Guía del Monasterio de Santa Clara a Velha
de Coímbra, Portugal
Introducción histórica sobre Coímbra
Coímbra
es una de las ciudades históricas más importante
de Portugal. Cuenta con 140.000 habitantes y se encuentra a 44
metros sobre el nivel del mar.
La ciudad es atravesada por el enorme río
Mondego que será uno de los grandes protagonistas del monumento
de este artículo: el Monasterio de Santa Clara a Velha.
La actual ciudad de Coímbra fue un asentamiento
conocido como Æminium, población vecina de la ciudad
de Conímbriga a la que terminaría por "robarle"
su nombre y su importancia.
Fue sede episcopal durante el Bajo Imperio Romano
y el reino hispanovisigodo de Toledo. Con la ocupación
musulmana de comienzos del siglo VIII pasó a denominarse
Qulumriyah y permaneció bajo el dominio andalusí
hasta el año 1064 en que fue reconquistada por el rey Fernando
I de León.

Enrique de Borgoña y Teresa de León
la convertirán en capital del condado de Portugal, siendo
el lugar de nacimiento del primer rey portugués: Alfonso
Enríquez. Coímbra se mantuvo como capital de este
joven reino hasta 1256 en que es trasladada a Lisboa. Pero Coímbra
no dejó de tener importancia puesto que se encontraba en
el Camino Central a Santiago que partiendo de Lisboa hacia el
norte cruzaba estas tierras hasta llegar a Oporto, Tui y finalmente
a Compostela.
Esta relevancia histórica durante la Edad
Media fue la causante del rico patrimonio con que cuenta Coímbra:
la Catedral Vieja y la iglesia de Santiago, ambas románicas;
los monasterios de Santa Cruz y Santa Clara a Velha, la Universidad
(Patrimonio de la Humanidad), etc.
Monasterio de Santa Clara a Velha de Coímbra
Introducción
Los restos de lo que fue un importante convento
de monjas franciscanas (clarisas) de Coímbra se encuentran
al oeste del río Mondego.
Su fundadora fue la noble Mor Dias durante
el siglo XIII. Aunque hubo bastantes oposiciones durante aquella
época, el monasterio logró salir adelante, colocándose
la primera piedra del conjunto edificativo en 1286. Pero los
problemas no cesaron tras la fundación y no muchos años
después, este monasterio de clarisas quedó abandonado.

Por fortuna, la reina Isabel de Portugal tuvo
la iniciativa de volver a fundar un convento de clarisas en el
mismo lugar donde se había establecido un siglo antes.
En 1314, Doña Isabel obtuvo el permiso del Papa y, mediante
su impulso y su mecenazgo, una comunidad de monjas lo ocupaba
en 1317. La reina eligió un palacio junto a este monasterio
para vivir cuando quedó viuda y fue enterrada en la iglesia
conventual.

Sin embargo, el lugar elegido no era el más
adecuado porque se hallaba demasiado cerca de las aguas del río
Mondego que lo anegaban con frecuencia, provocando todo tipo de
daños materiales, grandes molestias e insalubridad. Fueron
necesarias modificaciones estructurales importantes con la intención
de minimizar los efectos de las inundaciones, como construir un
piso en alto que quedara aislado de las aguas que solían
ocupar varios metros de altura desde el suelo.

La situación llegó a ser insoportable
y en el año 1647 se ordenó el traslado de la comunidad
de monjas. En 1649 comenzó la construcción de un
nuevo convento en un lugar cercano pero mucho más elevado,
siendo ocupado por las clarisas en 1672. A este nuevo convento
se le conoce como Santa Clara a Nova.
Por tanto, desde el siglo XVII, el antiguo
complejo conventual fue abandonado, siendo sepultado progresiva
y parcialmente por sedimentos dejados por el río. En 1976
se empezó a excavar para sacarlo a la superficie, siendo
restaurado a finales del siglo XX. En la actualidad se ha convertido
en museo. Además se ha construido al sur del complejo monástico
un centro de interpretación.

Arquitectura
Interior
La iglesia conventual -lo que mejor se ha conservado-
es un notable edificio muy alargado, de tres naves de siete tramos,
que se unen a una cabecera con tres presbiterios y tres ábsides
poligonales (los laterales sólo al interior pues son cuadrados
por fuera). Las citadas naves se separan por arcos formeros de
perfil ojival que se apoyan sobre pilares de sección cuadrada
con semicolumnas en los frentes.

A pesar de que el templo se construyó
en el siglo XIV, una fecha muy tardía propia de un gótico
ya maduro, la bóveda de la nave central es de medio cañón
apuntado con arcos fajones. Las naves laterales, sin embargo,
se cubren con bóvedas de crucería con nervio espinazo.

Exterior
Exteriormente, el edificio guarda una gran
unidad de estilo ya que sus muros tienen rítmicos contrafuertes
laterales y en los paños, ventanales apuntados y ajimezados,
salvo algunos sencillos óculos. De la cabecera, el ábside
principal se ha perdido casi por completo como consecuencia del
abandono que sufrió el complejo.

La puerta norte tiene arquivoltas apuntadas
sobre columnas de sencillos capiteles. También se conserva
en la fachada meridional la puerta de comunicación con
el claustro que es de hechuras muy similares.

La iglesia tiene una espadaña muy esbelta
sobre el muro meridional del templo.

Claustro
Una de las partes del Monasterio de Santa Clara
a Velha que resulta más interesante es el claustro o lo
que queda de él, pues está muy arruinado.

Es de forma cuadrangular no regular y tenía
arquerías sobre parejas de columnas pareadas elevadas sobre
podios.

También se pueden ver los arranques
de los muros de las diferentes estancias claustrales, como la
sala capitular, la cocina, el refectorio o el dormitorio.

En una de la pandas se puede reconocer el lavatorio
-o lo que queda de él- con su fuente en el centro.

Un aspecto interesante a tener en cuenta es que en
el citado Centro de Interpretación se conservan cientos
de piezas recuperadas de este claustro que fueron extraídas
del barro cuando se acometió el desescombro. Hay columnas,
fustes, capiteles, basas, dovelas, pilares, claves, molduras,
etc. Quizás algún día se puedan reintegrar
a su lugar de origen montándolas como si de un puzzle se
tratara. Sería espectacular volver a presenciar como nuevo
el que, sin duda, fue uno de los claustros más espectaculares
de Portugal.

ANEXO. Imágenes antiguas expuestas en
el Centro de Interpretación
A continuación exponemos imágenes del
estado del monasterio anegado por las aguas del río Mondego
antes de las labores de recuperación. Son fotografías
que se exponen en el Centro de Interpretación del monasterio.



