Principales edificios
Algunos de los principales
edificios del románico lombardo-catalán son:
Monasterio de San Martín
de Canigó
Este Monasterio fue construido
entre los años 1001 y 1009. Se trata de un complejo monástico
que los condes de Barcelona ponen a disposición de monjes
cluniacenses.
Este monasterio está
ubicado en una zona muy agreste.
Se trata de un edificio
de tres naves, entre las que hay pequeñas diferencias en
altura y en anchura. Dichas naves están cubiertas por bóveda
de cañón y divididas por columnas monolíticas
con capiteles muy rudimentarios de forma de cesta o pirámide
invertida, sin labrar o con una labra muy tosca y con talla a
bisel, en la que se aprecia una evidente influencia prerrománica.
Tiene una fachada sin
decoración, con una entrada de arco de medio punto. Tiene
cripta doble: una en los pies, cubierta con bóveda de arista
y realizada principalmente por función tectónica,
para nivelar el suelo, y otra en la cabecera, cubierta con bóveda
de cañón.
Dispone de torre muy esbelta
con influencia lombarda (dividida en cuerpos, decorada con bandas
y arquillos
) y con un remate muy interesante a base de almenas
escalonadas.
El claustro es posterior,
del románico pleno.
Monasterio de Ripoll
Otro de los grandes edificios de la arquitectura lombardo-catalana
es el Monasterio de Ripoll.
Oliba es nombrado abad
de este monasterio en el 1020 y restaura un antiguo edificio de
tres naves ampliándolo a cinco.
La cabecera es muy original,
con siete ábsides, sin precursores claros ni influencias
posteriores. Seguramente deriva de lo que se está haciendo
en ese momento en Cuxá.
La iglesia es de grandes
dimensiones, con cinco naves que están separadas con alternancia
de soportes (influencia otoniana a través de lombarda).
Todo el conjunto estaba
desde un principio abovedado, la nave central con bóveda
de cañón y las laterales con bóveda de aristas.
Tiene
dos torres, de las que sólo está elevada una, que
está rematada con merlones o almenas escalonadas; la otra
está desmochada. Estas torres se encuentran a los pies
de la iglesia, generando un pórtico con un atrio posterior
y que sirve para proteger la importante fachada, también
posterior, decorada con iconografía del importantísimo
scrpitorium que había en la iglesia. El lenguaje decorativo
es totalmente lombardo: bandas, arquillos y galerías enanas.
Ya desde principios del
siglo XI aparece una escultura monumental asociada a edificios
que se da por primera vez en territorio hispánico y que
se lo debamos posiblemente al abad Oliba: son los dinteles de
las iglesias de Sant Genís les Fonts (en Sant Genís
des Fontaines) y Saint-André de Sureda, ambos de la época
del abad y ubicadas en el Roselló.
Son especialmente importantes
porque es la primera vez que se ven portadas decoradas con fines
doctrinales. Se aprecia la influencia prerrománica en la
talla a bisel, los personajes encuadrados en arquillos de herradura,
etc.
El dintel de Sant Genís
les Fonts representa un pantocrátor con mandarla rodeado
de dos ángeles y de seis apóstoles encuadrados en
arquitos y el de Saint-André de Sureda representa lo mismo
sólo que los apóstoles son sustituidos por ángeles.
Iglesia de la Tossa
de Montbui
Iglesia de tres naves
cubiertas por una bóveda de cañón continua
divididas por soportes de muy poca altura con capiteles muy simple
de forma de cesta.
Es una iglesia muy baja
y rudimentaria. Al exterior está cubierta a dos aguas,
sobre la bóveda se colocaron cascotes y materiales poco
pesados sobre los que se dispuso la estructura exterior: al no
haber madera, se minimiza el riesgo de fuego.
Monasterio de Sant
Pere de Rodes
El Monasterio de Sant
Pere de Rodes está situado en un lugar muy apartado, por
lo que se ha conservado muy puro.
El edificio está
realizado en sillarejo. Es una iglesia de planta con girola, pero
su girola no tiene absidiolos. Es el primer edificio en territorio
hispánico con girola, aunque todavía está
muy poco desarrollada. Posiblemente se realizó con fines
profesionales, aunque no ha quedado clara totalmente su finalidad.
Tiene tres ábsides;
el central forma la girola, que es bastante estrecha. Está
totalmente abovedado. Tiene tres naves, la central cubierta por
tramos de bóveda de cañón separados por arcos
fajones y las laterales están cubiertas por bóvedas
de cuarto de cañón disimuladas por fajones de medio
punto.
Hay una gran diferencia
de altura entre la nave central y las laterales. Las naves están
divididas por soportes de clara influencia del mundo romano, ya
que hay superposición de elementos: sobre un gran basamento
se dispone una columna y sobre un cimacio se dispone otra columna
para ganar altura.
Se cree que tal estructura
pudo llevarse a cabo por influencia de algún edificio romano
que hubiese en esta zona, hoy día desaparecido. Tiene un
crucero de bóveda vaída y una cripta abovedada.
También tiene dos torres en los pies, de influencia otoniana
en cuanto a su colocación.
Monasterio de Sant
Vicenç de Cardona
El Monasterio de Cardona
es uno de los platos fuertes de la arquitectura lombardo-catalana.
Fue construido entre el
1021 y el 1040. La iglesia tiene tres naves y tres ábsides
y un crucero acusado en altura pero no en planta, con un cimborrio
con cúpula sobre trompas, que es especialmente importante
porque es la primera cúpula sobre trompas en territorio
hispánico.
Entre las
trompas y la cúpula hay una especia de tambor que está
horadado. Hay una gran diferencia en altura entre la nave central
y las laterales. La iglesia está totalmente abovedada,
con bóveda de cañón dividida en tramos por
arcos fajones en la nave central, y en las naves laterales con
bóveda de arista.
Estas naves están
divididas por pilares cruciformes. La articulación del
alzado vertical del edificio es sencilla, en dos pisos, y tiene
ventanas tanto en la nave central como en las laterales.
La iglesia de Sant Vicenç
de Cardona tiene una cripta en la zona oriental que hace que el
presbiterio esté sobreelevado. El ábside central
está organizado en el interior con una serie de pequeños
absidiolos que forman una corona.
San Miguel de Cuixa
Se encuentra en el Rosellón.
Tiene una planta muy interesante porque en ella se pueden ver
las influencias que tiene de Cluny II.
Comienza a realizarse
hacia el año 1040 y es una ampliación tomando como
modelo Cluny II sobre una construcción de finales del s.
X. Tiene una organización muy axial.
En la zona occidental
se organiza una especie de capilla que tiene una cripta que es
de planta circular, organizada en torno a un soporte central,
cubierta con una bóveda anular y que organiza un pequeño
ábside de planta semicircular. Esta cripta es llamada "Cripta
del Pesebre". En torno a ella se organizan dos pasillos que
van a dar a un espacio más abierto, que también
sería una cripta aunque no está clara su función,
probablemente tendría que ver con algún acto procesional.
Este espacio estaría
cubierto con bóveda que estaría aguantada por una
serie de soportes. Sobre esta cripta se realiza otra construcción,
también de planta centralizada, que es la llamada "Capilla
de la Trinidad", que está rodeada por una serie de
nichos que articulan el muro. Sobre los pasillos se organizan
unos pórticos que continúan hasta la iglesia y que
organizan una especie de atrio que también tendría
fines procesionales.
Toda esta construcción
es del siglo XI que se añadió a la iglesia del siglo
X que tenía 5 ábsides con y el ábside central
de planta cuadrangular. También en el siglo XI se remodeló
cierta parte de la cabecera. Cluny II tenía siete ábsides,
pero no alienados, más parecidos a Cuixá que a Ripoll.
El antiguo ábside crea una especie de deambulatorio. De
los ábsides del siglo XI, no se sabe si el central sobresalía.
También de esa época son dos torres, de las que
sólo se conserva una, en las que se observa una gran influencia
lombarda: estaban divididas en cuerpos, de los cuales el primero
era en talud, tenían vanos que van aumentando según
se aumenta en altura y tenían un claro lenguaje decorativo
lombardo.
La iglesia tiene tres
naves que están cubiertas con bóveda, aunque quizá
en un principio fueran cubiertas planas de madera, que estaban
divididas por arcos de herradura (influencia mozárabe del
siglo X) soportados por pilares de sección cuadrangular.
La
arquitectura lombardo-catalana tardía: Finales del siglo
XI y siglo XII
A partir de la segunda
mitad del siglo XI, en Cataluña no se produce una renovación
artística tan acusada como en resto del norte de la Península.
En el plano arquitectónico
se perpetúa la arquitectura lombardo-catalana y no se observa
la influencia del románico internacional que se propaga
por las rutas de peregrinación.
Así, este estilo se mantiene en la segunda mitad del siglo
XI y durante todo el siglo XII sin grandes cambios. Además,
Cataluña entra en una etapa convulsa políticamente,
con amenazas externas.
Ello se manifiesta en
la construcción de edificios en lugares recónditos,
especialmente en los valles Pirenaicos, con una arquitectura mucho
más popular. Durante esta época llegan influencias
muy variadas, pero que no acaban de fraguar.
Se construyen en los Pirineos,
iglesias de tres naves, algunas con cubiertas de madera y todas
con lenguaje decorativo totalmente lombardo, especialmente en
el exterior. Algunos ejemplos de construcciones en Cataluña
de esta época son Santa María de Taüll (con
las naves cubiertas con madera), Sant Climent de Taüll, Santa
Coloma de Andorra (con torre de planta circular) Sant Jaume de
Frontanyá (con una sola nave y tres ábsides), Sant
Serni de Tavernoles (cabecera triconque), Sant Pere de Burgal
(ábsides contrapuestos).
De esta fase tardía,
del siglo XII destaca especialmente:
Catedral de la Seu
d'Urgell
Pese a ser muy tardía,
de la segunda mitad del siglo XII, tiene un lenguaje totalmente
lombardo-catalán: