Crónica e imágenes del Viaje Guiado:
Navarra mística, 23, 24 y 25/10/15
Entre los días 23 y 25 de
octubre tuvo lugar el viaje guiado ARTEGUIAS titulado "Ruta
por la Navarra Mística", un recorrido que, en tres
jornadas, nos llevó a conocer varios de los lugares con
mayores resonancias místicas, simbólicas y legendarias
de la Comunidad Foral.
La expedición partió el viernes 23
desde la Plaza de Castilla, realizando dos paradas técnicas
durante el viaje de ida antes de llegar directos a comer a la
capital Pamplona, a cuya visita detallada dedicamos toda la jornada
del viernes por la tarde.
Comenzamos el itinerario urbano por su catedral,
construcción cuya fachada neoclásica no debe llevar
a engaños ya que, en su interior, puede apreciarse en todo
su esplendor una elegantísima arquitectura gótica
que, a su vez, vino a sustituir una obra románica anterior
que, a juzgar por los pocos elementos conservados de ella, debió
ser soberbia.
Tras visitar el interior catedralicio, realizamos
un interesante recorrido a través del museo habilitado
en torno a su claustro, deteniéndonos con especial atención
en varias de sus portadas, en los escasos restos románicos
apreciables, en el refectorio, y en una encantadora sala en la
que se exponen una notable cantidad de tallas marianas medievales.
A la salida de la catedral y acompañados por
la guía oficial María, nos asomamos a los miradores
de la antigua muralla, dirigiéndonos desde allí
al reformadísimo Palacio de los Reyes y continuando tras
él hacia la parroquia de San Saturnino o San Cernin, una
de las más monumentales de la ciudad.
A través de la calle Mayor y comentando cada
uno de los detalles que íbamos encontrando, atravesamos
la plaza de San Francisco hasta descender a la otra gran iglesia
gótica pamplonesa, dedicada a San Nicolás.
Para terminar el recorrido urbano por Pamplona, no
podíamos dejar de asomarnos a su conocidísima Plaza
del Ayuntamiento y a varias de las calles por las que discurren
los universales "sanfermines", acabando el recorrido
en la comercial Plaza del Castillo, donde tras un rato de tiempo
libre para tomar un refrigerio o realizar algunas compras, nos
reunimos para cenar en un céntrico restaurante de la ciudad.
A continuación, regresamos al autobús para acercarnos
al hotel.
La mañana del sábado la iniciamos aproximándonos
de nuevo al corazón de Pamplona para ascender a través
del moderno ascensor de Rochapea a las puertas del Museo de Navarra.
Este museo, de obligada visita para cualquier amante del arte
medieval, no suele estar tan concurrido como el de la catedral,
sin embargo, atesora piezas auténticamente sobresalientes.
Comenzamos el recorrido por la colección de
arte romano, deleitándonos con varios mosaicos procedentes
de diferentes villas romanas navarras. Tras ello, dedicamos mucho
más tiempo a comentar la soberbia colección de capiteles
procedentes de portada y claustro de la desaparecida catedral
románica pamplonesa, todos ellos de calidad exquisita.
En la sala contigua, la famosa Arqueta de Leyre era
otra de las piezas más esperadas, concluyendo la visita
por la también fantástica colección de pintura
gótica con que cuenta el museo.
De vuelta al autobús, tomamos rumbo norte
para acercarnos a uno de los lugares con mayores resonancias históricas,
místicas y legendarias de Navarra como es el conjunto monumental
de Roncesvalles.
Escenario de una batalla legendaria (con fuertes
dosis de leyenda) y etapa clave en el Camino de Santiago, en Roncesvalles,
tras explicar todos estos aspectos iniciamos la visita al conjunto
por la Real Colegiata de Santa María, edificio gótico
francés de gran pureza. Desde ella, accedimos al claustro
y a la impresionante tumba del rey Sancho el Fuerte.
Continuamos el recorrido a través de tan mágico
lugar por la pequeña iglesia de Santiago y por su contigua
capilla de Sancti Spiritus, popularmente conocida como "Silo
de Carlomagno", finalizando la visita en un pequeño
museo.
De nuevo en el autobús, un precioso recorrido
a través de paisajes de enorme belleza nos condujo hacia
el vecino Valle de Salazar, donde aprovechamos para reponer fuerzas
con una deliciosa comida en la población de Ezcároz.
Desde Ezcároz, una carreterita tan estrecha
como pintoresca rodeada de hayas, pinares y abetos nos condujo
en un recorrido auténticamente mágico gracias a
los colores que al paisaje regala el otoño hasta el corazón
de la Selva de Irati, desde donde realizamos un sencillo sendero
hasta la llamada cascada del Cubo.
Ya anocheciendo, regresamos al autobús para,
tras reponer fuerzas y cenar en la población de Ochagavía,
retornar a nuestro hotel de Pamplona no sin antes adaptar nuestros
relojes al cambio horario que tenía lugar esa noche.
La mañana del domingo, tras cargar las maletas
en el autobús, emprendimos rumbo norte para, desde la localidad
de Lekunberri y de nuevo a través de magníficos
paisajes, ascender a otro de los lugares con mayores connotaciones
históricas, legendarias y místicas de la Comunidad
Foral de Navarra.
Nos referimos al Santuario de San Miguel in Excelsis
de Aralar, de orígenes antiquísimos, rodeado también
por su leyenda y encumbrado en la misma cima de una airosa montaña
desde el que se divisan amplísimas panorámicas.
En el santuario, acompañados por su guía
oficial, pudimos recrearnos con sus purísimas formas románicas,
llamando poderosamente la atención a casi todos los asistentes
la capilla de San Miguel, concebida como una iglesia dentro de
otra.
Tras explicar detenidamente el maravilloso frontal
de Aralar que preside su ábside central, regresamos al
exterior para, aprovechando los tímidos rayos del sol,
realizarnos nuestra tradicional foto de familia.
Desde Aralar, iniciando ya nuestro acercamiento hacia
Madrid, quedaba como última parada temática la población
de Artajona, ya en la Navarra Media, donde tras la comida en un
mesón de la población, ascendimos al famoso Cerco
de Artajona.
El Cerco de Artajona es un recinto amurallado de
carácter defensivo que englobaba la primitiva población
artajonesa, conservándose en buen estado a día de
hoy nueve de las catorce torres con que contó.
También tuvimos ocasión de hacer una
detallada visita a la iglesia fortificada dedicada al santo francés
San Saturnino, donde tras explicar su monumental portada y su
interior, acompañados por la guía local Itziar,
los más intrépidos tuvieron la ocasión de
ascender a sus pasos de ronda.
Desde Artajona, tras una parada técnica
intermedia en Medinaceli, regresamos a Madrid despidiéndonos
hasta una próxima ocasión.
Muchas gracias a todos por vuestra compañía.