La Catedral
de Tarazona se comenzó a construir en el siglo XII y fue
consagrada en 1232 como uno de los templos del gótico francés
más puros de Aragón con alzado a base de arcos ojivales,
triforio y claristorio.
Fue,
en gran medida, destruida dos siglos después por Pedro
I el Cruel en la guerra "de los Pedros".
A
partir del siglo XIV se renovó, apareciendo el estilo mudéjar
que afectó a la conclusión de las naves, las capillas
perimetrales, las fachadas exteriores, el cimborrio y la torre.
También debió eliminarse parte de la escultura monumental
gótica que engalanaba el edificio.
En general estamos ante
un templo de planimetría y estructura claramente góticás
(cabecera y naves) pero el cimborrio y el campanario son mudéjares
y la parte central del crucero es renacentista.
La torre fue construida
entre 1496 y 1491, siendo rematada con el último cuerpo
en 1588. Es de imponente
presencia y gran altura. Su decoración se resuelve a base
de gran número de frisos de esquinillasy rombos y mediante
troneras de medio punto.
En resumen, este campanario
no sólo es de lo mejor de Tarazona sino de todo el mudéjar
español.
Tras
la restauración que ha durado casi tres décadas
el complejo catedralicio refulge por su calidad y belleza. Uno
de los espacios recuperados es el claustro ubicado en el costado
meridional con las pandas o galería cubiertas por bóvedas
estrelladas de crucería. Lo más espectacular de
este recinto reservado a los canónigos es el conjunto de
celosías que tamizan la luz de los arcos. Son obra mudéjar
en yeso y cada dibujo es diferente a los demás.
Precisamente, en una de la crujías del claustro,
se han ubicado diferentes piezas arqueológicas descubiertas
durante las obras de restauración: capiteles visigodos
y románicos, columnas y cornisas góticas del templo
actual. etc.
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"Los monumentos de Tarazon"