
Es una iglesia de planta basilical de tres naves
de cuatro tramos, extraña cabecera triabsidal, y torre
campanario sobre el primer tramo de la nave central.

Fue elevada a la categoría de monumento nacional
francés en el siglo XIX (1840) y también forma parte
de los Caminos Franceses a Santiago de Compostela (Camino del
Piamonte) por lo que está declarada Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco desde 1998.

Exterior
El acceso al templo se lleva a cabo por una puerta
románica que da acceso al cementerio por el flanco norte.
En una de las esquinas aparece incrustada una losa que formaría
parte de un dintel o un tímpano de puerta con un crismón
románico.


El templo de Saint Just es de mediano tamaño
con sus casi treinta metros de longitud. Una de las primeras impresiones
que tenemos cuando nos acercamos a esta iglesia de Saint-Just
de Valcabrère es el caótico material y aparejo de
sus muros, consecuencia de varias construcciones y reconstrucciones.

Podemos encontrar sillarejos, sillares de tamaño
mediano y otros de enorme volumen. Éstos últimos
son de muy probable reutilización de acarreo de edificios
romanos. En esta línea, observamos a la derecha de la puerta
norte, de la que a continuación nos ocuparemos, un relieve
empotrado con bustos que podrían ser de un sarcófago
romano. También en el contrafuerte oriental del muro meridional
se empotró otro relieve romano de una máscara.

Muros laterales
Junto al muro meridional observamos unos arranques
de muros que correspondería a un claustro románico,
por desgracia perdido en la actualidad. Se desconoce cuando la
iglesia tuvo una comunidad religiosa que justificara la construcción
de esta dependencia. Quizás el claustro fuera empleado
ocasionalmente por los canónigos de la cercanísima
catedral de Saint Bertrand de Comminges.

La Cabecera
Llama poderosamente la atención la planta
y el alzado de la cabecera de gran originalidad, nada convencional.
El ábside central es cuadrado en su parte inferior y poligonal
en la superior. Tiene cuatro bovedillas a la manera de trompas.
Por su parte, los ábsides laterales son poligonales. Toda
esta cabecera se apuntala mediante gruesos contrafuertes. La planta
exterior de los ábsides, como veremos posteriormente, no
se corresponde con el interior.

La torre campanario
Uno de los aspectos más atrayentes de la estampa
exterior que ofrece Saint Just de Valcabrère es el contraste
de la no demasiado alta cabecera con la espigadísima torre
campanario que se construyó sobre el primer tramo de la
nave central en el siglo XIV. Se divide en dos cuerpos. El primero
es liso y el segundo tiene dos troneras en cada cara.

La portada norte
Uno de los elementos más interesantes de la
basílica de Saint-Just-de-Valcabrère es su portada
septentrional, perfilada por un guardapolvos de grandes tacos
que abraza dos arquivoltas de medio punto apeadas sobre estatuas-columna
culminadas por espectaculares capiteles de cestas narrativas.

En el centro de la composición,
sobre un dintel liso, preside el tímpano la efigie de Cristo
en Majestad en su mandorla bendiciendo con la mano diestra y sosteniendo
un libro con la izquierda. Lo flanquean, en grupos de a dos, los
cuatro evangelistas portando sus correspondientes símbolos
animales (prótomos) del Tetramorfos (San Marcos el león,
el toro San Lucas, el águila San Juan y el hombre San mateo).
Completan la escena dos ángeles turiferarios.

Respecto a las cuatro estatuas-columna que flanquean
la puerta, es tanto el mencionado texto de consagración
aparecido en el siglo XIX como los capiteles dispuestos sobre
sus cabezas los que nos dan pistas sobre la identidad de los personajes.

Las dos figuras de las columnas exteriores son los
santos Justo y Pastor, dos niños que fueron ejecutados,
dada su condición de cristianos, por orden del gobernador
Daciano, durante la persecución del emperador romano Diocleciano
de comienzos del siglo IV d. C., en Complutum, antigua ciudad
romana muy próxima a lo que hoy es Alcalá de Henares.

Justo y Pastor están representados como jóvenes
imberbes vestidos a la manera sacerdotal y sosteniendo sendos
libros.

Sobre sus cabezas, los capiteles representan dos
momentos de su vida: su detención y martirio el de la derecha,
y recibiendo sus cabezas ya decapitadas en sus manos el de la
izquierda.

El tercer personaje masculino parece claro que se
trata de San Esteban, primer mártir de la iglesia a quien,
según el documento fundacional, le fue dedicado uno de
los altares del templo. Sobre él, en el capitel, la clásica
escena de su lapidación.

La última de las figuras -única femenina-
coronada y sosteniendo una cruz sobre el pecho se interpreta como
Santa Elena, madre del emperador Constantino.

Encima, en su capitel, aparece una mujer con un bordón
y portando una alforja junto a un hombre y un caballo. Se trataría,
de nuevo, de Santa Elena en el momento de iniciar su viaje (aquí
asociada a la peregrinación) a Tierra Santa con el fin
de buscar la cruz de Cristo. Santa Elena es una santa recurrente
a la hora de plasmar la exaltación de la Vera Cruz, y es
que según el texto de consagración, en Saint Just
entre otras muchas reliquias, se veneraba un fragmento de la cruz
de Cristo.

Interior
Cuando entremos en el interior de la iglesia de Saint-Just
de Valcabrère, lo primero que percibimos es la falta de
armonía del conjunto (lo contrario a lo que suele suceder)
y es que la belleza de este monumento y su valor histórico
artístico se desprende no de su totalidad sino de las partes
individuales en que está compuesta como un enorme rompecabezas
tridimensional.

La construcción actual, que aprovecha la cimentación
de la primitiva estructura paleocristiana así como una
considerable proporción de material reaprovechado de época
romana y -quizás- visigoda, presenta una estructura de
tres naves de cuatro tramos (más ancha la central) sobre
pilares. El tramo adyacente a la cabecera de la nave central es
más alto que el resto y sobre él se yergue la torre
campanario.

La cabecera
La cabecera es de lo más interesante. Su arco
triunfal se apoya sobre dobles columnas geminadas constituidas
con fustes romanos cortos y superpuestos, rematados en capiteles
primitivos.

Está conformada por el ábside central
semicircular y sendos ábsides laterales, presentando éstos
la particularidad de disponer al interior de una peculiar planimetría
ultrasemicircular o de herradura.

El ábside central se ocupa de proporcionar
una buena parte de la luz natural del edificio, mediante sus seis
ventanales (dos hileras superpuestas de tres vanos cada una).
Presidiendo el hemiciclo central, articulado en todo
su perímetro interior por una arquería, se alza
un tabernáculo o monumento funerario destinado a contener
las reliquias de los santos Justo y Pastor. Esta especie de ciborio
gótico tiene arcos apuntados con tracería, mientras
que de frente aparecen dos estatuas que, a buen seguro, representan
a los santos titulares.

Debajo se practicó un habitáculo de
pequeñas dimensiones, a modo de cripta funeraria.

Las naves
Algunos de los pilares de división de las
naves llevan columnas adosadas -no embebidas- cuyos fustes parecen
romanos, mientras que hay diversidad de capiteles, algunos de
tipo corintio romano, otros paleocristianos, pero también
podrían ser algo posteriores, altomedievales. En uno de
estos soportes lo que hace las veces de capitel es un fragmento
de entablamento de un edificio romano

La bóveda de la nave central es de medio cañón
y las de las laterales de cuarto de cañón.

Autor del texto del artículo/colaborador
de ARTEGUIAS:
José Manuel Tomé y David de la Garma)