Catedral
de La Almudena de Madrid
La
Catedral de la Almudena de Madrid es un caso peculiar en el contexto
histórico español. Aunque desde el siglo XVI, coincidiendo
con la capitalidad de Madrid, se habían hecho intentos por
dotar a la urbe de un edificio prestigioso que fuera sede del Obispado,
el caso es que otros edificios tuvieron preferencia (El Escorial
y la inacabada Catedral de Valladolid).

Desde esas
fechas hasta 1879 Madrid siguió sin avanzar en el proyecto.
Fue en este último año cuando la Reina Mercedes impulsa
la compra de un solar junto a la Plaza de la Armería.
Finalmente,
el 4 de abril de 1883, el rey Alfonso XII puso la primera piedra
de la futura catedral de La Almudena.

Desde esta
facha hasta la definitiva consagración por el Papa Juan Pablo
II el 15 de junio de 1993 los proyectos e interrupciones se han
sucedido continuamente.
EL
primer arquitecto fue Francisco de Cubas que pretendió erigir
una colosal iglesia neogótica sobre una cripta románica.
La iglesia subterránea o "cripta" sí se
realizó según el plan previsto y fue terminada en
1911, no sin grandes esfuerzos debidos a localidad de la obra.
Posteriormente,
otros arquitectos intervinieron en la obra como Juan Moya, Miguel
de Olavaria y Enrique Repullés y Vargas.
Tras la Guerra
Civil, en 1944 se convocó un Concurso Nacional para resolver
el problema de la continuidad de la catedral, que ganaron Fernando
Chueca Goitia y Carlos Sidro. Este proyecto revestía la construcción
neogótica interior de un "envoltorio" neoclásico
más acorde con el estilo del cercano Palacio Real.

La última
aportación a la Almudena fueron las pinturas neobizantinas
de Kiko Argüello que embellecen el ábside con los momentos
más importantes de la vida de Cristo: La Segunda Venida,
Crucifixión, Resurrección, Pentecostés, Entrada
en Jerusalén y la Dormición de María. (VER
FOTO INFERIOR)

En definitiva,
la catedral de La Almudena es un templo de exterior neoclásico
muy austero e interior neogótico. Tiene planta de tres naves
más capillas de 99 metros de longitud y crucero de 66 metros.

Como hemos
citado bajo la iglesia neogótica existe la "cripta"
o iglesia subterránea neorrománica con portadas al
sur (cerca de la muralla árabe) VER FOTO INFERIOR.

Las dificultades
y continuas restricciones en la edificación de la Catedral
de la Almudena nos hablan del enorme mérito de aquellos maestros
constructores medievales que hace muchos siglos, con recursos ingenieriles
infinitamente peores edificaron ese manto de catedrales románicas
y góticas.

El ambiente
medieval (aunque se nota un incómodo regusto artificial)
es agradable en su interior (sobre todo en la iglesia alta, más
apegada a los cánones góticos). Destacamos la belleza
del triforio con arcos apuntados cobijados por uno mayor.

Se nota en
la catedral, que se tomaran constantes atajos para simplificar la
obra y su coste. Por ejemplo, no se cerraron las bóvedas
de crucería y muchos capiteles están sin tallar (aunque
los que sí lo están son muy bonitos siguiendo el gusto
gótico de hojas con crochets).

