Guía
del Monasterio de Sobrado dos Monxes, A Coruña
Historia
del Monasterio
El Monasterio de Santa
María de Sobrado dos Monxes (de los Monjes, en castellano)
es uno de los principales monasterios de origen medieval de la provincia
de A Coruña y de toda Galicia, aunque actualmente
y tras las reformas de los siglos XVI al XVIII es uno de los principales
monumentos de barroco gallego. Fue declarado Monumento Histórico
Artístico de carácter nacional.
Se ubica en la comarca de
Tierras de Mellide, en el municipio de mismo nombre: Sobrado
dos Monxes
Breve
historia del monasterio
En
el siglo X se fundó aquí un monasterio familiar dúplice
por los condes de Présaras.
En el siglo XII, en tiempos
de Alfonso VII el emperador que fue el verdadero paladín
de la orden del Císter en terreno hispano, este pequeño
cenobio se integra en la orden de los monjes blancos.
Mas tarde pasa a formar
parte de la XXXX Congregación de Castilla y tras la desamortización
de Mendizábal es abandonado aunque el habitual proceso de
destrucción posterior fue evitado al ser comprado por cardenal
Payá.
En la actualidad, el Monasterio
de Santa María de Sobrado dos Monxes está habitado
por monjes benedictinos
El
Complejo Monacal
El Monasterio de Santa María
de Sobrado dos Monxes conserva bien la iglesia y buena parte de
las dependencias monacales: tres claustros, la sala capitular, el
refectorio, cocina, sacristía, biblioteca, etc.
La
iglesia
La iglesia del Monasterio
de Sobrado dos Monxes, es, como ya dijimos, un fastuoso edificio
del barroco (del siglo XVII), estilo que junto con el románico
forman el principal binomio artístico y cultural de la comunidad
gallega.
Se trata de un templo cuya
planta tiene cruz latina. El cuerpo principal de la iglesia se articula
mediante tres naves de distinta anchura (más estrechas las
laterales).
El espacio del crucero se
solucionó mediante una gran cúpula semiesférica.
Los soportes de las arquerías que separan las naves son pilares
cuadrados.
La espectacular fachada
de esta iglesia es obra de Pedro de Monteagudo y en ella, además
de la habitual intención de crear dinamismo y juegos de luces
mediante relieves, se aprecia un peculiar anhelo de verticalidad.
Tal efecto lo consigue el arquitecto mediante dos altas torres campanarios
formados por un gran cuerpo de elevación prismático
superado por tambor y capulín.
Estas torres dejan poco
espacio central a la fachada propiamente dicha por lo que sus elementos
arquitectónicos y decorativos necesariamente se ven obligados
a la esbeltez.
Este espacio central de
la fachada se divide en dos grandes cuerpos. En el primer cuerpo
se halla la puerta adintelada y por encima una estatua de la Virgen
de la Asunción en una hornacina rodeada de estructuras decorativas
barrocas. Flanqueando estos elementos aparecen dos parejas de altísimas
columnas corintias de fuste estriado.
El cuerpo superior tiene
un ventanal también adintelado más un escudo rodeado
de nuevos por columnas y frontón curvo.
Los Claustros
El monasterio de Sobrado
dos Monxes conserva nada menos que tres claustros: el de la Hospedería
o de Peregrinos, el Procesional y, por último, el llamado
Claustro Grande.
El claustro de la Hospedería,
situado junto a la iglesia es de comienzos del siglo XVI, de austeras
líneas herrerianas. Los arcos de las pandas son de medio
punto. Por encima hay un piso con ventanas.
El claustro procesional
(Reglar o de las Caras) fue el claustro original de la construcción
cisterciense del siglo XIII aunque completamente rehecho en entre
los siglos XVI y XVIII
Este claustro también
se llama "de las Caras" por los medallones del piso superior
que muestran rostros de distintos personajes: apóstoles,
obispos, caballeros, etc.

Como es lógico, este
claustro está comunicado con las pocas dependencias que todavía
se conservan del monasterio medieval, como la sala capitular, el
refectorio y la cocina, de los que nos ocuparemos luego.
Por último, el llamado
Claustro Grande también se aborda en el siglo XVI y re remata
en el XVIII.
Las
dependencias medievales: sala capitular y cocina
Sala Capitular
La sala capitular se abre
al claustro procesional o reglar. Desde éste claustro se
accede a la sala por una estructura todavía románica
y muy atrayente. El vano de la puerta se encuentra rodeado por un
amplio conjunto de arquivoltas aboceladas de medio punto que caen
sobre pilares rodeados por múltiples parejas de columnitas
románicas. A ambos lados de la puerta se abren sendos ventanales
de idéntica estructura.

Es obvio que tan espectacular
conjunto de columnas servirían para recoger los nervios de
la bóveda de crucería de las pandas del claustro,
al modo hispano-languedociano. Aquellas bóvedas de crucería
fueron reemplazadas por las actuales renacentistas.
Una vez dentro de la sala
capitular, observamos el típico espacio ortogonal abovedado
con cuatro soportes constituidos por ocho columnas unidas cuyos
capiteles comunes rematan en cimacio ochavado.
Los nervios de las bóvedas,
además de en estas columnas se apoyan sobre columnas acodilladas
en las esquinas del cuadrado y en mensulones de los muros.
Cocina
La cocina es otra de las
interesantes dependencias medievales que se conservan del monasterio
tras su integración en la Orden del Císter. Es un
espacio abovedado -al estilo de una sala capitular- cuyos nervios
son soportados por cuatro grandes pilares cilíndricos, a
modo de columnas cuyos cimacios son ochavados. El espacio central
de esta sala y rodeados por las columnas es la campana de la chimenea.