La Iglesia
mudéjar de San Miguel en el pueblo zaragozano de Belmonte
de Gracián es un interesantísimo y olvidado edificio
medieval.
Aunque
la nave fue reformada en época barroca (1634), conserva
de la construcción mudéjar la cabecera y el campanario.
El ábside
es externamente poligonal de siete lados decorado al exterior
con paños de rombos y cruces separadas por frisos de esquinillas.
Un ventanal de arco apuntado se abre en el lienzo central. Todo
ello parece obra del siglo XIV, obra mudéjar influida por
el gótico cristiano.
Más
interesante y primitiva es la torre campanario. Es del tipo alminar
almohade, con escalera interior.
Exteriormente
tiene un cuerpo decorado con arcos entrecruzadas, platos, frisos
de espina de pez y esquinillas y otro cuerpo superior más
delgado con arcos entrecruzados sobre columnillas de cerámica
Parte de esta decoración
guarda cierta relación con la torre de Ateca.
Algunos estudiosos incluso
remontan esta torre a época almohade (alminar musulmán),
anterior, por tanto, a la dominación cristiana. Esto es
bastante improbable, pero de alguna manera nos indica el valor
y antiguedad de dicho elemento arquitectónico.
Incomprensiblemente, tan
importante torre no ha sido todavía restaurada y muestra
un aspecto bastante deteriorado.