Crónica e imágenes del Viaje Guiado
al Románico de la ciudad de Segovia, el 16/02/13
Segovia es una ciudad que, como pocas, merece su
reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La mayoría de los turistas ocasionales, tanto españoles
como extranjeros, viajan a la capital segoviana en busca de una
gastronomía excepcional y de la emblemática terna
monumental formada por el acueducto romano, el alcázar
y la catedral gótica.
Sin embargo, Segovia es mucho más que eso.
En cada rincón se esconde un palacio, un convento, un jardín,
un museo o una iglesia románica.

Nuestro objetivo en este viaje era precisamente ése:
conocer cinco de los más de veinte templos de estilo románico
que atesora. Esas cinco iglesias reúnen elementos históricos,
arquitectónicos, escultóricos y pictóricos
que las convierten en verdaderas joyas monumentales.

Salimos a las 8:30 de Madrid, con buen tiempo y previsiones
tranquilizadoras. Una vez en el corazón de la ciudad, en
la Vía de Roma, recogimos a María Alcázar,
veterana guía oficial de la ciudad de Segovia, sin la que
nos hubiera sido imposible poder visitar el interior de todas
estas iglesias, normalmente repletas de misas, bautizos, bodas,
y hasta retransmisiones televisadas de misas -como en el caso
de La Vera Cruz-.

Desayunamos en la Venta de San Pedro Abanto, restaurante
tradicional ubicado, nada menos, que en una iglesia románica
de ladrillo del siglo XIII (la antigua parroquia de San Juan de
Requijada) en las afueras de la ciudad.
Desde este lugar a la iglesia de la Vera Cruz no
hay más de dos minutos por carretera, razón por
lo que llegamos puntuales a esta misteriosa y célebre iglesia
de planta centralizada. Como es lógico, iniciamos el debate
sobre la autoría de tan singular edificio: ¿De los
Templarios? ¿De la Orden del Santo Sepulcro?

Además, hicimos un detenido recorrido del
interior, con su espectacular edículo abovedado y su bonita
mesa de altar. En el exterior repasamos la iconografía
de los capiteles de sus dos puertas y pudimos estudiar las sepulturas
antropomorfas próximas a la cabecera.
Regresamos al corazón monumental de Segovia
para, ya dentro de la ciudad intramuros, visitar las iglesias
de San Martín y San Juan de los Caballeros.

En San Martín sobresale el núcleo interior
de dudoso origen prerrománico y especialmente los ábsides
laterales, la galería porticada que rodea tres de sus fachadas,
sus puertas y su pórtico occidental. Con diferencia, las
galerías oeste y norte son las más interesantes
pues en ella pudimos disfrutar de una buena colección de
capiteles de iconografía neotestamentaria.

A continuación, en la parte alta de la ciudad,
nos esperaba San Juan de los Caballeros -sede del Museo Daniel
Zuloaga- con su galería porticada, torre incompleta y una
estructura interior de dos fases bien diferenciadas dentro del
románico segoviano.

Tras una suculenta y reparadora comida
en San Pedro Abanto nos quedaban dos de los platos fuertes del
viaje para disfrutar durante la tarde: las iglesias de San Millán
y de los Santos Justo y Pastor.

San Millán resultó uno
de los lugares que más impresionó a nuestros compañeros
de viaje. Sus dimensiones son espectaculares y conserva prácticamente
todas sus estructuras románicas: cabecera, cuerpo de tres
naves, cimborrio, puertas y galerías porticadas en los
costados norte y sur.
Además de explicar el probable
proceso histórico de su construcción, ligado a talleres
aragoneses y abulenses, nos fijamos en los capiteles historiados
interiores y pudimos visitar los restos de la techumbre mudéjar
que cubría originalmente el templo.
La última visita no era un plato
menor, nada menos que la iglesia de los Santos Justo y Pastor
(conocida familiarmente en su formulación abreviada "San
Justo"). Se trata de un templo modesto aunque con una buena
torre campanario. Pero se ha hecho célebre gracias a las
pinturas románicas descubiertas en el siglo XX. Analizamos
la iconografía basada en el Apocalipsis de San Juan (Maiestas
Domini rodeado del Tetramorfos y los cuatro Evangelistas) así
como del ciclo de la Pasión (Crucifixión y Descendimiento)
además del Génesis (Creación de las criaturas
y el Pecado Original).

Antes de retornar a Madrid, dispusimos
de media hora para tomar un café y comentar relajadamente
detalles de lo vivido en la jornada.
Tan interesante es este viaje, que el
próximo sábado 23 de febrero, repetimos la misma
ruta con otros compañeros.
¡Hasta entonces!