Entre el jueves 15 y domingo 18 del
mes de junio de 2023 tuvo lugar la primera edición de un
nuevo viaje por el arte medieval en tierras francesas, complementado
con visitas a dos importantes monumentos de la provincia de Huesca.
Más en concreto, nuestra ruta
se adentró en el corazón de los Pirineos Atlánticos
franceses (en la histórica región del Vizcondado
y Principado de Béarn) para recorrer diversos tramos del
Camino de Santiago tanto en su ramal de la Vía Tolosana
o Camino de Arlés y también de la Via Lemovicensis
(dos de los cuatro esenciales recorridos hacia Compostela en Francia),
repleto de pueblos pintorescos medievales y de iglesias románicas.
Partimos de Madrid a las 8 de la mañana
en dirección a tierras aragonesas y tras comer en un restaurante
en la localidad de Santa Cilia, a pocos kilómetros de Jaca,
nos dirigimos al complejo histórico, religioso y artístico
del monasterio de San Juan de la Peña, verdadero corazón
espiritual del Condado y Reino de Aragón en sus dos primeras
centurias de formación: siglos X y XI.
A la visita a San Juan de la Peña
le dedicamos casi dos horas porque todo él es de una gran
transcendencia artística e histórica. Además
el conjunto arquitectónico es muy extenso pues cuenta con
dos iglesias (mozárabe y románica) un dormitorio
de monjes, los panteones de reyes y nobles, además de su
magnífico claustro construido bajo una inmensa roca de
la montaña.
Los capiteles de este claustro constituyen
una auténtica "Biblia en piedra" con los pasajes
del Antiguo y Nuevo Testamento más relevantes representados
en los capiteles. Pasajes que fuimos desgranando con todo detalle.
A continuación, tras tomar un
refrigerio nos dirigimos -siguiendo el trazado del Camino Aragonés
a Santiago de Compostela- a la localidad pirenaica de Canfranc-Estación
para cenar y pernoctar en un importante hotel de este centro turístico
ligado al deporte del esquí.
A la mañana siguiente, el viernes
16, emprendimos nuestros pasos al sur de Francia tomando el famoso
Túnel de Somport, faraónica obra de ingeniería
que comunica por carretera ambos países sin tener que coronar
el histórico Puerto de Somport situado a más de
1.600 metros de altura.
Una vez entrados en el territorio que
ocupó durante la Edad Media el Vizcondado de Béarn
paramos a conocer la iglesia de San Blas de L'Hôpital-Saint-Blaise,
templo que fuera el de un hospital de peregrinos que es una delicia
por su armonía y el entorno pintoresco que la rodea. Además,
pudimos disfrutar en su interior de un espectacular vídeo
mapping que nos relató su papel en el Camino de Santiago,
su arquitectura y una explicación de la exótica
cúpula románica con arcos entrecruzados que hay
sobre el transepto.
La siguiente parada, al mediodía,
la hicimos en el Sauveterre-de-Béarn, verdadero bastión
defensivo del vizcondado durante los siglos medievales. Pudimos
disfrutar del magnífico entorno natural donde se yergue
el Puente de la Leyenda sobre el río Gave d'Oloron, con
vistas a la Torre de Monréal y a la preciosa iglesia románica
de San Andrés.
A continuación, el autocar nos
subió hasta el cogollo de la localidad y en un restaurante
céntrico pudimos tener una agradable comida al aire libre
en su terraza.
De vuelta a la iglesia de Saint-André
de Sauveterre de Béarn, aprovechamos para hacer la primera
fotografía de familia ante este monumental templo románico
y gótico. A continuación recorrimos todo su perímetro
para realizar un análisis histórico y artístico
de sus tres puertas y de su interior.
El calor de la tarde apretaba y acusábamos
la humedad y el bochorno de esta zona tan húmeda de la
geografía francesa, pero no nos desanimamos y nos dirigimos
a otra localidad de importancia histórica: Orthez.
En esta población nos centramos en dos de
sus principales atractivos medievales: el Puente Viejo, erigido
para comunicar las dos orillas del río Gave de Pau y la
iglesia gótica de San Pedro.
La belleza del Puente Viejo de Orthez no se puede
valorar hasta que se baja a la ribera del río. Es entonces
cuando aparece nítidamente ante nuestros ojos la monumentalidad
de sus pilas con tajamares, sus grandes arcos ojivales y su alta
torre defensiva y de pontazgo.
Por su parte, la vecina iglesia gótica de
San Pedro sorprendió a nuestros viajeros acompañantes
gracias a su preciosa cabecera gótica con enormes vidrieras
coloreadas y una nave abovedada de inusitada anchura.
Concluido el periplo paisajístico y cultural
del viernes como estaba previsto, nuestro autocar nos condujo
a un lujoso hotel en Lourdes. Muchos de nuestros acompañantes
aprovecharon la cercanía del citado hotel al célebre
santuario para hacer una visita después de la cena.
A la mañana siguiente, la del sábado,
fuimos a conocer la antigua catedral de Santa María de
Lescar, hoy convertida en concatedral. Tiene esta iglesia un gran
repertorio de escultura románica y, sobre todo, un excepcional
mosaico románico del siglo XII con una clarificadora inscripción
que cita al obispo Guido de Lons quien lo mandó crear en
el centro del ábside principal hace 900 años.
La segunda visita de la mañana sabatina fue
para Lacommande que es un pequeño pueblecito -y un remanso
de paz- con un caserío muy bien cuidado rodeado por agradables
jardines. Su iglesia de San Blas, que fuera la de un hospital
de peregrinos del Camino de Santiago, ha sufrido a lo largo de
los siglos varias destrucciones que han desfigurado notablemente
su estampa románica. Por fortuna, ha llegado hasta nuestros
días gran parte de su cabecera con un repertorio de escultura
románica que hizo las delicias de todos.
La siguiente visita prevista fue la de la importante
ciudad de Oloron-Sainte-Marie que, como Lescar, contó con
diócesis episcopal y, por tanto, de templo catedralicio
(el de Santa María). En la actualidad, este templo de Santa
María tiene el título de concatedral de la Diócesis
de Bayona-Lescar-Oloron. Dado lo cargado de visitas reservadas
para esta jornada, nos centramos principalmente en analizar la
curiosa iconografía de su puerta románica, considerada
como una de las mejores del románico meridional francés.
Al finalizar, nos dirigimos a las cercanías
del río Le Gave d'Aspe donde comimos en pintoresco restaurante
situado sobre uno de sus puentes.
El autocar nos condujo a continuación a lo
alto del sector oriental de Oloron-Sainte-Marie, donde a comienzos
del siglo XII se construyó la perfecta iglesia románica
de la Santa Cruz, con una gran nobleza arquitectónica,
incluyendo su cúpula de influjo andalusí y su colección
de interesantes capiteles.
Ya a media tarde nos dirigimos a la localidad de
Morlaàs que fue capital del Vizcondado de Béarn
y como el resto de lugares visitados, también escala en
el Camino de Santiago. Era uno de los momentos más esperados
del viaje porque nos permitiría conocer y estudiar su espectacular
portada occidental que, a pesar de estar muy reconstruida durante
el siglo XIX, se considera toda una obra maestra.
En la mañana del domingo abandonamos Lourdes,
el Vizcondado de Béarn y el sur de Francia para dirigirnos
hacia la provincia de Huesca siguiendo la carretera que sigue
el trazado de la Vía Tolosana o Camino de Arlés.
Nuestro destino no era otro que Jaca, ya en territorio español,
que fue capital del joven Reino de Aragón durante la segunda
mitad del siglo XI.
La climatología se había tornado tormentosa
y llegamos a la ciudad aragonesa con un fuerte chubasco sobre
nuestras cabezas. No obstante logramos visitar la Lonja Chica
con las columnas traídas del claustro, incluyendo la portada
meridional y, también la portada occidental con su importantísimo
tímpano.
Finalizamos nuestra parada en Jaca recorriendo las
salas de la exposición medieval del Museo Diocesano, instalado
en las pandas y dependencias claustrales de la seo jaquesa.
Pudimos apreciar la altísima calidad de los
capiteles esculpidos por los talleres bautizados como de Jaca
y de las Platerías, además de conocer la amplia
colección de pinturas murales románicas y góticas
expuestas, incluidas las más espectaculares que son las
de la iglesia de Bagüés.
Satisfechos por tanta belleza disfrutada, volvimos
a nuestro autocar para avanzar en nuestro camino de vuelta hacia
Madrid y comer en un céntrico restaurante de Sabiñánigo.
El regreso a Madrid contó con las paradas
reglamentarias en áreas de servicio y arribamos a la zona
del Intercambiador de Avenida de América algo más
temprano de lo previsto.
Os agradecemos vuestra participación en este
precioso viaje y esperamos veros pronto.