Durante el fin de semana del 22 al 24
de abril tuvo lugar la segunda edición del Viaje Guiado
ARTEGUIAS al románico de la comarca zaragozana de las Cinco
Villas, la cual nos recibió especialmente animada dado
que durante esos días la comunidad autónoma aragonesa
celebraba el día de su patrón San Jorge (día
23).
El viernes día 22 salimos puntuales
de Madrid a las 8:00 de la mañana para, tras la preceptiva
parada técnica a la altura de Medinaceli, llegar a Tauste,
la primera de las "cinco villas" y puerta natural de
entrada a la histórica comarca desde la Ribera Alta del
Ebro.
En Tauste nos esperaba José Ángel,
su guía oficial y en cuya compañía visitamos
en primer lugar la ermita (antigua parroquia) de San Antón,
recientísimamente restaurada hasta el punto de que su lapidario
interior apenas desempaquetado para su exposición. Fue
San Antón nuestra primera toma de contacto con el Maestro
de Agüero o de San Juan de la Peña, quien nos acompañaría
en varias de las iglesias del fin de semana.
Desde San Antón ascendimos a
la parte alta del casco urbano para visitar la iglesia de Santa
María, un precioso ejemplo de mudéjar aragonés
Patrimonio de la Humanidad cuya torre ha dado mucho que hablar
y que en su interior alberga un gracioso museíto en el
que se exponen varias tallas medievales.
Tras la comida en Ejea de los Caballeros,
principal núcleo demográfico y de servicios de la
comarca, emprendimos rumbo norte para visitar la segunda de las
villas: Sos del Rey Católico, la más septentrional
de todas y una de las poblaciones con más historia de toda
la región.
En Sos del Rey Católico iniciamos
nuestra visita por el Palacio de los Luna y las pinturas murales
del gótico lineal de la capilla de San Martín. Desde
ella, descendimos por la intrincada y pintoresca judería
hasta desembocar en su plaza mayor, donde comentamos su espectacular
ayuntamiento renacentista y la lonja.
El plato fuerte de Sos del Rey Católico
nos esperaba en la espectacular iglesia de San Esteban, con su
cripta o iglesia inferior y sus interesantísimos capiteles;
así como la iglesia superior, de tres naves y un porte
realmente monumental.
Por último, visitamos el Palacio
de Español de Niño antes de dejar unos minutos de
libre disposición para retomar fuerzas en las cafeterías
de la villa para emprender camino hacia nuestro hotel en Tudela,
localidad ya Navarra pero lindante con las Cinco Villas.
El sábado, día grande
de Aragón, iniciamos nuestra ruta visitando la hoy ermita
(antiguo monasterio) de Puylampa, una espectacular construcción
levantada en un paraje de enorme belleza cerca de Sádaba
y que hizo las delicias de todos los viajeros tanto por su arquitectura
como por el simbolismo de su escultura.
A continuación y en compañía
de su guía Merche, visitamos el castillo románico
de Sádaba, la tercera de las cinco villas.
Desde Sádaba de nuevo regresamos
a la capital comarcal Ejea de los Caballeros para conocer su monumental
iglesia del Salvador, con un interesantísimo retablo en
su interior y que, ya al exterior conserva dos magníficas
portadas, una al oeste donde de nuevo nos reencontramos con el
Maestro de Agüero, y otra occidental, admirablemente restaurada
tras años tapada y prácticamente perdida y en la
que pudimos recrearnos prácticamente escena a escena.
Tras comer en Sádaba dedicamos
la tarde la quinta y última de las villas, la espectacular
Uncastillo, una localidad de apenas un millar de habitantes y
que conserva en buen estado nada menos que cuatro iglesias románicas
de gran interés.
En compañía de su emblemático
guía Jesús y bajo una lluvia que no consiguió
minar el entusiasmo de nuestros amigos, iniciamos la ruta urbana
por Uncastillo en la iglesia de Santa María, cuya portada
sur es de lo mejorcito del románico español. Desde
Santa María ascendimos a la parte más alta de la
población para acceder a la iglesia de San Juan, de carácter
más sobrio, erigida sobre una necrópolis y en cuyo
interior se conservan unas interesantísimas pinturas murales
con el apóstol Santiago como protagonista.
Posteriormente nos recreamos en la iglesia
de San Felices, una de las más desconocidas pese a albergar
dos portadas de nuevo del Maestro de Agüero para, de nuevo
en la calle principal, acceder al palacio del Ayuntamiento.
Para terminar la visita entramos a la
iglesia de San Martín, monumental y cargada de escultura
y actualmente musealizada, albergando piezas de enorme interés.
Desde San Martín, regresamos al autobús para emprender
camino hacia el hotel.
El domingo, con un día por fin
soleado y precioso, nos aproximamos al sector más oriental
de las Cinco Villas para visitar en primer lugar la populosa localidad
de Luna, donde en compañía de una concejala y una
entrañable vecina conocer la iglesia de Santiago con su
portada y su cripta, y posteriormente su plato fuerte: la iglesia
de San Gil, sobria al exterior pero en cuyo interior se conserva
uno de los mejores conjuntos escultóricos románicos
de Aragón.
Tras la parada técnica en la
plaza principal, de Luna accedimos hasta la pequeña localidad
de El Frago, cuya iglesia de San Nicolás nos sorprende
con dos preciosas portadas de nuevo factura del taller del Maestro
de Agüero, una de ellas, en concreto la sur, decorada con
uno de los mejores mensarios agrícolas del románico
español.
Antes de volver al autobús, no
podíamos dejar pasar la ocasión de visitar, también
en El Frago, su ermita de San Miguel, sencilla pero encantadora
y con un crismón en su portada.
Tras la comida de nuevo en Ejea, como
fin de fiesta nos aguardaba la considerada por muchos especialistas
la obra de madurez del genial Maestro de Agüero: la iglesia
de San Miguel de Biota con sus dos portadas, la occidental presidida
por una Epifanía y la meridional por una encantadora Psicostasis
o Pesaje de las Almas por San Miguel.
Desde Biota iniciamos nuestro viaje
de regreso para, con las paradas técnicas requeridas, llegar
a Madrid en el horario establecido. Muchas gracias por acompañarnos.