Guía
monumental de Íscar, Valladolid
|
|
Íscar |
|
|
Valladolid |
|
Tierra
de Pinares |
|
6.300 |
|
763 |
Información
general sobre Íscar
Íscar
es una importante población de Valladolid que hasta el siglo
XIX perteneció a Segovia. Se encuentra, por tanto, en la
zona meridional de la provincia.
Es la capital
de la Tierra de Pinares vallisoletana y comparte con Olmedo, Cuéllar,
Alcazarén y otros núcleos históricos de la
zona rasgos comunes en su arte y arquitectura, como es la presencia
de románico y sobre todo, mudéjar.
En concreto,
en esta guía dedicada a Íscar vamos a tratar de los
siguientes monumentos: el famoso castillo, la iglesia románica
de San Miguel y la mudéjar de Santa María.
También
nos adentraremos en la llana Tierra de Pinares y visitaremos dos
poblaciones cercanas para ver sus iglesias parroquiales con restos
románicos y mudéjares (Cogeces de Íscar y Villaverde
de Íscar)
Monumentos
de Íscar
Íscar
presume de una terna monumental de gran interés, el formado
por su castillo y las iglesias de San Miguel y Santa María,
románica y mudéjar respectivamente.
Castillo
de Íscar
Como era fácil suponer,
tratándose Íscar de una población histórica
vallisoletana, no falta su castillo.
El castillo de Íscar
se asienta en lo alto del cerro que se yergue sobre la población
actual. Como la mayoría de los castillos españoles
lo que vemos es una reconstrucción bajomedieval para uso
palaciego a partir de edificaciones militares anteriores.
En concreto, de este castillo se conoce su existencia en el siglo
X pues tomado por el califa Abderramán III.
A lo largo de la Baja Edad
Media perteneció a la familia Haro y a los Zúñiga.
Fue uno de estos nobles, Pedro de Zúñiga quien lo
mandó reconstruir durante la segunda mitad del siglo XV.
Actualmente el castillo
de Íscar está siendo restaurado para su utilización
como museo de la madera. Consta de un recinto amurallado muy desigualmente
conservado con lienzos rectos salpicados de grande torres cilíndricas.
La torre del homenaje es
soberbia y forma una especie de polígono con torres y garitones
en sus vértices, alguno de los cuales incorpora su escudo
nobiliario.
Iglesia
de San Miguel
La iglesia
de San Miguel de Íscar es un notable ejemplar románico
de las últimas décadas del siglo XII o comienzos del
XIII que se halla situado en el extremo occidental de la villa
Realmente la
parte románica es la cabecera, construida con buena sillería
y articulada al modo clásico, con columnas y tres ventanales
que tienen dos arquivoltas y un guardapolvos ajedrezado.
Los cimacios
de los capiteles que se impostan por el ventanal llevan flores inscritas
en círculos.
Las figuras
de los capiteles no se limitan a cestas floreadas sino que muestran
animales y otras figuraciones que, por desgracia, se encuentran
fatalmente deterioradas por la erosión.
La conformación
de los ventanales así como la decoración de impostas,
guardapolvos y capiteles están muy relacionadas con el románico
segoviano. En este sentido basta con recordar que Íscar se
encuentra a escasos kilómetros del límite provincial
con Segovia.
Además
de los canecillos que muestran diversos motivos geométricos
y zoomorfos, lo más interesante de su escultura románica
son los capiteles que soportan el arco triunfal cuya iconografía
es compleja pues muestran el Pecado Original junto a una sirena
y otra escena confusa con varios personajes.
Iglesia
de Santa María
La iglesia
de Santa María de Íscar es un edificio románico-mudéjar
del siglo XIII, cuya nave fue reemplazada en diversas obras llevadas
a cabo entre los siglos XVI y XVIII. Se conserva, por consiguiente,
su hermosa cabecera, restaurada acertadamente.
El tambor absidal
se decora con tres pisos de arcos murales doblados de medio punto,
con la particularidad de que las pilastras de ladrillo que sirven
de prolongación a los arcos se apoyan sobre las claves de
los inferiores, solución decorativa que también veremos
repetida en las ruinas de san Pedro de Alcazarén.
Por encima,
pequeños frisos de esquinillas coronan los arcos superiores.
Más arriba y como base de sustentación del alero,
una corona de ladrillos cortados en forma de nacela, y por último
un friso de ladrillos a sardinel.
El tramo presbiterial
cambia de decoración. Los dos pisos inferiores tienen arcos
doblados ciegos, con la particularidad de que en este caso existen
alfices rodeando cada arco. El piso superior cambia de aspecto al
presentar recuadros verticales geminados también rodeados
por alfiz.
El arco triunfal
es apuntado, como la bóveda de medio cañón
que cubre el presbiterio. El ábside, como cabía esperar
es de cuarto de esfera.
Este templo
de Santa María, soberbio ejemplar de cabecera al "Modelo
de Tierra de Pinares" es Monumento Histórico-Artístico
desde el 3 de junio de 1931.
Ábside
de la antigua iglesia de San Pedro
La intervención
del Ayuntamiento de Íscar ha permitido la demolición
de una vivienda que tapaba el ábside de la antigua iglesia
de San Pedro.
Este edificio
románico mudéjar había sido convertido en fábrica
de harinas entre otros usos pero el citado ayuntamiento ha decidido
su recuperación, lo que no será tarea fácil
dado el deterioro del mismo.
Esta cabecera
del siglo XIII presenta prácticamente idénticas características
que su vecino el de la iglesia de Santa María de los Mártires.
En
los alrededores de Íscar
Muy cerca de
Íscar, en dirección al norte está la población
de Cogeces de Íscar.
Su iglesia
dedicada a San Martín de Tours es Monumento Histórico-Artistico,
así declarado el 24 de noviembre de 1983. A pesar de tal
calificación, echamos de menos una adecuada restauracióm,
al menos de la parte más antigua, la portada del siglo XIII
que encontramos en su muro meridional.
Tiene cuatro
arquivoltas baquetonadas y de dientes de sierra con guardapolvos
de puntas de diamante, sobre columnas con capiteles vegetales. Se
trata de un típico modelo tardorrománico de tradición
cisterciense.
Partiendo de
Íscar, pero esta voz hacia el sur nos encontramos con el
pueblo de Villaverde de Íscar, aunque ya en la provincia
de Segovia.
En Villaverde
de Íscar, la Iglesia de San Sebastián sufrió
importantes reformas barrocas. De época románica destaca,
por su antigüedad, el exterior del ábside mudéjar
de ladrillo, segmentado en tres cuerpos. El primero está
formado por recuadros y los dos superiores por arcos ciegos que
tienen la particularidad de que los más altos cabalgan sobre
las claves de los del inferior.
El irregular
trazado de arquerías denota el trabajo de unos artífices
rurales poco avezados y que imitaban las formas de otros templos
mudéjares mejor construidos de la zona.