Guía
monumental (Arte e Historia) de Deià, Mallorca
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Deià |
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Islas
Baleares |
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Sierra
de Tramontana |
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700 |
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194 |
Introducción
a la guía de arte (monumentos y rutas) de Deià, Mallorca
Historia
medieval de Deià
Hermosa
Deià, refugio de artistas, de bohemios anhelantes de la paz
y el anonimato, rincón de naturaleza salvaje, donde las agrestes
montañas de la Tramuntana se funden con la bravura del mar.
Así es Deià, un paradisíaco rincón ubicado
a los pies del monte Puig, al resguardo de los vientos del norte
que peinan la isla.
Deià se
localiza a 30 kilómetros al norte de Palma, en una de las
zonas costeras más reclamadas por el turismo balear, especialmente
de uno años a esta parte, debido a que la región se
ha convertido en reclamo indiscutible de artistas, actores, escritores
y caras conocidas en general. Gracias a ello el nivel de vida en
Deià ha crecido considerablemente, convirtiéndose
en una zona próspera y adinerada, sin perder por ello un
ápice de su encanto natural y el marcado sabor provincial
de villa pesquera que la ha caracterizado desde siempre.

El pasado de
Deià ha estado siempre ligado a la pesca y la agricultura,
con vastos cultivos de olivo, ya desde el siglo X, cuando comenzó
la ocupación musulmana que se prolongó hasta el siglo
XIII, momento en que los cristianos recuperaron su control. No obstante
hoy puede apreciarse la influencia morisca del pasado en el trazado
irregular de las calles más céntricas y en la decoración
de algunos de sus edificios más notables.
Iglesia
de San Juan Bautista (Sant Joan)
Localizada en
la parte más elevada de la población, como si quisiese
velar por Deià con su protectora mirada, la iglesia parroquial
es, a pesar de su sencillez y austeridad formal, una de las construcciones
más admiradas del lugar.
Levantada en
el siglo XIV y restaurada casi por completo en el XVIII tras un
terrible incendio. La iglesia consta de una sola nave con bóveda
de cañón descansando sobre unos muros extraordinariamente
gruesos. En un lateral se eleva u torreón defensivo que alberga
un campanario.

En el interior
puede visitarse el Museo Parroquial, con destacadas muestras de
arte sacro, exvotos y documentos de interés histórico.
Y junto al templo,
merece la pena acercarse al Cementerio Municipal, camposanto humilde
y recatado pese a que en él descansan los restos mortales
de personajes tan admirados como el poeta inglés Robert Graves.
La tumba de
Graves suele contar con flores y otros detalles de sus seguidores,
que acuden hasta aquí movidos por una especie de peregrinaje
literario. La visita a la tumba permite además deleitarse
con unas vistas espectaculares del horizonte marino.
Colección
Son Marroig
A las afueras
de Deià, en la carretera que enlaza con la vecina población
de Valldemossa, la colección privada del archiduque Luis
Salvador de Habsburgo-Lorena ofrece otra interesante posibilidad
artística, pues reúne todo tipo de documentos del
aristócrata, mobiliario mallorquín, cuadros y joyas
diversas.
No obstante,
la colección no despierta tanto interés como la casona
que la alberga y su excepcional localización, a los pies
de un acantilado y rodeada de cuidados jardines. Los templetes y
bancos de mármol de Carrara (el mismo con el que fue tallado
el David de Miguel Ángel) permiten al visitante imbuirse
en el lujo dominante y disfrutar de las vistas con toda comodidad.
Además, Son Marroig recrea un entorno idílico aprovechado
anualmente para celebrar, desde 1978, el Festival Internacional
de Música de Cámara de Deià. Todo un placer
para los sentidos.
Los amantes
de este tipo de construcciones podrán acerarse a Valdemossa
y admirar el monasterio de Miramar, que fue la primera adquisición
del archiduque en la isla, donde se estableció la primera
imprenta mallorquina, allá en el siglo XV, y que años
después acogería el seminario del beato Ramón
Llul.
Sa
Foradada
Si el entorno
arquitectónico de Son Marroig es deslumbrante, no lo es menos
el marco natural en el que se haya, donde Sa Foradada se convierte
en protagonista indiscutible.
Se trata de
un gran espolón de piedra horadada por la fuerza del agua
y la erosión de viento, que emerge sobre las aguas del Mediterráneo,
justo frente a la mansión del archiduque. Tiempo atrás
el agujero de esta roca sirvió de anidamiento para el águila
pescadora.
Según
cuenta la leyenda, el archiduque siempre aseguró que la valiosa
fortuna que le había costado Son Marroig resultaba rentable
sólo por tener a la vista la magnífica Sa Foradada.
Museo Arqueológico
Posiblemente
el museo más visitado de la ciudad, no sólo por su
extraordinaria colección paleontológica, sino por
rendir memoria y homenaje a su fundador, el pintor y arqueólogo
William Waldren (1924, Nueva York - 2003, Deià).
Waldren fundó
la exposición en 1926, en una de las casonas medievales de
la villa. La muestra incluye todo tipo de restos arqueológicos
hallados en los alrededores de la zona. Tal vez el más notable
sea la reproducción exacta de un Myotragus balearius, un
antílope extinguido común en la isla hacia el año
5.000 a.C.
Si bien el Arqueológico
es el más célebre, la ciudad cuenta con otros museos
de interés, como el Norman Yanikum, que exhibe la colección
pictórica de este artista originario de Massachusetts, Estados
Unidos.
Ca
N'Alluny
Lo que tiempo
atrás fuera residencia habitual del escritor Robert Graves
se ha convertido en la actualidad en una Casa Museo dedicada a difundir
la vida y obra del autor, con manuscritos originales, fotografías,
objetos personales y enseres diversos de Graves, que a diario hacen
las delicias de sus fieles lectores.
La casa mantiene
en gran medida su estructura y decoración original, con la
habitación donde Graves estableció su despacho de
trabajo o la sala con su imprenta particular.
Cala
Deià
Esta es la principal
cala de Deià, una hermosa playa de 40 metros de longitud
y 15 de anchura, flanqueada por pinos de fragante aroma y formada
por cantos rodados, marco ideal para descansar escuchando el bravo
oleaje e imbuirse en la naturaleza en su estado puro.
Hasta hace apenas
unos años Cala Deià era una zona de pescadores, pero
hoy día se ha contagiado del glamour imperante en la ciudad,
convirtiéndose en una de las calas predilectas de los artistas
que residen en la zona, y que acuden aquí admirados por en
encanto rústico que se ha mantenido intacto.
Lluc
Alcari
A unos 3 kilómetros
al norte de Deià, la pintoresca población de Lluc
Alcari merece una visita obligada, siendo otro de los puntos más
aclamados por el mundo del arte, el espectáculo y la farándula
en general.
Los bellos paisajes
naturales y las construcciones como la capilla de la Mare de Déu
dels Desamparats, la casona D'Amunt o los antiguos torreones defensivos
respaldan el buen nombre de Lluc Alcari, aunque la población
es también conocida por contar con playas nudistas en su
costa.
Farándula
en Deià
La belleza natural
y arquitectónica no forman el único atractivo de Deià,
famosa por ser zona de relax para bohemios y no tan bohemios representantes
del mundo artístico y social desde hace ya varias décadas.
Tal vez el ya
mencionado escritor Robert Graves fuera el primero en descubrir
los encantos de Deià, cuando en 1929 decidió establecer
aquí su lugar de residencia. Desde entonces son muchos los
artistas ilustres que han seguido sus pasos, tales como Mati Klarwein,
conocido por ilustrar las carátulas de los discos de Santana
o Miles Davis. Hoy día es fácil encontrarse por las
calles de Deià con caras conocidas como las de Mike Oldfield,
Mark Knofler o Eric Clapton o Michael Douglas, por citar algunos.
