Guía del Monasterio de San Nicolás
de Cines (San Nicolao de Cis), A Coruña
Introducción
La
actual iglesia parroquial de San Nicolao de Cis (San Nicolás
de Cines), está situada en el concello de Oza dos Rios
a sólo 11 kilómetros por carretera de Betanzos.
Su origen hay que buscarlo en un antiguo monasterio
dedicado a San Salvador, de patrimonio familiar y dúplice,
fundado en los primeros años del siglo X por el conde Alvito
y su esposa Paterna. En el siglo XI, mediante uniones matrimoniales,
pasa a pertenecer a la poderosa familia Traba y a comienzos del
XII abandona la rama femenina, pasando a albergar únicamente
monjes. Será precisamente en la duodécima centuria
cuando se abandona la regla que regía la comunidad y se
adopta la de San Benito de Nursia, permaneciendo desde entonces
como monasterio benedictino.
En la Baja Edad Media, Cines sufrió
la decadencia de muchos otros cenobios hispanos por culpa de la
práctica de las encomiendas, modelo de dependencia por
el cual un noble se hacía cargo de defender un monasterio
frente al ataque de otros, asegurándose su control, lo
que frecuentemente derivaba en abusos.
A comienzos del siglo XVI pasó a pertenecer
a la Congregación de San Benito de Valladolid como abadía,
condición que perdió muy pronto, en 1518, porque
fue anexionado al monasterio compostelano de San Martín
Pinario como priorato.
En 1836 se produce la exclaustración
de los monjes con la Desamortización de Mendizábal,
convirtiéndose en templo parroquial, función que
ha cumplido hasta nuestros días.
Arquitectura
La iglesia reconstruida que vemos en la actualidad
es del siglo XIV y sustituyó a otra anterior que pudo ser
románica o prerrománica.
Es un noble edificio del gótico rural
vinculado al Convento de San Francisco de Betanzos. Estas iglesias
han abandonado ya las cabeceras de ábsides redondos del
románico y sus bóvedas son de crucería, pero
siguen mostrando muchos de los lexemas de la arquitectura y la
escultura del estilo anterior. Además, esta arquitectura
gótica está alejadísima del gran gótico
catedralicio clásico que nació en Francia en el
siglo XII y que se extendió por buena parte de Europa durante
el XIII. En San Nicolás de Cines no vamos a ver ni el carácter
ascensional ni mucho menos la desmaterialización de los
muros en ventanales llenos de vidrieras de aquellos edificios,
estando mucho más apegados al gótico mendicante
gallego y a la arquitectura del Císter de uno o dos siglos
antes.
Dicho esto, la actual iglesia de San Nicolás
de Cines es un templo de tres naves, la central de doble anchura
que las laterales, de dos tramos, transepto algo más ancho
que la nave central pero no acusado en planta y una cabecera constituida
por tres ábsides poligonales; el central de siete lados
y los laterales de cinco. Como es habitual el ábside central
es más profundo y alto que los restantes. Sobre el crucero
se levantó un no muy alto cimborrio cúbico como
en San Francisco de Betanzos.
La no excesiva diferencia en longitud de las
naves frente a su anchura, los volúmenes rotundos de la
cabecera y la existencia del cimborrio, hacen de la visión
de esta iglesia un conjunto compacto, unitario y armónico;
muy apreciable y satisfactorio.
En el siglo XV se abrió el muro de cierre
del brazo norte del transepto para habilitar una capilla funeraria
con bóveda de crucería con nervios sobre columnillas
y capiteles figurados.
Exterior
Cabecera
La cabecera de San Nicolás de Cines
muestra sus tres ábsides poligonales articulados verticalmente
por potentes contrafuertes escarpados. Los ventanales de los laterales
son sencillas aspilleras mientras que las del central son vanos
alargados ajimezados bajo un arco envolvente que también
cobija un pequeño óculo. Como casi en todo el resto
del templo, los canecillos son de proa de barco.
Fachada occidental
La fachada occidental reproduce modelos conocidos
en el románico, en los monasterios cistercienses y en los
conventos mendicantes. Se articula entres calles mediante dos
grandes estribos situados en el plano vertical de los arcos formeros
interiores.
Encima hay un gran rosetón con óculo
central, tracería con dieciséis figuras bilobuladas
y luego las roscas decoradas con hojas de acanto o palmetas y
puntas de diamante. La antefija tiene una cruz y un jabalí.
La puerta tiene arquivoltas apuntadas decoradas
con cogollos vegetales, puntas de diamante y un sogueado. Las
columnas han perdido los fustes y su capiteles muestran diversos
animales entre los que hay dragones, además de una Anunciación.
En el tímpano aparece en el centro Cristo
coronado, sentado y con las manos levantadas. Está rodeado
de dos figuras con báculos que se han identificado como
el abad y padre del monacato occidental San Benito de Nursia y
el obispo San Nicolás de Bari. En la arquivolta interior
se encastró el relieve de un ángel turiferario.
Puerta sur
También interesa la puerta norte con
su tímpano que muestra el pasaje de la Adoración
de los Reyes Magos frente a María, Jesús y San José.
Como era frecuente hasta finales del siglo XV, los magos no representan
las razas sino las edades del hombre, por ello el segundo de ellos
es imberbe.
Interior
En el interior apreciamos la división
de las naves mediante pilares de sección cruciforme con
una semicolumna en cada cara principal. Sus capiteles, como luego
veremos, están esculpidos siguiendo la inercia románica.
Estos pilares, bastante delgados, no fueron pensados para soportar
bóvedas por lo que el cuerpo de naves se cierra en altura
por una cubierta de madera a dos aguas.
El tambor del cimborrio se eleva directamente
sobre los arcos torales y su cubierta es de madera a cuatro vertientes.
Por su parte, los tres ábsides tienen
arcos triunfales apuntados y sus bóvedas son de crucería
en abanico con arcos coincidentes en clave común que parten
de columnillas adosadas al interior de los muros. Encima de estos
arcos de acceso a los ábsides se abren rosetones polilobulados,
siendo el central trilobulado rodeado de seis lóbulos más.
La amplia colección de capiteles figurados
de la iglesia de San Nicolás ha sido analizada y se han
propuesto hasta cuatro talleres o, al menos, artesanos distintos
que los escupieron.
Los artífices tallaron plantas y multitud
de maléficos dragones y arpías, tipos de bestias
muy queridos por el románico de dos siglos atrás.
Más interesante es la repetición en varias cestas
del mismo pasaje neotestamentario: la Anunciación.
Un capitel muestra una figura barbada sosteniendo
un manto o velo que ha sido identificado como Jesús corriendo
el velo de la Antigua Ley, junto a los apóstoles. También
hay un martirio y diversos combates con leones y otros animales,
símbolo de la lucha espiritual que el hombre ha de practicar
contra el demonio, el pecado y la muerte.