La
localidad de Talmont-sur-Gironde pertenece al Departamento de
Charente-Maritime, dentro de la Región de Nueva Aquitania
(suroeste de Francia). La distancia hasta Saintes es de 35 Km.
y a Burdeos de 108 Km.
Esta pequeñísima aldea de unos 100
habitantes es considerada uno de los pueblos más bonitos
de Francia y perteneciente a lo que en el país galo se
conocen como "Pueblo de piedra y agua".
La importancia del lugar vino determinada por su
ubicación en la costa atlántica dentro del Estuario
de la Gironde, que es el más grande de Europa Occidental
con sus 75 Km. de largo por 12 de ancho. Este estuario se forma
por la desembocadura de los ríos Garona y Dordoña.

En efecto, Talmont-sur-Gironde fue importante durante
el auge de las peregrinaciones jacobeas durante la Edad Media
pues muchos peregrinos que llegaban a Saintes por la Via Turonensis,
preferían abandonar este camino para tomar alguna embarcación
en Talmont y atravesar el estuario hasta Soulac (Vía de
Soulac por la Costa que se unía al Camino de la Costa español).

Desde el punto de vista monumental, Talmont-sur-Gironde
presume de una de las iglesias más espectaculares de la
zona. Se trata de un edificio románico del siglo XII dependiente
de la Abadía de Saint-Jean-d'Angély (ubicada algo
más al norte de Saintes) que reemplazó a otra del
siglo anterior.

Esta iglesia románica dedicada a Sainte-Radegonde
(Santa Radegunda) se ha convertido con todo merecimiento en uno
de los emblemas turísticos de la región de Aquitania
por su espectacular lugar de construcción y por su fotogenia.
Es monumento nacional francés desde 1890. Su aspecto está
condicionado por su especial ubicación, a la orilla del
mencionado Estuario de Gironda.

Arquitectura
La iglesia de Sainte-Radegonde de Talmont-sur-Gironde
es un edificio de una sola nave, transepto y cabecera de tres
ábsides, los laterales nacen de los brazos de dicho transepto.
El ábside central es mucho más grande y saliente
que los colaterales.

En el siglo XV cedió el acantilado de los
pies del edificio y se llevó con él el tramo de
los pies de la iglesia románica, lo que obligó a
cerrar posteriormente la nave con un sencillo imafronte prácticamente
liso salvo una pequeña entrada tardogótica extremadamente
sencilla y un ventanal de arcos apuntado simple. Probablemente
la fachada antiguamente románica gozaría de un aspecto
mucho más suntuoso que el actual, siguiendo la estela del
Románico de Saintonge.

En tiempos mucho más recientes la iglesia
de Sainte Radegonde de Talmont-sur-Gironde gozó de sendas
restauraciones en 1929 y 1935. Posteriormente, en los años
60 del siglo XX se consolidó y arregló el promontorio.

Exterior
En el exterior, además de las armoniosas formas
de sus volúmenes arquitectónicos, lo más
decorado y bello es sin duda el ábside central y el imafronte
norte del transepto.

El citado ábside principal, sin llegar a la
riqueza ornamental casi barroca de la iglesia no muy lejana de
Rioux, presenta un juego muy rico de detalles decorativos. Los
ventanales son tres y están rodeados por una arquería
y por las columnas entregas de fustes telescópicos. Encima
corre el característico piso de arquería mural de
gran belleza y elegancia. Los canecillos se conservan bastante
bien y se centran fundamentalmente en una iconografía basada
en cabezas humanas y monstruosas.

Hay que decir que numerosos canecillos del ábside
septentrional corresponden a los de los años 60 del siglo
XX y se reconocen por el distinto color de la piedra y su perfecto
estado de conservación.
La fachada sur del transepto es extremadamente austera y se encuentra
muy erosionada, por estar orientada al mar. Otra cosa bien distinta
es la fachada del brazo norte, que obedece a una disposición
extraordinariamente rica que se suele reservar sólo para
las fachadas principales de los pies.

En el piso inferior, se abre la puerta con sus arquivoltas
ricamente decoradas, junto a dos arcos murales que la flanquean.
En el registro superior, volvemos a tener la elegante arquería
mural tan característica del románico de Aquitania.
Lamentablemente, la humedad salina de estuario ha
atacado bastante durante siglos a la piedra erosionándola
sobremanera, especialmente las esculturas de los capiteles. No
obstante podemos identificar algunos elementos de su escultura.

Las arquivoltas de la puerta llevan diferentes relieves.
En la externa, aparecen personas tirando de una larguísima
cuerda anudada a los cuellos de dos grandes leones, motivo relacionado
con la puerta de Sainte-Croix de Burdeos.

En la central hay una serie de personas que parecen
crear torres humanas alzándose sobe los hombros y suejatándose
las muñecas (como en los números circenses). Por
último, la interior ofrece figuras de ángeles enmarcando
al Cordero Místico.

En el arco a la izquierda de la puerta, dos grandes
dragones se muestran cara a cara en el arco; un león frente
a una figura humana, adorna el friso interior de la arcada. En
el tímpano apareece un bulto erosionado que parece pertenecer
a un hombre.

A la derecha del portal, en la arquería, las
esculturas están demasiado erosionadas para ser reconocibles,
si bien hay quien afirma que serían sarmientos de vid.
En el tímpano correspondiente hay una figura nimbada de
Cristo.

Interior
Los abovedamientos son los habituales para la arquitectura
románica tardía: medio cañón apuntado
para los espacios alargados y bóveda de horno para los
ábsides.

En el crucero o intersección de la nave con
el transepto se elevó una torre campanario cuya base interior
es una cúpula sobre pechinas. Actualmente, al exterior,
se encuentra desmochada y de escasa altura.

El nutrido número de capiteles interiores
es figurado pero al igual que la escultura exterior ha sufrido
un proceso de grave meteorización que ha terminado por
desfigurar los relieves.

Aún así, se adivinana animales (aves
sobre leones) e interacciones entre hombres y bestias (contra
dragones).
