Urueña
es una singular población de Valladolid localizada en un
alto de los Montes Torozos, que es, sin duda, una de las comarcas
más interesantes desde el punto de vista paisajístico
y monumental de la provincia de Valladolid.
Y
decimos que Urueña es un pueblo singular por su ambiente
medieval que se respira por el trazado de sus calles y rincones.
También tiene un muy interesante patrimonio monumental, del
que destacamos la iglesia parroquial de la Asunción
y especialmente la Ermita de la Anunciada y el conjunto formado
por la muralla y el castillo.
Otro de los alicientes de
visitar Urueña es su proximidad a interesantes lugares de
las provincias de Valladolid y Zamora, como al final indicaremos.
Introducción
a su historia
La historia de Urueña,
como la de tantos lugares del interior de la Península se
vincula a tiempos ancestrales, desde le Neolítico pasando
por el mundo celtibérico (fue poblada por vacceos) y también
se sabe de la ocupación romana de este cerro.
Los periodos de dominación
visigoda y árabe son de completa oscuridad hasta el siglo
X en que empieza a haber noticias documentales.
En el siglo XI se edifica
el castillo y entre el XII y el XIII el actual conjunto amurallado.
El personaje clave de la historia de Urueña es la infanta
doña Sancha, hermana de Alfonso VII que fue dueña
de la villa y se ocupó de su repoblación, de la construcción
de la citada muralla y de la reconstrucción de la iglesia
de la Anunciada.
Iglesia
Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
La iglesia parroquial
de la Asunción de Urueña está situada al
norte del casco urbano, cerca de la puerta del Azogue de la muralla.
Fue construida sobre los
restos de una iglesia anterior románica dedicada a Nuestra
Señora del Azogue.
Es
un templo tardogótico del siglo XVI aunque con la consabidas
reformas y añadidos de otros siglos.
Por ello, quizás,
la parte de su arquitectura más interesante es una desapercibida
puertecita que se conserva en el muro norte y que actualmente se
encuentra tapiada. Tiene dos arquivoltas apuntadas, y aunque no
es fácil datarla, por su simplicidad, podría ser del
siglo XIII.
Entre los bienes muebles
de la iglesia hay que citar un Cristo crucificado gótico
del siglo XIV y una pila bautismal procedente de la antigua iglesia
parroquial de San Andrés.
Urueña.
Ermita de la Anunciada
La Ermita de la Anunciada
es, sin duda, el monumento más importante y valioso de Urueña.
Y es que se trata de uno de los edificios más peculiares
del románico castellanoleonés por ser uno de los contadísimos
edificios perteneciente al primer románico o románico
lombardo, no sólo de la provincia de Valladolid, sino de
toda Castilla y León.
La ermita de Santa María de la Anunciada fue la iglesia del
monasterio de San Pedro y San Pablo de Cubillas, de origen mozárabe.
Se encuentra a las afueras de la villa, en medio de campos de cereal
por lo que su contemplación es de intensa belleza.
El templo románico
lombardo que vemos actualmente debió construirse en la sexta
o séptima década del siglo XI (algunos autores piensan
que es, incluso, anterior a estas fechas), siendo, por tanto, uno
de los más primitivos edificios del románico castellanoleonés.
Tiene tres naves, más
ancha y alta la central, crucero no destacado en planta pero sí
en altura, cimborrio octogonal sobre el transepto y cabecera triabsidal
escalonada.
Lamentablemente, tan singular
y noble edificio no se ha librado de las edificaciones parásitas,
como la espadaña y el camarín de la Virgen adosado
a la cabecera, ambos realizados en el siglo XVII por el obispo Antonio
de Isla, amén de una sacristía unida al ábside
de la Epístola y un pórtico en su fachada de los pies.
Toda la ermita está
construida con sillarejo de piedra del Páramo de textura
muy porosa, que causa una engañosa impresión de envejecimiento.
Los muros se decoran con
los característicos arquillos y lesenas lombardas.
Las naves se abovedan con
medio cañón reforzado por fajones, que continúan
hasta el suelo mediante pilastras. Dos pares de vanos con arco de
medio punto abiertos en la parte superior de la nave central iluminan
el interior.
Todos los arcos formeros
y torales son de medio punto, lisos y sin dobladura, mostrando una
arquitectura limpia, muy propia casi de lo prerrománico.
El cimborrio de La Anunciada
es muy característico de esta fase del románico. Sobre
los cuatro arcos torales se edificaron trompas bien trazadas convirtiendo
el cuadrado en un octógono iluminado por cuatro vanos abiertos
a los puntos cardinales. A partir de aquí, progresivamente,
el octógono se transforma en cúpula semiesférica.
Muralla
y Castillo
Urueña es una ciudad
amurallada, cuyo castillo se ubica en una de las esquinas, apenas
diferenciable de la propia muralla.
La muralla es de mampostería
y se encuentra un tanto desmochada y rebajada, aunque presenta tramos
muy bien conservados. Tiene torres de planta semicircular y dos
puertas, la de la Villa y la del Azogue.
La de la Villa da al sur,
al vale donde se halla la iglesia de la anunciada Muestra un arco
apuntado como ingreso.
El conjunto de murallas
y el castillo de Urueña está en proceso de restauración
para devolverle su lozanía.
Otros
monumentos y lugares interesantes de Urueña
Otros lugares interesantes
son el monasterio de San Nicolás, llamado de Villabín,
del siglo XI, así como el Museo de Campanas o ir a la Fundación
Joaquín Díaz, guardiana del patrimonio musical, con
su museo de instrumentos musicales, situada en una casona del siglo
XVII.
Rutas
desde Urueña
La visita a Urueña
nos permite desplazarnos a dos lugares de gran importancia y atractivo
medieval, como son la iglesia mozárabe de San Cebrián
de Mazote (a 8 km.) y el monasterio de la Santa Espina (10 km.).
Algo más lejos, pero
a menos de media hora en coche, también podemos visitar la
iglesia mozárabe y románica de Santa María
de Wamba.
Si nuestros
pasos los encaminamos hacia el oeste, podremos contemplar la hermosura
del castillo de Tiedra y algo más alejado, ya en Zamora,
el de Villalonso. Esta ruta bien pudiera finalizar en la monumental
ciudad de Toro, que sólo se ditancia de Urueña una
treintena de kilómetros.