La
iglesia parroquial de Aldehuelas de Sepúlveda (población
muy cercana de la legendaria villa segoviana) se encuentra fuera
de la aldea, al otro lado de un pequeño valle poblado de
árboles, mostrando la belleza que sólo los templos
aislados en pleno monte pueden proporcionar. Su visita en primavera
es una gozada para la vista.

Se conserva
aceptablemente, y presenta nave rectangular y ábside semicircular.
La parte más baja de este último se levantó
con mampostería y el resto de sillería. Presenta
dos columnas que lo seccionan en tres calles. El central lleva
un ventanal con arquivolta sobre capiteles vegetales y de aves.
A la altura de los cimacios corre una imposta lisa que recorre
todo el hemiciclo. El alero está sostenido por sencillos
canecillos de nacela.

Esta humilde
construcción se engalana con una encantadora y rústica
galería porticada, seguramente la más desconocida
de todas las de las provincia. Parece, por su estructura, una
imitación artesanal de la de San Salvador de Sepúlveda.
En ella alternan pilares prismáticos y columnas con gruesos
capiteles de bolas rudamente tallados.

Lamentablemente,
es ésta una de las partes que más adulteraciones
ha sufrido, puesto que se encuentra algo recrecida y parcialmente
cegada. Además, el tramo oriental de la citada galería
fue tapiado para albergar la sacristía, aunque todavía
es posible ver el arco lateral de ingreso, cegado y como suele
ser habitual, se aprecian a simple vista elementos constructivos
de la galería (dovelas, sillares, etc) reutilizados como
elementos de mampostería (VER FOTOS)


La
puerta de la galería de dos arquivoltas lisas y chambrana
da paso a la portada de entrada a la iglesia, sumamente pequeña
y sencilla. Todo ello de nuevo, recuerda a la iglesia de El Salvador
de Sepúlveda que debió servir de lejana referencia.
En el
interior, el arco triunfal apuntado deja paso al tramo recto con
bóveda de cañón y a la cubierta de horno
del ábside, hoy tapado por el correspondiente retablo.
Las gruesas columnas del arco triunfal son rematadas por capiteles,
el derecho vegetal y el izquierdo con guerreros en combate.

Esperamos
que el eficiente programa de restauraciones seguido hasta el momento
saque a este templo del injusto anonimato en que se encuentra,
y se ocupe de su galería para recobrar el sabor medieval
y sus señas de identidad.