El conjunto monumental de Cervera del Maestre
Introducción
La localidad de Cervera del
Maestre se sitúa en el Bajo Maestrazgo, al norte de
la provincia de Castellón. De origen griego, tiene una
dilatada historia, marcada fundamentalmente por la Orden de Montesa
quien, a partir del s. XIV, estableció su sede en el castillo
de la localidad. Fruto de este pasado es su magnífico conjunto
monumental.
Es precisamente el castillo el que articula la conformación
del casco antiguo pues sus estrechas y pintorescas calles lo rodean
anillándolo en espiral hasta poder llegar a su destartalada
puerta.
Por eso, aunque luego describiremos el castillo,
que se encuentra en un estado muy mejorable, invitamos a los visitantes
de Cervera del Maestre a subir estas angostas y empinadas cuestas
en busca de la fortaleza para descubrir un laberinto de rincones
de los más fotogénico.
Las vistas de campos repletos de encinas, olivos
y almendros es el premio a la aventura. También, en los
días claros se vislumbra la costa con la localidad marinera
y turística de Benicarló como principal referencia.
Castillo de la Maestranza de Montesa
El castillo se sitúa en lo alto de un cerro,
desde el que se domina una amplia perspectiva del entorno, y desde
el que se podía ejercer un control de las principales vías
de comunicación de la zona.
Se distribuye en diferentes niveles, a los que se
accede por dos caminos diferentes. Uno de ellos se encuentra localizado
en el costado meridional, y discurre bajo el acantilado, entre
la plaza mayor y el cementerio, y desde allí hasta la torre
campanario. El otro camino se sitúa en el lado norte, y
también desemboca en el campanario.
Debió ser edificado en el s. X, si bien no
sabemos con exactitud la fecha de su construcción. Las
primeras noticias documentales con las que contamos son del año
1145, cuando Ramón Berenguer IV de Barcelona (1131-1162)
se comprometió a donarlo a la orden de los Hospitalarios
tras la conquista del territorio. En las excavaciones se han encontrado
restos que prueban que ya desde el neolítico esta zona
se encontraba poblada. Las referencias aumentan a partir de la
conquista cristiana. En el año 1317 el castillo, y la localidad,
pasaron a ser propiedad de la Orden de Montesa, que lo convertirá
en su sede y lo mantendrá hasta el s. XVI.
En la siguiente centuria estuvo desocupado, y sufrió
el olvido y abandono, e incluso fue parcialmente destruido. Durante
la Guerra de Sucesión volvió a estar ocupado, debido
precisamente a su privilegiada situación, y fruto del conflicto
militar, sufrió daños irreparables. En la actualidad
se encuentra parcialmente arruinado, y se han realizado diversas
intervenciones para protegerlo y ponerlo en valor.
La estructura del castillo está ligada a su
historia. La parte más antigua son las murallas y las torres
que configuran su perímetro. Cuando pasó a manos
de la orden de Montesa se realizaron varias ampliaciones, como
la puerta de entrada actual o la muralla suroriental. En su interior
llegó a contar con tres aljibes y dos capillas, dedicadas
a San Juan y a la Virgen de la Costa, así como numerosas
torres, y diversas dependencias distribuidas a lo largo de todo
el recinto.
En la actualidad todo ello se encuentra en un avanzado
estado de ruina, aunque recientemente se han emprendido obras
de restauración en la muralla. Aún se conservan
en pie dos de las paredes de la torre del homenaje, así
como otros dos torreones, de planta cuadrada y redonda, junto
al lienzo.
Iglesia de la Asunción de la Virgen
La iglesia se sitúa en el centro del pueblo.
Es una construcción barroca, de finales del s. XVII, que
se realizó sobre un edificio anterior del s. XV, del que
todavía se conservan algunos restos. Su esbelta torre campanario
sobresale por encima de los tejados de la localidad, siendo visible
desde una gran distancia, a lo que contribuye también su
ubicación, en la parte más elevada de la localidad.
En su exterior presenta formas sencillas, siendo
el elemento más destacado la portada de acceso, que es
uno de los pocos restos conservados de la primitiva iglesia medieval.
Es una portada muy sobria, estructurada en torno a un arco de
medio punto, que se sostiene sobre una imposta. El único
elemento decorativo es el extradós, que tiene una moldura
que provoca un ligero juego de luces y sombras.
La torre campanario es de planta hexagonal. Tiene
un acceso directo a la calle en la parte inferior, con un arco
de medio punto. Es una construcción que da un aspecto sólido
y macizo, en parte por los sencillos y pequeños vanos que
permiten filtrar la luz al hueco de la escalera. El cuerpo de
campanas tiene arcos de medio punto sostenidos por pilares, decorados
también con unas formas muy sobrias. Se remata con una
azotea, con un pretil y decoración de bolas.
El interior de la iglesia tiene una única
nave, con diferentes capillas y altares en los laterales. Su decoración
es netamente barroca. En la zona de los pies, bajo el coro, pueden
verse algunos nervios y una clave de bóveda pertenecientes
al edificio medieval. Los elementos más destacados son
una cruz procesional del s. XV, y la Virgen de la Mare de Deu
de la Costa, una talla que preside el altar mayor. La escultura
original era del s. XIV, y se encontraba ubicada en la ermita
de la Mare de Deu de la Costa. Cuando en este edificio se abandonó
el culto, en el s. XIX, se trasladó aquí, junto
con un altar gótico. Por desgracia, durante la Guerra Civil,
ambos fueron destruidos, siendo la Virgen que vemos en la actualidad,
una copia contemporánea de la original.
Ermita de San Sebastián
Es un edificio medieval, construido en el s. XIV,
coincidiendo con la creación del Señorío
de Montesa. En su origen tal vez fue concebido como una lonja
de mercaderes. Pero a partir del s. XIX se cambió su uso.
Tal y como se puede leer en la inscripción del dintel de
la entrada, fue en el año 1805 cuando se acometieron las
obras que dieron lugar a la actual ermita de San Sebastián,
y que transformaron profundamente su estructura. Una parte del
mismo, la zona situada a los pies, se adaptó como vivienda
particular, y en el piso superior se instaló un hospital
de beneficencia. En el s. XX quedó abandonado, y a punto
estuvo de desaparecer. Recientemente ha sido objeto de una profunda
restauración, y en la actualidad tiene un uso cultural,
destinado a exposiciones y conciertos.
Es una construcción de planta cuadrangular,
con cubierta de un agua. La única parte visible del exterior
de esta ermita es su fachada principal, dado que el resto de sus
muros se encuentran adosados a las casas de alrededor. Está
realizado con mampostería, y reforzado con sillares en
los ángulos. La portada de acceso es contemporánea,
y ocupa buena parte de la fachada. El interior resulta más
interesante. Se encuentra dividido en tres naves de un tamaño
irregular, paralelas a la calle, y separadas por medio de arquerías
ojivales y de medio punto, que se sostienen sobre pilares octogonales.
Molino y museo del aceite
Este antiguo molino se encuentra en las afueras del
pueblo, en la carretera de Benicarló a San Mateo. Está
formado por dos edificios diferentes. Por un lado se encuentra
la torre, que es la construcción más antigua, y
junto a ella, el molino. La primera es un edificio del s. XVI,
con planta cuadrangular, y tres alturas, que sirvió como
una casa de campo. Tiene una portada con arco de medio punto,
y en el primer piso se abren dos sencillos vanos. En la parte
superior puede verse un reloj de sol, junto a una inscripción
con la fecha de 1726.
Junto a la torre se encuentra el molino, que tiene
dos espacios claramente diferenciados. En la sala de prensado
puede verse una maquinaria de principios del s. XVII. La otra
gran sala es la nave de molinos, que se encuentra dividida por
medio de una arcada. Además de estas dos grandes estancias,
también puede visitarse el almacén o sala de tinajas,
el establo, y un vivienda particular.
Ermita del Carmen o de la Mare de Deu de la Costa
Se trata de un edificio localizado a un kilómetro
escaso del pueblo, que se encuentra en un avanzado estado de abandono.
Se accede por un camino que arranca de la calle del Carmen. Es
una construcción de formas sencillas realizada en mampostería,
reforzada con contrafuertes, y techumbre a dos aguas.
La cabecera es un poco más alta que la nave,
y tiene una cubierta independiente, a cuatro aguas. Antiguamente
esta ermita protagonizó las fiestas del pueblo, pero desde
el s. XIX se abandonó su culto, y en la actualidad la estructura
corre peligro de ruina. En su interior se custodió la imagen
de la Mare de Deu de la Costa, patrona de Cervera, cuya copia
puede verse en la actualidad en la iglesia de Asunción.
(Autor del texto del artículo/colaborador
de ARTEGUIAS:
Víctor López Lorente)