Biografía
de Fernando III El Santo. Rey de León y Castilla
Fernando
III es, sin duda, uno de los más relevantes reyes hispanos,
no sólo de la Edad Media, sino de toda la historia española.
Durante su largo reinado y como consecuencia de su política,
se produjeron una serie de importantísimos acontecimientos
que marcarían el devenir de España durante siglos.

Fernando III reinó
en Castilla tras la muerte de su tío Enrique I y la
abdicación de su madre Berenguela, hija de Alfonso
VIII de Castilla, desde 1217 hasta su muerte en 1252. También
se ciñó la corona de León en 1230 al
morir su padre Alfonso IX.

Durante la primera etapa
de su reinado se concentró en apaciguar algunas rebeliones
contra su persona, lo cual no era novedad por aquellos siglos, pues
era frecuente que los nuevos reyes se encontrasen, al principio
de su mandato, con luchas de poder y enfrentamientos entre facciones.
Desde
mediados de la tercera década del siglo XIII y aprovechando
la progresiva desintegración del estado almohade (que conduciría,
incluso, a la formación de las denominadas Terceras Taifas)
acometió campañas de conquista contra las ciudades
más importantes del Valle del Guadalquivir de A-Andalus.
Así, combinando la
diplomacia y la guerra, logra entrar victorioso en Baeza (1227),
Córdoba (1236), Jaén (1246), Sevilla (1248) y así
sucesivamente con otras ciudades del Valle Andaluz.
Si la conquista de Córdoba
tuvo el valor simbólico de dominar la ciudad desde la que
emires y califas, siglos atrás, enviaban ejércitos
para asolar los territorios cristianos, la de Sevilla suponía
tomar el centro neurálgico de la Andalucía almohade.

Hay que hacer notar que
este empuje conquistador coincide con el de otro rey vecino, Jaime
de Aragón, que hace lo propio tomando ciudades tan emblemáticas
como Valencia (1238).
Fernando III muere en 1252
mientras organizaba una intervención en el norte de África
que impidiese la reactivación de la amenaza musulmana que
siempre procedía de estos territorios.
Sólo unos años
después de su muerte, hacia la sexta década del siglo
XIII se da por finalizada la conquista de Al-Andalus por parte de
su hijo Alfonso X el Sabio, salvo los territorios del Reino de Granada
que ocupaba aproximadamente la extensión de las actuales
provincias de Málaga, Granada y Almería, gracias a
la barrera natural que suponen las montañas de los Sistemas
Bético y Penibético.

En 1671 fue canonizado por
el papa Clemente X, de ahí de que se le conozca como Fernando
III el Santo o San Fernando.
Hechos
transcendentes del reinado de Fernando III
Unión definitiva
de León y Castilla
Es con Fernando III cuando
los Reinos de León y Castilla se fusionan definitivamente,
tras siglos de uniones, divisiones y desencuentros.
Conquista de la mayor
parte de Al-Andalus
Fernando III dio, junto
a Jaime el Conquistador, un empuje tal a la Reconquista que se puede
decir que en tan solo tres décadas se avanzó más
que en casi el resto de siglos anteriores.

Durante el reinado de estos
dos monarcas cayeron bajo posesión cristiana todos los territorios
del sur de lo que hoy es Castilla La Mancha, Extremadura, el sur
de Aragón. La Comunidad Valenciana, Murcia, parte de Baleares
y los territorios andaluces al norte de los Sistemas Béticos.
Concentración
de latifundios en manos de órdenes Militares y grandes Señores
El rápido e inmenso
territorio reconquistado obligó a una forzada repoblación
que dejó bastante exhaustos ciertos territorios del norte.
Además, por el sistema de Repartimientos, grandes extensiones
fueron donadas a quienes habían colaborado en la conquista,
con un papel relevante de las Órdenes Militares.
En estos señoríos
se va ejercer una autoridad que se parece al sistema feudal, poco
conocido en los siglos anteriores, al menos en Castilla.
Para muchos de los historiadores,
estos fenómenos tan rápidos y profundos en la sociedad
y geografía hispana va a establecer una parte las bases para
las crisis políticas del siglo XIV en España, (a la
que hay que unir las pestes y otras calamidades de origen extranacional).
Panorama
Artístico en España durante el reinado de Fernando
III
Durante el
largo reinado de Fernando III el panorama artístico en España
supone, probablemente, uno de los momentos de mayor diversidad y
riqueza en matices de nuestra historia.
Como veremos,
en estas cuatro décadas van a convivir el románico
en su etapa terminal, una arquitectura de raigambre románica
pero con abovedamientos evolucionados que sobre todo ponen de moda
los monasterios cistercienses, el gótico clásico de
carácter foráneo (francés) en algunas catedrales
puntuales, el mudéjar en sus primeras manifestaciones y distintas
características regionales y el arte andalusí almohade.
Románico
inercial en el ámbito rural
El Reinado
de Fernando III el Santo no va a ver finiquitado el románico
en el mundo rural. De hecho, muchos autores creen que, especialmente
en el sur de la Castilla Vieja y Aragón la construcción
de iglesias concejiles de una sola nave y dimensiones reducidas,
pero en un más o menos correcto lenguaje formal románico,
son de las primeras décadas del siglo XIII.

Quedan inscripciones
epigráficas de algunas de estas iglesias que así lo
demuestran, como el caso de la alavesa iglesia de Marquínez
(1226) o la soriana de Garray (1231)

Arquitectura
de transición
Aunque no nos
gusta esta denominación, la aplicamos a aquellas iglesias
de monasterios y templos más importantes, donde trabajan
artistas más avanzados que aunque siguen una planimetría
tardorrománica, emplean ya el arco apuntado y las bóvedas
de crucería de manera generalizada. Tres insignes edificios
construidos en el reinado de Fernando III ejemplifican esta arquitectura
como son la Catedral de Lleida, Burgo de Osma, la Colegiata de Castrogeriz.
Se trata en
general de templo que no adquieren la verticalidad ni la luminosidad
del auténtico gótico.
Mudéjar
En la segunda
mitad del siglo XII y como consecuencia del avance reconquistador
de los reinos cristianos va a aparecer de manera titubeante un arte
mestizo y exclusivo de lo hispano que es el mudéjar. La habilidad
y baratura del trabajo de los alarifes va a permitir que el románico
pierda algunas de sus propiedades y se combine con estéticas
y técnicas musulmanas para hacer nacer el mudéjar.
Este fenómenos
aparece en Sahagún (León) y Daroca (Aragón)
y más tarde se extiende por amplias zonas de Castilla y León,
Toledo y Aragón, siendo el siglo XIII el de su auténtica
expansión.

En Castilla
y León, este mudéjar primitivo está muy influido
por la arquitectura románica como se puede comprobar en los
modelos de Tierra de Pinares (Valladolid, Ávila y Segovia)
y el Modelo Toresano (Zamora y Salamanca)
Mientras, en
Toledo y Aragón, la impronta musulmana es mayor con relación
a lo cristiano.
Gótico
Francés
Si algo verdaderamente
relevante acontece en este periodo es la llegada a España
del auténtico gótico francés, en las catedrales
de nueva planta de Burgos, Toledo y León.

En este caso,
sí estamos ante el nuevo estilo en su plenitud de su desarrollo.
Estas catedrales -especialmente la de León- reflejan no sólo
nuevas técnicas sino un nuevo concepto, que son los tópicos
pero reales valores de verticalidad y desmaterialización
del muro que caracterizan al gótico puro.
Pero, atención,
estos edificios son hitos bastante aislados, construidos por cultos
artífices foráneos contratados por la corte para los
ambiciosos programas catedralicios de las ciudades más importantes.
Ello no afecta
demasiado (al menos al principio) a las anteriormente descritas
tendencias implantadas en la España cristiana, sobre todo
en el ámbito rural.
Las iglesias
fernandinas
En este complejo
panorama, hay que aclarar que las muy interesantes iglesias fernandinas
de Córdoba están erróneamente llamadas, pues
en su mayoría se iniciaron en l segunda mitad del siglo XIII,
durante el reinado de Alfonso X y no en tiempos de Fernando III.