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Artà, Mallorca. Guía turística: arte, monumentos y rutas





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Los textos de "GUÍA DE ARTE, MONUMENTOS Y RUTAS EN ARTÀ. MALLORCA" son propiedad de © Arteguias.com. Las imágenes se emplean bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike. San Salvador (autor: Eigene Aufnahme) Emita de Betlem y primer plano de la muralla de San Salvador (autor: Frank Vincentz)

Guía monumental (Arte e Historia) de Artà, Mallorca

Artà  
Islas Baleares
Llevant
7.500
154

Introducción a la guía de arte (monumentos y rutas) de Artà, Mallorca

Siempre bella y seductora, la península de Artà se muestra como un pequeño paraíso aparte, con un carácter propio y un encanto realmente singular.

Su ubicación, a 70 kilómetros de Palma, en la costa noreste de la isla, la ha mantenido en parte apartada del turismo masivo, protegida además por un terreno accidentado y unas costas agrestes que sin duda conquistan a todo aquél que se aventura a visitarlas.

Santuario de Sant Salvador

Considerado uno de los lugares más hermosos de Mallorca, Artà cuenta con una historia fascinante, mezcla de mitología y realidad, según la cual su fundación estuvo en manos de los arethos, pueblo superviviente de la destrucción de la antigua Troya. Curiosamente en la Grecia actual existe también un pueblo llamado Artà. No obstante, la población de Artà, tal y como la conocemos hoy, fue fundada por Jaume II hacia 1302, quien quiso crea aquí un coto de caza, deslumbrado por la belleza agreste del lugar.

En esta guía de Artà nos centraremos en sus principales monumentos y lugares que son: La Almudaina, el Santuario de Sant Salvador, EL Museo Histórico, las ermitas de Bellpuig y Betlem, etc.

La Almudaina

Una recia muralla de piedra corona el monte en cuyas faldas se despliega la vida popular de Artà. Allí, en la cima, divisando el horizonte desde la época en que los árabes poblaron esta región, la antigua Almudaina rememora su antigua función de fortaleza inexpugnable a cuyo amparo emergió la primitiva ciudad, protegida así de los frecuentes ataques piratas que durante siglos trataron de expoliar estas tierras.

Tras los gruesos muros de la Almudaina y a la sombra de sus torreones de vigilancia se encierra una superficie de 4.000 metros cuadrados donde el tiempo parece haberse detenido, entre piedras y verdín. Todo ello recrea un marco perfecto para la construcción más emblemática de Artà, el antiguo santuario de Sant Salvador.

Santuario de Sant Salvador

La construcción que puede verse en la actualidad data del siglo XIX, aunque el templo original fue levantado en el siglo XIII. No obstante, tras funcionar como hospital para cuidar a los enfermos de la peste que asoló la ciudad en el verano de 1820, los propios locales decidieron quemar el edificio para así evitar la propagación de la plaga.

Santuario de Sant Salvador de Artà, Mallorca. Islas Baleares

El santuario conserva la planta original de cruz latina, adoptando un estilo ornamental neoclásico. Destaca el bello pórtico, finamente decorado con escenas de la Última Cena, siendo igualmente hermosas las pinturas al fresco de las pechinas que sostienen la cúpula, y en las que aparecen representados los cuatro evangelistas.

No obstante, el gran tesoro de Sant Salvador es una pequeña talla románica de la Virgen de origen incierto, aunque se estima que fue traída de Cataluña. Esta Virgen es venerada por propios y ajenos, y ha llegado a convertir al templo en un centro importante de peregrinación mariana.

Casco Urbano

A los pies de la Almudaina, por las laderas del cerro, se abre uno de los núcleos urbanos más ordenados y armónicos de la isla. Una curiosa escalinata facilita el descenso, desembocando directamente en la iglesia parroquial de la ciudad. Su construcción se inició en la segunda mitad del siglo XVI, lo que lo convierte en una de las construcciones más antiguas del lugar. Se caracteriza por su planta rectangular y su fachada de reminiscencias góticas, en contraste con la decoración interior, netamente barroca, apreciable en los retablos.

A partir de ahí se abren las calles siguiendo una estructura ordenada, flanqueadas con edificios de fachada homogénea y cuidada, recreando un ambiente realmente grato para el paseo. A simple vista pueden distinguirse dos barrios bien diferenciados: la zona obrera o de los menestrals, en la parte baja de Artà, y el núcleo señorial, en la parte alta, con mansiones caracterizadas por el lujo y la opulencia, como Can Marquès, antaño residencia de los marqueses de Bellpuig, que conquista con sus bellas escalinatas interiores, las arcadas de sus balcones y la presencia de escudos señoriales en su fachada. Igualmente bellas son las casonas de Can Cardaix, Can Sureda o Can Epifanio. Destaca también Ca Na Batlesa, la antigua casa de la alcaldesa, convertida en la actualidad en un centro cultural bien conocido por exponer la obra del artista Miquel Barceló natural de la vecina población de Felanitx.

Tras el paseo, nada mejor que descansar en la hermosa plaza del Conqueridor refrescarse a la sombra de los frondosos árboles que la pueblan, muchos de ellos traídos de las Américas durante la Conquista. Y para los que aman la belleza envuelta de misterio, una buena opción es acercarse al Cementerio, considerado una extraordinaria muestra de arte funerario al aire libre.

Museo Histórico

Ubicado en la Plaza Mayor, este museo expone todo tipo de objetos y documentos de épocas pasadas de la ciudad, cuando ésta estuvo bajo el dominio de romanos primero y árabes después. No obstante, la joya de la colección son los guerrers de Son Favar, curiosas figuras de bronce creadas en torno a los siglos V y II a.C. En ocasiones la muestra es trasladada al museo de Mallorca, en la capital de la isla.

Poblado Talaiótio de Ses Païses

Apenas a un kilómetro del casco urbano de Artà se encuentran los orígenes más primitivos de la ciudad, resquicios de los primeros pobladores que decidieron asentarse en estas bellas tierras y establecer aquí su residencia.

El poblado talaiótico de Ses Païses data del año 800 a.C. aunque no fue descubierto hasta 1957. Diversos estudios de la zona estiman que aquí debió habitar una comunidad de unos 300 individuos. Destaca la presencia de un fastuoso talaiot o torreón circular, que luce imponente en medio de lo que hoy es un gran encinar. La belleza del paraje ha servido de inspiración a numerosos artistas, como el poeta Miquel Costa i Llobera, que describe el encinar en los versos de su obra La deixa del geni grec (El legado del genio griego):

A ixí cent veus cantaven a cor sota el ramatge
De la sagrada alzina, i amb majestat salvatge
Se dilataba el cántic pel bosc i per la nit.
Entre ferest de teia, cent joves tot seguit
Formant guerrera dansa, voltaven la gran soca
De l'arbre antic de dies y el gran altar de roca
Un coro de cien voces cantó bajo el ramaje
De la sangrada encina, y con majestad salvaje,
Se dilataba el cántico por el bosque y la noche.
Entre hogueras de tea, cien jóvenes, dispuestos,
Con su guerrera danza, rodeaban el gran tronco
Del árbol viejo en días, y el gran altar de roca.

Alrededores de Artà

A pocos kilómetros del casco urbano pueden encontrarse interesantes parajes merecedores de ser visitados, templos legendarios llenos de historia y las más hermosas playas, que han convertido a Artà en un destino privilegiado de veraneo.

Ermita de Bellpuig

A dos escasos kilómetros de Artà, en la espesura del bosque de Bellpuig, se encuentra este enigmático templo, construido en 1230 para ensalzar la victoria cristiana en tierras mallorquinas.

La construcción es un buen ejemplo de gótico inicial, con planta rectangular y cubierta por una sencilla bóveda, con recios muros de piedra apenas abiertos por pequeños vanos.

Ermita de Betlem

Ubicada sobre un acantilado, a unos 10 kilómetros al norte de Artà, esta construcción de principios del siglo XIX invita a la reflexión y el silencio, alejada como está de cualquier perturbación de la sociedad. No es de extrañar que fuera un pequeño grupo de ermitaños quien se ocupase de su fundación.

Ermita de Betlem, a 10 kilómetros de Artà

La ermita destaca no sólo por su singularidad arquitectónica, perfectamente equilibrada y con bellas proporciones, sino porque desde aquí se tiene una de las mejores vistas panorámicas de la isla, especialmente al atardecer, cuando el cielo se llena de un juego de colores sin igual en contraste con el mar.

Naturaleza en Artà

Paralelamente a su legado arquitectónico, Artà ofrece una diversidad de recursos naturales para disfrutar al aire libre de los encantos de una isla.

Entre las playas más reconocidas se encuentran posiblemente las que circundan la zona de Cala Ratjada, donde además se concentra una variada oferta de ocio, con un puerto deportivo y multitud de restaurantes.

Destacan también las playas de Canyamel, Cala Agulla, Es Caló, Sa Canova, Cala Torta, Cala Mijana y muchas otras calas, paraísos terrestres donde se aúnan las más limpias aguas con una bella costa de dunas y pinares que ofrecen refugio a la sombra.

Artà es también un refugio para los apasionados de la espeleología, y en sus alrededores pueden encontrarse recónditas cuevas que esconden su fastuosa belleza bajo tierra. Tal vez las más afamadas sean las cuevas de Cap Vermell, a unos 7 kilómetros de distancia en la carretera que lleva a Canyamel.

 

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Última actualización de "GUÍA DE ARTE, MONUMENTOS Y RUTAS EN ARTÀ. MALLORCA" en agosto de 2010

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