Guía
de la Ermita de San Pantaleón de Losa
Introducción
La ermita de San Pantaleón de Losa, consagrada
en 1207, es una de las más fotogénicas y pintorescas
de las Merindades y de toda la provincia burgalesa que se ha vinculado
por algunos al Santo Grial. Sin embargo sí es posible que
aquí se guardase una reliquia de San Pantaleón:
una ampolla con su sangre y que fue llevada hace siglos al Convento
de la Encarnación de Madrid, donde se licúa cada
27 de julio.

Se encuentra encaramada en lo alto de una enorme
peña saliente que se parece a la proa de una quilla de
barco conocida como Peña Colorada, en un lugar de indescriptible
belleza a medio camino entre el Valle de Losa y el Valle de Tobalina.
Es monumento nacional desde los años cuarenta del siglo
XX cuando fue restaurada.

Se sitúa en el paso de una calzada romana
que comunicaba la Meseta con el Mar Cantábrico. En la peña
donde se ubica debió existir un antiguo castro prerromano
además de estar ocupada durante la romanización.
Se cree que de los siglos altomedievales pudo haber una antigua
fortificación de la que apenas han quedado huellas.

Una inscripción en el interior del muro sur
nos indica que San Pantaleón de Losa fue consa-grada en
el año 1207 por el obispo de Burgos llamado García
Martínez Contreras. Conocemos que esta iglesia pasó
a depender de varios monasterios hasta que en el siglo XIII fue
donada a los caballeros hospitalarios de Vallejo de Mena.

El
edificio de una gran calidad arquitectónica, aunque de
modestas dimensiones. Tiene una alta y corta nave de un solo tramo
engarzada con una cabecera de tramo presbiterial y ábside
semicircular. La razón de la escasa extensión longitudinal
del templo hay que buscarla en la fuerte pendiente en que se construyó.
De ser más larga, los tramos más occidentales deberían
disponer de una altura exagerada. Por eso, cando en el siglo XV
se decidió una ampliación del templo se prefirió
construir una nave gótica perpendicular de dos tramos.

Una de las peculiaridades del interior es que el
único tramo de la nave no se cubre con bóveda de
medio cañón sino con una cúpula ovalada elevada
sobre pechinas. La diferencia de altura entre la portada oeste
y el ábside se resuelve con escaleras de nivelación.

El cuerpo o nave lateral del siglo XVI se abre mediante
un arco románico lo que ha hecho especular con la existencia
de una pequeña capilla o ciborio que se crease para albergar
el sepulcro románico que hay bajo el baldaquino gótico
actual.
Una buena portada sirve de ingreso por la fachada
occidental. Lo más curioso es el atlante -que para algunos
expertos podría ser Sansón por su larga cabellera
o el mismísimo San Pantaleón- que la flanquea por
un lado y el zigzagueado por el otro.

En el hastial, presbiterio y ábside hay algunos
ventanales muy trabajados, con arcos de medio punto sobre varios
pares de columnas con algunos fustes trabajados que vinculan esta
iglesia con el monasterio alavés de Estíbaliz.

La escultura de San Pantaleón de Losa es ruda
pero lo motivos enigmáticos e inquietantes. Pertenece al
Taller de Mena-Villadiego que trabajó en amplias zonas
del norte de la provincia de Burgos.

Aparecen numerosos rostros y cabezas (humanas y demoníacas),
gloutons y personajes "embutidos" en los baquetones
de las arquivoltas.

En algunos capiteles aparecen personajes en barcas
que podrían estar relacionados con la Pesca Milagrosa o
con el Ciclo de Jonás. Si bien existe una nueva interpretación.Se
ha apuntado que la extraña iconografía aludiese
al ciclo de la vida y las seis formas de martirio del santo titular
como plomo fundido, ahogamiento en el mar, en la rueda, en el
potro, arrojado a las fieras y con una espada hasta que, finalmente,
fue decapitado.

En los capiteles interiores hay animales como parejas
de dragones. También hay dos capiteles que muestran una
serpiente de peculiar anatomía mordiendo a un ser humano.
Se ha interpretado como el milagro que provocó la conversión
de San Pantaleón cuando éste consiguió -por
intercesión divina- la resurrección de un infante
mordido por una serpiente venenosa cuando invocó el nombre de
Jesucristo.

Esta misteriosa iconografía y el lugar en
que se encuentra el templo de San Pantaleón de Losa nos
hace asegurar que no estamos ante un edificio cualquiera.

