de Albaida
Albaida fue declarada de
atracción turística en el año 2002 por su interesante
conjunto histórico-artístico y museístico.
El casco antiguo, aún conserva restos de las murallas
almohades y es donde se encuentran los monumentos más
importantes de la población. Desde la Plaza de la Villa
se puede pasear por las estrechas callejuelas, admirar antiguas
casonas y casas encaladas y edificios emblemáticos como el
Palacio de los Milà y Aragó y la iglesia
arciprestal de Santa María . La visita se puede completar
con varios museos, como el museo de belenes, la casa- museo
José Segrelles y el museo de títeres.
Murallas
Medievales
Todavía pueden verse
por la ciudad restos de las murallas medievales (del siglo
XI al XIV), casi todos asimilados a construcciones más modernas,
pero aún quedan varias puertas de acceso, como la puerta
de la Villa o Porta de la Vila que fue la entrada principal
a la ciudad y es la más llamativa constructivamente. Se construyó
en 1460 con sillares de piedra calcáreos y se cierra en su
parte superior por un arco de medio punto en el que hay un tejadillo
de teja árabe. La dovela central se adorna con el escudo
de armas del primer conde de Albaida. En 1522 sufrió daños
durante las Guerras de las Germanías, quedando testimonio
de esto aún en sus muros y por la reconstrucción que
se hizo posteriormente, con materiales de peor calidad que los originales.
La Puerta de Ontinente
o Porta d'Ontimyent fue construida en el siglo XIV aprovechando
una torre vigía islámica del siglo XIII. Otro acceso
antiguo que aún se conserva es la Puerta de Aljorfa
o Puerta de Valencia, entre la villa y el barrio de Raval
Jussà o de Baix, que estaba en la llegada al camino de Valencia
y miraba hacia el poblado de Aljorfa. Se encuentra en la zona más
baja del pueblo y en la Edad Media quedaba extramuros, esta puerta
se ensanchó en su parte inferior durante el siglo XX para
facilitar el acceso de vehículos.
Plaza
de la Villa
Por la Puerta de la Villa
llegamos directamente a la Plaza de la Villa, donde aún
vemos algunos lienzos del antiguo recinto amurallado presentes en
edificaciones. En esta plaza encontramos casi todos los edificios
y monumentos importantes de la localidad: la iglesia de Santa María
de la Asunción, la parte posterior del palacio de los Milà
y Aragó, el acceso a la casa museo de José Segrelles,
la casa de los Valcaneda (con cronología del siglo XVI, aquí
se ubicaba antiguamente el ayuntamiento), el museo de belenes, el
Museo Internacional de Títeres y la casa Abadía (siglo
XVIII).
Iglesia
Arciprestal de Santa María
La Iglesia Arciprestal
de Santa María ubicada en la plaza de la Villa, es una importante
construcción realizada entre 1592 y 1621 en estilo gótico
valenciano, que sustituyó a una más antigua (del siglo
XIII) y de menor tamaño, dedicada a la Asunción de
María. Posteriormente fue restaurada, en 1830. Tiene un alto
campanario de planta cuadrada utilizado como torre de vigilancia
hasta mitad del siglo XIX, cuando se le añade el remate que
ahora puede contemplarse. La fachada destaca por su simplicidad
y sus dos portadas renacentistas.
Su planta presenta nave
única con capillas entre contrafuertes. En las capillas se
puede disfrutar de distintas obras de arte como las esculturas neobarrocas
de Gallarza, la cama imperial de Nuestra Señora de Agosto
(del siglo XVII) y una preciosa pila bautismal de mármol
del siglo XVIII. El altar mayor pertenece al XVII. La decoración
se completa con obras ya contemporáneas, ya que muchas de
las pinturas de la iglesia las realizó el albaidense José
Segrelles, como los lienzos de la capilla Real de la Comunión
(edificio adyacente ya de cronología del siglo XIX). En la
sacristía podemos encontrar varias piezas únicas de
orfebrería religiosa, entre las que destaca la Vera Creu,
un relicario de plata realizado en el siglo XV en estilo gótico.
Palacio
de los Milà y Aragó
El Palacio de los Milà
y Aragó, es junto a la iglesia comentada, uno de los edificios
emblemáticos de Albaida y está considerado Bien de
Interés Cultural. Su origen se debe a las primeras murallas
construidas por los árabes en el siglo XIII, ya que el Palacio
aprovechó tres de las que fueron torres de defensa de la
ciudad para su conformación: la de Poniente, la Central y
la torre Palacial. Se erige a finales del siglo XV (1471-1477) con
aspecto palaciego como residencia de los Marqueses de Albaida, y
entre sus muros se adosaba la Puerta de la Villa.
El palacio sufrió
una gran reforma en los últimos años del siglo XVI
y principios del XVII, cuando se derribó parte del Palacio
debido a la reedificación de la Iglesia Arciprestal que necesitaba
de más terreno. En el siglo XIX se habilitó la actual
entrada principal desde la plaza Mayor, consolidándose al
mismo tiempo la base de las torres. En los frentes del Palacio destacan
preciosos escudos heráldicos de distintas épocas.
El interior del palacio
tiene importantes las pinturas barrocas del albaidense Bertomeu
Albert (de finales del siglo XVII). De entre las diferentes estancias
del Palacio, especialmente significativas son: la Sala del Trono,
de la Música, del Cristo, la Blanca y el dormitorio y la
sala del marqués. En la parte ya rehabilitada del palacio,
con acceso desde el interior, se haya el Museo Internacional de
Títeres de Albaida. En el palacio se encuentra también
una gran maqueta que reconstruye la villa de Albaida del siglo XV
de manera detallista y bien documentada. Por desgracia, en enero
de 2008 el Palacio sufrió un incendió que destruyó
una parte del mismo.
Convento
de la Purísima de los Padres Capuchinos
El Convento de la Purísima
de los Padres Capuchinos, está situado en la plaza del convento.
Es un construcción gótica de la que sólo queda
hoy en día su iglesia, de nave central con dos laterales
con capillas. Adosadas al lado derecho de la iglesia encontramos
estancias de diferentes alturas, con ventanillas de ladrillo macizo
y rejas de hierro forjado. La fachada de la antigua iglesia del
convento aún conserva un interesante conjunto de azulejos,
destaca por su blancura y su triple alzada.
Otros
monumentos y museos de Albaida
Aparte de estos monumentales
edificios de Albaida, otras instalaciones merecen la atención,
como la Casa- Museo del Pintor albaidense José Segrelles
(1885-1969), ubicada en una callecita que da a la plaza del Pintor
Segrelles, cerca de las construcciones anteriormente comentadas.
Se trata de una casa diseñada y construida por el propio
artista en 1943, en la que destaca la decoración de gran
parte de la edificación con motivos árabes. Los herederos
se han ocupado de conservarla como cuando éste vivía.
Se guarda en su interior más de 150 obras originales del
pintor, muchas de ellas ilustraciones para libros como El Quijote,
Las mil y una noches, o las novelas de Blasco Ibáñez.
La biblioteca está muy bien dotada, con unos 11.000 ejemplares.
Otro museo interesante de
la población es el de Belenes. Fue inaugurado en Diciembre
de 2002 y alberga una gran colección de dioramas realizados
en su mayor parte por la Asociación de Belenistas de Albaida
que ambientan distintos pasajes bíblicos en lugares emblemáticos
de la propia ciudad.
El Museo Internacional
de Títeres de Albaida. Se encuentra en el interior del
Palacio de los Marqueses, y exhibe marionetas de todo el mundo.
Los títeres tienen gran tradición en la zona, celebrándose
cada año la Muestra de Títeres de la Vall de Albaid.
Fue un grupo de teatro de títeres local el que le lideró
la idea de realizar un museo, que se inauguró en 1997. Contiene
varias salas de exposición, centro de documentación
y sala de proyecciones y un pequeño taller didáctico
para el manejo práctico de las marionetas.
Sala de Exposiciones
Francisco Ridaura. Se trata de una sala de exposiciones, dedicada
a un pintor local contemporáneo, donde puede verse la exhibición
permanente de su obra, en la que predominan los paisajes y vistas
de su Albaida natal. Está situadaen la Calle Eduardo Torres
nº 6.
Aparte de todas estas instalaciones
y monumentos, por toda la ciudad pueden contemplarse bellas fuentes
de piedra. En la calle Nicolás Factor, encontramos una
del siglo XVII. Hacia la Plaza de la Villa, la fuente de la plaza
del siglo XVII cuyo remate escultórico barroco formaba parte
de la antigua muralla. También en la calle Mayor se encuentra
la fuente de la Barrera, del siglo XVII. Otra fuente monumental
es la del final de la calle Nueva, la Fuente del León o de
Nuestra Señora del Remedio, de 1884, con doce grifos, la
escultura de un león y entre la rica decoración, el
escudo de Albaida. La fuente del Barrio, en la calle Arqueólogo
Ballester, es una fuente pública construida en 1789 con un
muro sobre el que se disponen doce caños, dos esculturas
paganas y una hornacina de San Antonio Abad, patrón del Barrio,
completan la decoración.
En la ciudad de Albaida,
se encuentran también varias ermitas muy sencillas
que se levantaron o reedificaron en el siglo XIX, destacan por su
decoración cerámica: ermita de San Juan, ermita de
San Miguel, ermita de San Antonio Abad, ermita de San José.
(Autora
del texto del artículo/colaboradora de ARTEGUIAS:
Natalia Molinos Navarro)