Colegiata
de Covarrubias, Burgos
Covarrubias
es una preciosa villa medieval de la comarca de Arlanza, situada
al sureste de la provincia de Burgos.
Tiene esta
población multitud de encantos en el plano de su arquitectura
popular, sus numerosos monumentos medievales y el entorno natural
que la rodea, protagonizado por el Arlanza, uno de los ríos
castellanos de más fecunda historia.
En efecto, Covarrubias es
especialmente conocida por su arquitectura tradicional bien conservada
(viviendas castellanas con entramado de vigas de madera) y por su
nómina de monumentos, entre los que se encuentra el Torreón
de Doña Urraca, importante construcción mozárabe
de época condal (siglo X).

El otro edificio emblemático
de Covarrubias es la Colegiata.
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"Villa medieval de Covarrubias"
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La
Colegiata de Covarrubias
La
iglesia de la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias
es un elegante edificio gótico de finales del siglo XV (1470-1480).
Sus amplísimas dimensiones
y riqueza de todo tipo de manifestaciones artísticas la encumbran
a una especia de categoría de "pseudocatedral".
En su solar existió
anteriormente una iglesia románica de gran calidad, de la
que quedan algunos restos en el claustro y el Museo de los que también
nos ocuparemos a continuación.

La
iglesia
Arquitectónicamente,
la Colegiata de Covarrubias presenta planta de cruz latina, con
tres naves, capillas laterales y crucero, cubiertas por bóvedas
de crucería sencilla. La central lleva el clásico
nervio espinazo longitudinal, como la catedral de Burgos.

Los
apoyos son pilares cilíndricos rodeados por ocho columnas
con capiteles y basas ochavadas. Estos pilares reciben los arcos
formeros de las naves y por encima, el nivel del claristorio sólo
queda horadado con pequeños ventanales bíforos.
La fachada occidental se
anima con la portada de acceso al templo y el rosetón.

La puerta tiene arquivoltas
ligeramente apuntadas y recuerda modelos del siglo XIII, aunque
realmente se realizó en el XV o XVI. El rosetón de
esta fachada occidental es del siglo XVI y presenta unas hermosas
tracerías de inspiración más mudéjar
que gótica.

En general, a pesar de lo
tardío de sus construcción se aprecia un gran arcaísmo
-o al menos conservadurismo- en la arquitectura de este edificio
pues su estructura más parece de pleno siglo XIV que de finales
de la centuria posterior.
Son
numerosos los enterramientos monumentales que se conservan en la
iglesia y el claustro. En los panteones de la colegiata están
las familias más ilustres de la villa. En el presbiterio
se encuentra el del conde Fernán González y su esposa
Doña Sancha (se trata de un sepulcro tardo-romano del siglo
IV).
en la iglesia
también destacan el retablo principal barroco, el órgano
del siglo XVII y la pila bautismal, que es un sencillo ejemplar
románico.
El
Claustro
Adosado al costado norte
del templo se encuentra su claustro, de comienzos del siglo XVI,
donde se armoniza su arquitectura todavía gótica con
elementos del Renacimiento.

Las arquerías de
las pandas todavía muestran un ligero apuntamiento con tracerías
sobre columnillas. Por su parte, las bóvedas de las galerías
muestran crucería estrellada. Sin embargo, la escultura es
ya renacentista.

En el claustro se encuentra
el precioso sepulcro protogótico de la infanta Cristina de
Noruega. El lateral se decora con bellas guirnaldas y una arquería
corrida de arcos de medio punto con intradós trilobulado
sobre columnitas.

No sólo hay que fijarse
en el citado sepulcro sino que en las pandas del claustro hay un
nutrido lapidarios con diversas piezas escultóricas del templo
románico.

Contamos con columnas pareadas
con diversa disposición, losas de lo que parece ser el rebanco
de claustro, etc. El diseño de los capiteles que aquí
encontramos es variado. Los hay extremadamente sencillos (al gusto
cisterciense, probablemente influidos por Villamayor de los Montes
y, sobre todo, Las Claustrillas de Las Huelgas) con cestas vegetales,
remates de pomas y/o volutas, etc.

También los hay figurados,
como por ejemplo con parejas de aves o una pareja con la cesta lisa
y cabezas de dragón en las esquinas.


El
Museo de la Colegiata de Covarrubias

La visita a las dependencias
de la colegiata debe ir acompañado, casi obligatoriamente,
con el de museo pues cuenta con una notable variedad y calidad de
piezas de arte sacro que alcanzan el número de 300.

Dichas salas ocupan dependencias
de la antigua colegiata, aquí incluyendo la amplia sala capitular
con su artesonado mudéjar.
Entre las piezas de la colección
museística destacan estelas romanas, columnas románicas,
tablas de Berruguete, Van Eyck, orfebrería del célebre
maestro Calahorra, ropas litúrgicas de los siglos XVI al
XVIII, imaginería de todas las épocas y estilos, etc.

La obra maestra más
importante del Museo de la Colegiata de Covarrubias es el extraordinario
tríptico de la Adoración de los Magos del Maestro
de Covarrubias Gil de Siloé de clara influencia flamenca,
tallado a finales del siglo XV en madera de roble, posteriormente
dorada y policromada.
Los Magos representan las
tres razas conocidas hasta el momento: blanca europea, amarilla
asiática y negra africana.

En el terreno de la imaginería
destacan varias Vírgenes góticas, así como
grupos de la Epifanía o Adoración de los Magos. En
concreto, uno de ellos se inspiró evidentemente en la misma
iconografía de la colegiata de Aranda de Duero.

Una de las obras más
apreciables del museo es el óleo sobre tabla del siglo XV
titulado "Milagro en el Banquete de Santo Tomás Apóstol"
obra del Maestro de Los Balbases, en que se narra un episodio de
"La Leyenda Dorada" en que un perro trae a la mesa de
un banquete la mano de un maestresala que había golpeado
a Santo Tomás por haberse negado a comer.





Otros
monumentos y lugares interesantes de Covarrubias
Si la Colegiata es el principal
edificio religioso de la villa, hay que decir que no es el único.
Además toda la población merece una tranquila visita
para saborear rincones de gran belleza e historia.
Dado que Covarrubias no
es una gran urbe, todo queda muy próximo a la colegiata.
Por tanto, es inexcusable la visita a sus principales monumentos,
que son el Torreón de Fernán González, los
restos de las murallas junto al Río Arlanza, la iglesia de
Santo Tomás o el Archivo del Adelantamiento de Castilla.

Torreón
de Fernán González
Especialmente próximo
a la colegiata se encuentra el Torreón de Fernán González
o de Doña Urraca. Se trata de una construcción defensiva
de finales del siglo X, perteneciente a una tipología que
encontramos en estos territorios burgaleses repoblados desde antiguo
(Valdeande, Caleruega
).
Tiene planta rectangular
y alzado troncopiramidal, con anchos muros pétreos de nada
menos que tres metros de ancho. Nos imaginamos que en estas cautelas
defensivas tuvo que ver la fecha de edificación, seguramente
coincidente con el gobierno en Córdoba de Almanzor.

El remate superior es más
tardío. En el siglo XIV se añadieron las pequeñas
terraza amatacanadas de sus frentes y esquinas. Más tarde,
se eliminarían las almenas originales, se recreció
y se techó con un tejado.
Interiormente, la torre
tiene tres pisos divididos por entramado de madera y otro más,
abovedado con medio cañón de sillería.

El segundo
se abre una pequeña puerta original con arco prerrománico
de herradura.
Murallas
Medievales
también a pocos metros
de la colegiata está el legendario río Arlanza y cerca
de su orilla restos de la muralla medieval.
Iglesia
de Santo Tomás
La iglesia de Santo Tomás
se encuentra algo más alejada de la colegiata, situándose
en la zona occidental de la localidad. Se trata de un voluminoso
templo del gótico tardío (siglo XVI) constituido por
tres naves no demasiado altas donde se aprecia ya lo moderno del
edificio en que las bóvedas de crucería alcanzan mayor
complejidad mediante nervios terceletes. La puerta que se encuentra
en el sur muestra estructura de arcos ojivales.

Hay que destacar en esta
iglesia algunos restos románicos, incluyendo su ábside
todavía tardorrománico, posiblemente del siglo XIII.

Otros
lugares

El entramado de calles de
Covarrubias es uno de los principales alicientes y éstas
nos conducirán a lugares tan interesantes como la Plaza de
Doña Urraca, al que se llama Palacio de Fernán González,
que conserva una puerta románica o el Archivo del Adelantamiento
de Castilla.

