Iglesia de Santa Comba de Bande, Ourense
Introducción
En un verde valle orensano, en la esquina suroeste
de la provincia y a escasa distancia de la frontera con Portugal
encontramos la sorprendente iglesia de Santa Comba de Bande que
fue declarada monumento nacional en 1921.
Versión tradicionalmente
aceptada de su estilo y datación
Tradicionalmente, se ha mantenido que la iglesia
de Santa Comba de Bande es uno de los edificios más importantes
y bellos de la arquitectura hispanovisigoda española, aunque
con algunas modificaciones de los siglos del prerrománico
asturiano (s. IX), concretamente en el año 872, durante el
reinado de Alfonso III, en que fue restaurada parcialmente. Para
ello se sigue al pie de la letra la información de un documento
de la primera mitad del siglo XVII.
Estamos ante un bien construido templo monacal de cruz
griega con prolongaciones en sus extremos (ábside en el extremo
oriental y un pórtico en el occidental) y gran compartimentación
de espacios, para ubicar diferentes categorías de personas,
probablemente monjes de distinto nivel de preparación. En
la esquina nordeste hay una capilla cuadrada. Es posible que hubiera
otras tres en las respectivas esquinas que faltan.
La intersección de los brazos de la cruz griega
forma un crucero de planta cuadrada sobre el que se construyo un
cimborrio prismático con un ventanal en cada una de sus caras.
El abovedamiento de este crucero es de arista mediante el uso de
ladrillos.
Santa Comba de Bande sería una de las primeras
iglesias visigóticas con esta planimetría y estructura,
influida por el martyrium de San Fructuoso de Montelios de Braga
(Portugal) y ésta a su vez por el Mausoleo de Gala Placidia
y otros edificios de Rávena y el Imperio Bizantino.
En efecto, a la estructura de San Fructuoso de Montelios
empleada como edificio funerario y no litúrgico, bastaba
con añadir una capilla o ábside para la celebración
y consagración en el extremo del brazo oriental para convertirlo
en un espacio adecuado para celebrar misas (verdadera iglesia).
Tras Santa Comba de Bande, otras iglesias visigodas
españolas más o menos conservadas reproducirán
esta planimetría y alzado (aunque con ligeras modificaciones)
como son San Pedro de la Mata y Santa María de Melque, ambas
en la provincia de Toledo.
Ya en el interior, llama la atención la nobleza
de los grandes arcos de herradura y las recias columnas.
El arco triunfal de herradura es soportado por dos
parejas de columnas cuyos cuatro capiteles se reparten dos a dos
como romanos y prerrománicos. En efecto, los dos capiteles
que miran a la nave son muy probablemente romanos bajoimperiales.
Sin embargo, los más cercanos al ábside
son más achaparrados y, aunque se inspiran en los órdenes
de hojas de acanto de los capiteles corintios clásicos, son
reinterpretados de manera más dura y con menor relieve. Por
ello, obviamnete estos últimos se consideran prerrománicos.
Por otra parte, la nave y el transepto se cubren con
bóveda de medio cañón, mientras que la bóveda
de la cabecera es de herradura.
En la cabecera se conservan pinturas murales del siglo
XVI con dos escenas protagonistas: la Anunciación de San
Gabriel a María y una Santísima Trinidad con el Padre
sosteniendo a Cristo en la Cruz y encima de la cabeza de éste
la paloma del Espíritu Santo.
Por su parte, el altar esta formado por un pie prismático
o tenante y un ara o tablero horizontal conformando un altar en
forma de tau.
Reformas posteriores de estilo asturiano
La versión tradicional establece que una vez
construida la iglesia hispanovisigoda durante el siglo VIII quedaría
abandonada como consecuencia del cataclismo de la invasión
musulmana del 711.
Con la recuperación y repoblación de
este territorio en el siglo IX por el Reino de Asturias se acometería
una intervención o restauración que implicaría
la construcción de las bóvedas de ladrillo, las columnas
del arco triunfal y las impostas sogueadas, todo ello de posible
estilo asturiano.
Últimos estudios y opiniones
En el año 2003 se publicó un trabajo
de Luis Caballero, Fernando Arce y María de los Ángeles
Utrero, de la Unidad Asociada CSIC/Universidad del País Vasco
donde tras un completo estudio estratigráfico de los paramentos
de edificio con el objetivo de afirmar o contradecir la opinión
generalizada de que Santa Comba de Bande es una iglesia hispanovisigoda
con reformas del siglos IX.
Sus conclusiones vienen a desmentir las creencias arraigadas.
Anuncian que la iglesia, en lo fundamental, sólo tuvo una
intervención decisiva: la de su construcción primitiva
(que, por cierto, se realizo con sillares de acarreo) y que ésta
no dataría del siglo VII sino del IX. Añaden que aunque
los paramentos exteriores están muy modificados, no así
los interiores que se han mantenido casi en perfecto estado desde
su origen. A su juicio, Santa Comba de Bande es, en lo fundamental,
un templo cercano a la arquitectura asturiana del siglo IX y descendiente
del influjo oriental transmitido por el mundo omeya.
Esta nueva y no concluyente interpretación hay
que enmarcarla en las nuevas tendencias de las últimas décadas
en que numerosos estudiosos han retrasado en varios siglos las fechas
de construcción de iglesias tenidas tradicionalmente por
visigodas, como Santa María de Melque, Quintanar de las Viñas,
Santa Lucía del Trampal, etc.
Para complicar un poco más el panorama, el análisis
realizado por termoluminiscencia de los ladrillos de las bóvedas
data el material en la segunda mitad del siglo VIII, fecha que no
se ajusta ni a la propuesta de una iglesia hispanovisigoda, ni a
una prerrománica asturiana.
Como conclusión, esta bella iglesia de Santa
Comba de Bande sigue guardando muchos secretos e incógnitas.