La
Catedral de Santa María de Astorga forma junto a
la muralla romana y el Palacio Episcopal el triángulo de
oro monumental de la ciudad.
La Catedral de Astorga
es un gran templo que incorpora diferentes corrientes artísticas
que abarcan desde el gótico, diferentes corrientes del
renacimiento, barroco y neoclasicismo.

La catedral de Astorga
que hoy vemos comenzó a construirse en el siglo XV, sobre
otra de estilo románico, y no se acabó hasta el
XVIII. Fruto de esta evolución y transformaciones, el interior
de la actual catedral es principalmente de estilo gótico-tardío.
Se estructura mediante tres naves con capillas adosadas, siendo
la nave principal de mayor anchura que las laterales.
Los pilares que dividen
las naves son fasciculados con multitud de baquetones que se prolongan
en los distintos nervios de las bóvedas estrelladas. Y
decimos baquetones pues en la catedral de Astorga estos soportes
no se pueden considerar columnas pues no rematan en capiteles,
sino que formar un todo continuo entre el fuste y los nervios.
En cuanto al alzado de
la Catedral de Astorga, presenta dos niveles, el de los arcos
formeros agudos y un amplio claristorio con grandes ventanales
también de perfil ojival con tracerías muy decorativas.
Por tanto se prescinde del nivel intermedio o triforio.

La soberbia fachada principal
es de estilo barroco, y se organiza a modo de retablo pétreo.
Aparece representadas escenas neotestamentarias como el Descendimiento
de Cristo, la imagen de la Asunción de la Virgen en una
hornacina y la de Santiago peregrino en el frontón.
También posee un
gran rosetón decorado con temas vegetales sobre el que
se encuentra el escudo de la monarquía.
Ya en el interior de la
catedral, concretamente en el presbiterio, se encuentra el retablo
Mayor, realizado en 1560, por Gaspar Becerra. Es un retablo de
cinco calles con escenas de la vida de la Virgen, la Asunción
en el centro y la Vida y la Pasión de Cristo. Sigue los
principios de simetría, mesura y corpulencia anatómica
característicos del renacimiento español.
Junto a la Iglesia, integran
el complejo catedralicio el Museo de la Catedral, el Archivo Diocesano,
y el Hospital de San Juan.