Iglesia
de Vizcaínos de la Sierra, Burgos
Introducción
Vizcaínos
de la Sierra o, simplemente "Vizcaínos" es
un pequeño pueblo de la Sierra de la Demanda burgalesa, ubicado
a más de mil metros de altitud junto al río Pedroso
que desemboca en el legendario Arlanza.

Esta
población, como todo el amplio territorio serrano que lo
circunda, tuvo relevancia política y demográfica durante
las últimas décadas del siglo IX y todo el siglo X,
coincidiendo con en el avance repoblador del Reino de Asturias-León
y el Condado de Castilla durante esa centuria.
Su monumento
principal es la iglesia parroquial de San Martín de Tours,
situada en uno de los extremos del caserío, junto a la carretera
de acceso, cuya soberbia estampa aparece ante el viajero cuando
llega desde Barbadillo del Pez. Lo primero que apreciamos son sus
armoniosas formas arquitectónicas, mayoritariamente románicas,
y el color cárdeno oscuro de su sillería de piedra
arenisca.

Este edificio
es fruto de varias etapas constructivas medievales y remodelaciones
modernas, de las que nos ocuparemos en los siguientes apartados.

Iglesia
de San Martín de Tours
La primitiva
iglesia de San Martín de Tours debió ser construida en época
condal (siglos IX-X) aunque, más adelante, a finales del
XI o comienzos del XII, se reemplazaría la cabecera prerrománica
por otra románica de la llamada Escuela de La Sierra. Unas
décadas más tarde (segunda mitad del siglo XII, todavía
en época románica), se añadiría la galería
porticada y el campanario, relacionados con otra escuela: la Silense.

En época
moderna, volvió a sufrir algunas remodelaciones. La más
relevante data del siglo XVIII, momento en que se desmontó
y reconstruyó la citada galería porticada.
Nave
Como se ha indicado,
algunas excavaciones arqueológicas parecen confirmar que
el cuerpo principal de la nave actual -construido con mampostería-
no es otros que el de un templo muy primitivo, de época altomedieval
y estilo prerrománico. La puerta original estaría
en el hastial occidental, pero se perdió cuando se construyó
el campanario románico.

La cornisa con
los canecillos son un añadido de época románica.
Aunque se viene diciendo que son de la primera reforma (comienzos
del siglo XII) es bastante obvio que no tienen nada que ver con
los de la cabecera y son, con bastante seguridad, relacionables
a los de la galería porticada y, por tanto, fechables en
la segunda mitad del XII (Escuela Silense). Citaremos entre ellos
una cabeza monstruosa, un monje, un curioso espinario, un arquero,
una cabeza de bóvido, un dragón, etc.

Cabecera
A principios
del siglo XII se sustituyó el ábside prerrománico
-seguramente de planta cuadrada- por un magnífico ábside
del románico pleno, con planta semicircular, dos columnas
entregas, imposta y ventanal central.

Los canecillos
y capiteles de esta parte del templo de San Martín de Tours de Vizcaínos
de la Sierra son distintos, como ya hemos hecho notar, de los de
la nave. Su labra es menos naturalista, más primitiva pero
muy expresiva, como es propio de la Escuela de la Sierra.

El repertorio
iconográfico es variado, donde abundan cabezas humanas y
de animales. De toda la colección escultórica destacamos
un hombre y una mujer que muestran sus respectivos sexos y un capitel
con una persona sujetando dos leones por los cuellos mediante sendas
cuerdas.

Estaríamos
ante una vetusta iconografía llegada a la Europa medieval
desde Mesopotamia.

Puerta
También
en el siglo XII se construyó una nueva portada en el muro
sur, con arquivoltas baquetonadas sobre dos pares de jambas, con
aves, arpías y parejas de leones y águilas apresando
animales.

Para Félix
Palomero, salvo los apoyos y la escultura monumental, la estructura
de esta puerta sería muy reconstruida en el siglo XVIII.

Galería
porticada
En la segunda
mitad del siglo XII, se construyó una galería porticada
similar a otras de la zona como la de Jaramillo de la Fuente, Pineda
de la Sierra o Canales de la Sierra. Por tanto, se articularía
mediante arcos de medio punto sobre capiteles dobles y columnas
geminadas. Este pórtico fue desmontado en el siglo XVIII
y se aprovechó parte del material, como los capiteles. La
estructura se macizó bastante pues se reconstruyó
mediante grandes pilares con columnas adosadas a los laterales.

Los citados
capiteles ofrecen un panorama familiar en el bestiario románico:
parejas de grifos, leones, arpías y dragones.

Torre
campanario
También
es una estructura de finales del S. XII, y como en el caso de la
galería, habría que hablar de un taller relacionado
con Santo Domingo de Silos. Este campanario se adosó a la
nave prerrománica en su lado occidental, para lo que hubo
de alargar dicha nave en un tramo, y se comunica con ella mediante
un gran arco apuntado.

Este campanario,
en alzado, tiene tres cuerpos: el primero es el de elevación
y sustentación del resto de su estructura y está cubierto
por una perfecta bóveda de medio cañón en sentido
norte-sur.

El segundo es
un cuerpo abierto e los cuatro costados por sendos ajimeces con
mainel central.
El tercero y
último también tiene troneras ajimezadas, con la particularidad
de que dichos ajimeces están envueltos por un arco de medio
punto sobre dos columnas exteriores.

Los capiteles
muestran cestas vegetales rematadas en pomas, aunque también
los hay con hojas similares a los helechos, cabezas humanas y animales
como cuadrúpedos, arpías, águilas. Por su parte,
los canecillos son todos de proa de barco.
Interior
Lo más
destacable es la cabecera con su bóveda de medio cañón
(presbiterio) y de horno (ábside). El arco triunfal y el
ventanal absidal muestran escenas figuradas y zoomorfas con la estética
de la Escuela de la Sierra, más expresiva pero menos fina
que la Silense que vimos en la galería, portada y campanario.

También
hemos de fijarnos en la pila bautismal que encontraremos a los pies
del templo. Es un ejemplar románico de gran belleza. Su copa
se decora con gallones y una cenefa superior con flores de aro.
