Iglesia de San Pedro en Mestas de Con (Ásturias)
Introducción
A pies de los imponentes Picos de Europa y no lejos
del Real Sitio de Covadonga, la pequeña localidad de Mestas
de Con se sitúa en el corazón del oriente asturiano,
muy cerca de la histórica ciudad de Cangas de Onís
y en pleno valle del río Güeña, principal tributario
del Sella y dónde, desde tiempos pretéritos, se asienta
la mayor parte de la población del concejo.
La
iglesia de San Pedro de Con, popularmente conocida como "San
Pedrín", se ubica en la parte más elevada del
caserío de Mestas, pudiendo observarse desde ella amplísimas
panorámicas tanto del fértil valle del Güeña
como de la cercana Sierra de Cuera.
Durante siglos, la modesta parroquia de San Pedro prestó
servicio a la feligresía rural de Con, compuesta por los
núcleos de Mestas, Llano y Gamonedo; hasta que, ya entrado
el siglo XX, fue levantada en el mismo centro de Mestas una nueva
iglesia mucho más moderna y funcional que acabó por
condenar a "San Pedrín" al más absoluto
olvido y abandono.
En la actualidad, aún en pie aunque en precario
estado, la pequeña iglesia románica languidece a merced
de los elementos y del expolio, siendo en los últimos años
numerosas las voces que vienen reclamando una urgente restauración
y puesta en valor semejante a las ya acometidas recientemente en
varios templos medievales del propio concejo cangués, como
Santa Eulalia de Abamia, San Martín de Grazanes o Santa María
de Villaverde.
Breve aproximación histórica
Tradicionalmente se venía dando por buena la
fecha del 23 de septiembre del año 926 como la primera mención
documental conocida de la iglesia de San Pedro de Con. En ella,
concretamente en el Libro de los Testamentos de la Catedral de Oviedo,
este pequeño templo, bajo el nombre de "in territorio
Kangas ecclesiam Sancti Petri de Coione", aparece dentro de
la amplia nómina de parroquias del oriente de Asturias donadas
por el Infante Ramiro (hijo de Alfonso III) a la iglesia de San
Salvador de Oviedo.
A día de hoy, no existe duda alguna entre especialistas
de que dicho documento no es más que una falsificación
diplomática, lo cual, no resta posibilidad a que, ya en tan
tempranas fechas y a juzgar por otros documentos conservados inequívocamente
auténticos, ya pudiera existir en los valles orientales astures
una aún germinal organización eclesiástica
entre cuya nómina de edificios de culto pudiera estar la
iglesia que nos ocupa.
No volvemos a encontrar fuente documental alguna sobre
San Pedro de Con hasta los años finales del siglo XIV, cuando,
en el Libro de las Jurisdicciones (1385-1389), se atestigua su dependencia
de la mitra ovetense, a la cual, según se especifica en el
propio legajo, debe tributar con "20 días de bueyes",
una cantidad significativamente mayor respecto a los diezmos impuestos
a otras parroquias del entorno y que permite sospechar de que pudo
tratarse de una feligresía relativamente importante en aquel
momento.
Ya a partir del siglo XVI, la iglesia de San Pedro
de Con aparece reiteradamente citada como una de las parroquias
pertenecientes al arciprestazgo de Cangas de Onís, dentro
de la cual prestó servicio hasta que, como hemos señalado,
la reciente erección de un nuevo templo parroquial más
moderno y capaz en el centro urbano de Mestas la abocó a
su actual estado de abandono.
Tras una breve restauración en 1989 cuyos efectos
apenas se notan en la actualidad, fue declarada Bien de Interés
Cultural el 23 de febrero de 1992, razón por la cual, si
cabe, es más que urgente una nueva y definitiva intervención
que salve a este pequeño templo románico rural de
la amenaza de ruina que le acecha.
La iglesia de San Pedro de Con
Construida más que probablemente entre finales
del siglo XII y principios del XIII, la iglesia de San Pedro de
Con responde al prototípico modelo románico-rural
asturiano de una sola nave cubierta con armazón de madera
y cabecera cuadrangular de testero recto.
Como la mayoría de parroquias medievales del
entorno, se caracteriza por la extrema humildad de sus materiales,
siendo levantados sus muros mediante mampostería sin aparejar
que, en origen, quedaba cubierta con varias capas de enfoscado aún
perceptibles. Tan solo en las zonas angulares de la construcción
y en los perfiles de los vanos se recurrió a sillares de
labra mucho más cuidada.
Al interior, el elemento más significativo es
el arco triunfal de acceso a la cabecera, de rosca de medio punto
apeada sobre columnas de fuste cilíndrico remadas en sendos
capiteles gemelos decorados con toscas piñas, bolas y dados.
La cabecera, de planta cuadrangular, fue modificada
y recrecida durante la Edad Moderna, presentándose hoy como
un extraño bloque desproporcionado en altura respecto a la
nave original. Cubierta con bóveda nervada enriquecida con
pinturas murales barrocas, presenta a cada uno de sus costados laterales
sendas aperturas a modo de vanos de medio punto que, muy probablemente,
fueron planteados al habilitarse dos capillas funerarias hoy desaparecidas.
Cuenta la iglesia de San Pedro con dos portadas de
acceso. La principal, orientada al sur y aparentemente de cronología
románica, dispone un sencillo vano de medio punto trasdosado
por un guardapolvo ajedrezado que descansa sobre jambas de idéntico
motivo decorativo.
En el hastial de los pies, bajo una espadaña
de imprecisa cronología y probablemente en el contexto de
una segunda fase constructiva ya durante los siglos del gótico,
fue abierta una segunda puerta de simple vano dovelado ligeramente
apuntado. Sobre el propio muro existen también testimonios
de la existencia de un pórtico añadido hoy desaparecido.
Por último, son también dignos de resaltar
los sencillos canecillos geométricos que animan las cornisas
norte y sur del templo, varias ventanas aspillerazas en derrame
y, por supuesto, la magnífica pila bautismal monolítica
contemporánea al templo que sobrevive a duras penas en el
ángulo suroeste de la nave; una pieza que, por su singularidad
y por tratarse de una de las escasas cubas bautismales románicas
conservadas en Asturias, bien merecería una inmediata reparación,
protección y puesta en valor.
Alrededores
Más allá del conocido monasterio de San
Pedro de Villanueva, convertido hoy en parador de turismo, el concejo
de Cangas de Onís conserva varios templos medievales de interés.
A apenas 5 kilómetros de San Pedro de Con (algunos
menos en línea recta), se conserva, recién y cuestionablemente
restaurada, la iglesia de Santa Eulalia de Abamia, una de las construcciones
con más historia del Principado de Asturias y cuya fundación,
más por cuestiones míticas que por realidades cien
por cien constatables, suele ponerse en relación con la figura
del Rey Pelayo.
Más
información de Santa
Eulalia de Abamia
A apenas dos kilómetros de Mestas de Con y al
borde mismo de la carretera provincial que une Cangas de Onís
con Panes y Cantabria, ha sobrevivido tras una oportuna restauración
la iglesia de Santa María de Villaverde, una versión
casi clónica de San Pedro de Con.
Por último, al otro lado del río Güeña
y con conexión visual desde la propia población de
Mestas, es también de origen románico y probablemente
de construcción contemporánea al templo que nos viene
ocupando la parroquia de San Martín de Grazanes.
(Autor del texto del artículo/colaborador
de ARTEGUIAS:
José Manuel Tomé)