San Fructuoso de Montelios, Portugal
Introducción
Este
célebre edificio altomedieval portugués es un martyrium
o mausoleo que el propio abad y obispo San Fructuoso de Braga mandó
construir en vida, lo que permite datarlo con mucha exactitud entre
los años 652 y 665.
Como martyrium se trata de una construcción
con funciones funerarias y no litúrgicas.

Arquitectura
San Fructuoso de Montelios es un edificio
construido en perfecta sillería colocada a hueso, es decir
sin argamasa de unión entre los bloques que se ajustan por
su propio peso. La planta es de cruz griega. La intersección de
los brazos iguales forman un crucero cuadrado con cuerpo sobreelevado
o sobrealzado a modo de cimborrio.
Se inspira directamente en el mausoleo de Gala Placidia
de Rávena. Se piensa que que algún artista pudo trasladarse
desde el norte de Italia hasta la zona portuguesa de Braga, donde
se construyó este martyrium.

Interior
Tres de los brazos de la cruz griega, al exterior con
testero recto, presentaban al interior un perfil de herradura, que
se comunicaban con el núcleo central mediante arquerías sobre columnas
que generaban el efecto típico de la arquitectura visigoda: la compartimentación
del espacio. Estos arcos son tres en cada brazo (todos de herradura),
siendo el central de mayor amplitud. Otro arco de gran diámetro
envuelve el conjunto.

El único brazo que presenta un perfil cuadrado tanto
al interior como al exterior es el brazo occidental, que servía
de acceso al martyrium mediante una puerta.
El crucero se eleva mediante una cúpula que se trasdosa
al tramo cuadrado mediante pechinas. Ello permita la iluminación
directa del interior puesto que este cimborrio tiene vanos.
Exterior
Al exterior destaca el cuerpo sobreelevado, cuadrado
pero que al interior, como ya hemos indicado, cuenta con una cúpula
semiesférica. En la parte alta presenta una serie de arquillos
decorativos de herradura, que se alternaban con unos arcos triangulares
o en mitra. Esta tipología reaparecerá varios siglos después en
el románico lombardo también de origen noritaliano.

En los muros de los cuatro brazos de la cruz griega
se repite la decoración del piso alto del cuerpo sobreelevado.
Las paredes se animan gracias a la secuencia de arquerías
ciegas con una alternancia de arcos de herradura con los de mitra
(triangulares), creando claroscuros de gran singularidad. Esta articulación
es originaria de Rávena puesto que los edificios se construían
en un material pobre como es el ladrillo y constituía una
forma sencilla pero efectista de dar viveza y elegancia a los muros.
