Guía de la Catedral de Seu d'Urgell (Catedral
de Santa Maria de la Seo de Urgel)
Introducción
La catedral de la Seu d'Urgell es uno de los
edificios más interesantes del románico de Cataluña,
debido a la mezcla de influencias que presenta del entorno francés,
alemán e italiano.
Historia
Los
inicios del templo se han perdido en la noche de los tiempos.
Seu d'Urgell (Seo de Urgell) vio construir durante la Alta Edad
Media diferentes y sucesivos edificios catedralicios que sufrieron
los avatares de esta época.
El primer edificio del que conocemos su existencia
fue una catedral consagrada a San Justo en el siglo V, del que
se ha conservado un ara de altar.
Tras este primer edificio se construyó otro,
situado ya en el mismo emplazamiento que el templo actual, y que
se consagró en el año 819. Aún tenemos noticias
de una tercera catedral, edificada a finales del siglo X, durante
el episcopado del obispo Ermengol y consagrada en tiempos del
obispo Eribau, en el 1040. Pero parece que el edificio pronto
comenzó a mostrar problemas de estabilidad y apenas 80
años después de la consagración se iniciaron
nuevas obras.
La catedral definitiva, consagrada a San Odón,
que hoy podemos contemplar, se inició a comienzos del siglo
XII aunque su evolución fue muy lenta por lo que debió
ser relanzada en 1175 debido al escaso desarrollo de las obras,
contratando el obispo Arnau de Preixens al maestro Ramon Llambard
o Ramón Lambardo para su finalización, siendo el
encargado de realizar las bóvedas.
Se ha conservado una copia del siglo XIII de las
capitulaciones que este arquitecto firmó con el Capitulo
y el obispo Arnau en el que se comprometía a realizar las
cubiertas de la catedral, los campanarios y el cimborrio en un
plazo de siete años.
La estructura del edificio
A
pesar de todo este largo proceso relatado, la iglesia no está
terminada. En la actualidad la catedral de la Seu d'Urgell es
un edificio de proporciones monumentales. Está construido
de forma íntegra con sillares de granito. Posee tres naves
que alcanzan un larguísimo transepto, rematado en dos enormes
torres inacabadas. De estas naves destaca en altura y anchura
la central. En la cabecera se abre un único ábside
de planta semicircular, y cuatro absidiolos laterales, que no
se expresan en el exterior. En el costado meridional se sitúa
el claustro. El grosor de los muros del edificio ha llevado a
pensar que seguramente se proyectó también con una
función defensiva, de forma que la población pudiese
refugiarse en su interior en caso de ataque.
El edificio cuenta con una torre campanario situada
en la fachada de los pies, una espadaña que se levanta
sobre uno de los muros del cimborrio y, como ya citamos, otras
dos torres de planta cuadrada, en cada uno de los brazos del transepto.
La situada en el lado occidental es conocida como torre de San
Justo, mientras que se encuentra en el costado contrario recibe
el nombre de torre de San Salvador.
La cabecera
Empezaremos la visita a la Catedral recorriendo primero
el exterior del edificio. En la cabecera, el ábside central
es de gran porte y hermosura.
Se divide en siete tramos por medio de unas finas
columnas, que acentúan su verticalidad. En la parte inferior
hay una pequeña ventana. En un segundo nivel se abren otras
tres ventanas, mucho más desarrolladas, con arcos de medio
punto abocinados mediante cinco arquivoltas el central, y tres
los laterales.
Todo el ábside es recorrido por una preciosa
galería de arcos de medio punto sobre columnas que lo corona
en su parte superior, que crean un gran dinamismo, recordando
a numerosas iglesias y catedrales dispersas por el norte de Italia
y Alemania. En solar hispano guarda algunas similitudes con Santa
María de Ripoll (Girona) o el monasterio de Santa María
de Obarra (Huesca).
A ambos lados del ábside se encuentran los
brazos del transepto, con tres ventanas con arcos de medio punto
de gran tamaño. En los extremos se encuentran las mencionadas
torres, que presentan una decoración formada mediante una
franja de pequeños arquillos ciegos que se apoyan en ménsulas
y lesenas. Los absidiolos laterales se excavan en los muros sin
sobresalir de él.
La portada de los pies
En la fachada del oeste hay tres portadas, que se
corresponden con las tres naves del templo, siendo la de mayor
tamaño la central, que es también la que presenta
mayor ornamentación.
El muro central se articula en tres niveles, separados
mediante impostas. En la parte inferior se encuentra la portada.
A ambos lados hay unos relieves con leones y figuras humanas.
Estas esculturas seon bastante habituales en el románico
y sibolizan la protección del templo sagrado y la muerte
iniciática que el hombre ha de experimentar como renovación
espiritual para traspasar el umbral.
Por encima, hay tres ventanas con arcos de medio
punto, siendo la central de mayor tamaño. En un tercer
nivel, hay dos óculos en los laterales, y una pequeña
ventana en la parte superior, rematándose con una franja
de arquillos ciegos al modo lombardo, y la cubierta a dos aguas
del edificio. Coronando el conjunto hay una torre campanario con
dos niveles de vanos horadados, que constituye uno de los elementos
más singulares de la Catedral.
La portada norte
En la fachada norte hay otra portada en un cuerpo
que sobresale respecto al lienzo del edificio y que se articula
en dos niveles por medio de una cornisa. En la parte inferior
se encuentra la portada, que tiene un arco de medio punto enmarcado
por arquivoltas. Por encima de la misma hay una franja de nueve
arquillos ciegos que apean en ménsulas y pequeñas
columnas finamente labradas.
El interior
En el interior el visitante experimenta una sensación
de amplitud espacial, acentuada por las notables dimensiones del
edificio. Las naves se separan por medio de pilares con sección
de cruz griega y pequeñas columnas adosadas en su ángulos.
En sus capiteles se despliega un interesante repertorio de formas
vegetales, y en menor medida, también figurativas y geométricas.
La nave central se cubre con bóveda de cañón,
mientras que las laterales lo hacen con bóvedas de crucería.
El transepto se cubre con bóveda de cañón.
En el cruce de dicho transepto con la nave central se encuentra
el cimborrio, cuya construcción nunca llegó a terminarse,
que se cubre con una bóveda de cuarto de esfera. En los
dos extremos de las naves del transepto hay dos pequeñas
puertas que permiten acceder a los campanarios. En el costado
meridional del transepto se encuentra la tumba del obispo Juan
de Espes con unos fragmentos de pinturas murales de finales del
siglo XVI.
En
el muro del ábside central se abre un absidiolo, cuyos
muros se recorren con una franja de cinco arcos ciegos de medio
punto, que apean en pequeñas columnas adosadas al muro.
Acoge en su interior la talla románica de Santa María
d'Urgell, realizada en el primer tercio del siglo XIII.
El claustro
La Seo también conserva su correspondiente
claustro en el costado meridional de habituales arcos de medio
punto soportados por dobles columnas con buenos capiteles.
Fue construido en el siglo XIII, salvo la crujía
oriental, que fue rehecha a comienzos del XVII. Tiene una planta
cuadrangular. Su acceso se sitúa en el interior de la Catedral,
desde una portada, enfrentada a la situada en la fachada norte.
Está formada por un arco de medio punto con cinco arquivoltas,
que apean en otros tantos capiteles, con motivos animales y vegetales
y sus correspondientes columnas. Las arquivoltas están
decoradas con baquetones y pequeñas cabezas humanas.
El claustro se articula mediante cuatro pandas
que se cubren con una techumbre de madera y se abren con arcos
de medio punto, que apean en columnas monolíticas sobre
un fuste corrido y pilares en los ángulos.
En los capiteles de las tres pandas románicas
hay un gran despliegue de motivo figurativos, geométricos
y vegetales, cuyas formas remiten al Rosellón.
La panda del lado este, construida en el Barroco,
tiene siete grandes arcos de medio punto apoyan en sencillos pilares
de sección cuadrangular.
La iglesia de San Miguel
En el ángulo suroriental se encuentra la iglesia
de San Miguel, a la que se accede desde la panda sur del claustro.
El edificio se construyó en el siglo XI, consagrándose
a san Pedro y a san Andrés, pero en el siglo XIV se constituyó
como una parroquia independiente, dedicándose a partir
de este momento a San Miguel y a San Pedro. Es un templo realizado
en estilo lombardo a base de sillarejo, con una sola nave, y planta
de cruz latina, con arcos diafragma y techumbre de madera.
La cabecera tiene tres ábsides, destacando
por su mayor tamaño el central, que se encontraba decorado
con un Cristo en Majestad de gran virtuosismo técnico,
y que en la actualidad se conserva en el Museo Nacional de Arte
de Cataluña.
El Museo Diocesano
Desde la crujía meridional del claustro se
accede también al Museo Diocesano, situado en las dependencias
de la antigua sala capitular y en la iglesia de la Piedad.
En sus salas se expone una colección de gran
valor artístico, formada por pinturas, esculturas, orfebrería
y piezas de arte mueble de todas las parroquias de la Diócesis.
Entre las piezas más destacadas destacan el Beato de Urgell,
que es una copia del Beato de Liébana realizada a finales
del siglo X.
También constituye una obra maestra la casulla
de San Ermengol, datada entre los siglos VIII y X. Además
el Museo cuenta con un extraordinario repertorio de pinturas murales
de diferentes parroquias, y numerosas tallas de vírgenes
románicas.