Catedral
de Monzón, Huesca (Concatedral de Santa María del
Romeral)
La concatedral de Santa
María del Romeral de Monzón es un poco conocido
templo aragonés. Fue colegiata desde 1607 y fue convertida
en concatedral junto a la de Barbastro en el año 1995 con
la creación de la Diócesis Barbastro/Monzón.
Se piensa que está
construida sobre el solar de la antigua mezquita mayor musulmana.
Se trata de un gran edificio románico de finales del siglo
XII y comienzos del XIII que sufrió en tiempos posteriores
reformas góticas, mudéjares y barrocas.
El templo románico
original era de medianas dimensiones, construido con sillería
arenisca y estaba formado en planta por tres naves (más ancha
la central), transepto y cabecera de tres ábsides escalonados
de planta semicircular con sus correspondientes presbiterios.
El ábside del Evangelio
fue sustituido por una capilla gótica poligonal del siglo
XVI con una recia bóveda de crucería de seis plementos diferenciados
por otros tantos nervios que se apoyan en ménsulas en las
esquinas.
Una importante modificación
sufrió también la concatedral de Monzón cuando
se construyó la torre mudéjar en 1613. Originalmente
habría un cimborrio románico sobre el crucero, alzado
sobre cuatro trompas que se han conservado. Pero en la fecha indicada
fue sustituido por un campanario mudéjar. Para ello se cubrió
el espacio de la cúpula con una bóveda de tradición
tardogótica.
Exteriormente este campanario
aprovecha la base de sillares del cimborrio románico. Luego
se cambia el material a ladrillo en el que está construida
toda la torre. El primer cuerpo es de planta cuadrada y los dos
siguientes octogonales más pequeños y muy austeros
en su decoración: con vanos de medio punto y decoración
mudéjar a base de rombos realizados con ladrillos en resalte
y cruces remetidas.
El resto del exterior del
templo está muy transformado y afeado por las sucesivas reformas.
Lo mejor es la cabecera que deja vistos el ábside central
y el meridional de época románica con sus tambores
semicilíndricos muy austeros con ventanales de doble arquivolta.
Sin embargo, entrar en su
interior supone una sorpresa. Es el momento en que apreciamos la
verdadera estructura románica del edificio. Las naves se
separan mediante pilares compuestos de núcleo de cruz griega
con una semicolumna en cada cara lo que permite tanto a la nave
central como a las laterales llevar bóveda de cañón
apuntado con arcos fajones de refuerzo. Igualmente, los citados
pilares compuestos permiten la dobladura de los arcos formeros y
fajones.
A la estructura estudiada
del templo románico primitivo se le añadieron en distintas
fechas, entre el siglo XV y el XVIII, hasta un total de cuatro capillas.
Tres de ellas prolongando el templo las naves hacia los pies y la
cuarta abierta al primer tramo de la nave norte.
Curiosamente, la zona de
la cabecera y el transepto no tiene columnas embebidas, pero sí
el resto de pilares, como ya hemos indicado. En estas gruesas semicolumnas
se conservan numerosos capiteles interiores con decoración
geométrica y vegetal, muy influidos por el espíritu
anicónico del Císter.
En definitiva la concatedral
de Santa María del Romeral de Monzón es un edificio
muy interesante, que a pesar de estar construido en u momento del
románico ya maduro (segunda mitad del siglo XII) sigue las
pautas estructurales de varias décadas atrás. Como
ya dijimos, sorprende al entrar en él, pues, salvo la cabecera
románica, desde el exterior apenas deja traslucir su carácter
medieval.
