El pasado sábado día 18
de octubre tuvimos la oportunidad de disfrutar de un nuevo viaje
guiado de ARTEGUIAS, el cual, tuvo como principal hilo temático
el arte mudéjar de la Comunidad de Calatayud, englobado
dentro de la declaración como Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco del Arte Mudéjar Aragonés.
Tal y como estaba previsto y con la alegría
añadida de un tiempo más propio del verano que de
estas fechas otoñales, salimos desde la madrileña
Avenida de América para, a través de la conocida
como Autovía de Barcelona (A-2), desembarcar en territorio
aragonés, concretamente a la población de Ateca.
En Ateca, tras desayunar en una céntrica cafetería
de la localidad, no quisimos perder la oportunidad de asomarnos
a la magnífica torre de su iglesia de Santa María,
una de las más antiguas e interesantes del mudéjar
aragonés y que nos sirvió como inmejorable toma
de contacto con el estilo que nos acompañaría durante
toda la jornada.
Desde Ateca, a través de una pintoresca carretera
que surcaba bellísimos parajes cuajados de olivos, vides
y una gran variedad de árboles frutales, pusimos rumbo
a la recóndita localidad de Tobed, la cual, se enorgullece
de atesorar uno de los monumentos mudéjares más
señeros de Aragón.
Frente a la iglesia de la Virgen de Tobed nos esperaba
su guía Victoria Trasobares, quién nos realizó
una interesante exposición centrada tanto en las características
formales del templo, como en las razones que justifican la existencia
de un monumento de tales características en tan escondido
lugar.
Desde Tobed desandamos parte del camino realizado
para llegar a la populosa ciudad de Calatayud, donde comimos en
el céntrico Mesón Puerta de Terrer.
Tras la comida se unió a nosotros el historiador
José Luis Cortés, creador de los programas "Mudéjar
Abierto" y "Mudéjar y más de la Comarca
de Calatayud" y verdadero impulsor y artífice de que
todas estas joyas del arte mudéjar sean accesibles al visitante.
Junto a él, iniciamos la jornada de tarde, que habría
de llevarnos a los templos de Cervera de la Cañada y Torralba
de Ribota.
En Cervera de la Cañada, además de
con José Luis, contamos con la inestimable compañía
de Don Pablo Rubio, párroco de la localidad y conocedor
de hasta el más mínimo detalle del templo.
Junto a él, tuvimos la oportunidad de leer
hasta la última de las inscripciones que adornan el interior
de la iglesia de Santa Tecla, entre ellas, la que nos permite
conocer a Mahoma Rami como el maestro de obras del edificio. Tras
ello, y frente a su cabecera, pudimos comprobar de primera mano
como el templo se yergue condicionado por la existencia de restos
de una antigua fortaleza.
Desde la localidad de Cervera de la Cañada
recorrimos los escasos kilómetros que la separan de Torralba
de Ribota, donde nos esperaba otra de las joyas mudéjares
tan desconocidas de la Comarca de Calatayud.
Frente a su iglesia-fortaleza de San Félix
tras comprobar sus analogías con la ya conocida iglesia
de Tobed visitada por la mañana, accedimos a su sorprendente
interior, en el que además de deleitarnos con las interesantes
piezas de arte sacro que custodia, se nos brindó la posibilidad
de subir a su paseo de ronda o andito, lo cual nos sirvió
para entender mucho mejor la doble función religiosa y
militar de estos extraordinarios edificios mudéjares.
Por último, regresamos de nuevo a Calatayud
para, ya con las sugestivas luces del atardecer, visitar brevemente
las dos torres mudéjares más conocidas de la ciudad:
la de Santa María y la de San Andrés, si bien algo
más tardías de las visitadas durante el resto del
día, de gran interés por su esbeltez y riquísima
ornamentación.
Tras un tiempo para recuperar fuerzas en la animada
Plaza del Mercado, emprendimos regreso hacia Madrid con el fin
de llegar dentro del horario previsto.
Muchas gracias a todos por vuestra compañía
y esperamos vernos de nuevo en próximos viajes guiados.