Ermita Santuario de Nuestra Señora de Ayala,
en Alegría (Álava)
Introducción
La
Ermita de Nuestra Señora de Ayala se encuentra
en el municipio de Alegría de Álava
o simplemente Alegría (oficialmente: Alegría-Dulantzi)
en la Comarca de Cuadrilla de Salvatierra, en la conocida "Llanada
Alavesa". Ejerció como iglesia parroquial de la hoy
desaparecida población de Ayala, lugar del
que conserva su nombre.
Esta ermita es, sin duda, una de las construcciones
más interesantes del románico rural vasco y, a pesar
de ello, no es en absoluto un monumento demasiado conocido y divulgado,
razón por la que la hemos querido incluir en este apartado
de "Monumentos por Descubrir".

La Ermita o Santuario de Nuestra Señora de Ayala
se ubica en el solar abandonado de la que fuera la aldea de Ayala.
La manera de llegar hasta ella es partir de Alegría puesto
que se encuentra a un kilómetro aproximadamente, atravesando
la vía del tren y adentrarnos por una pista asfaltada por
campos de labor hasta una pequeña loma donde se encuentra
un parque merendero.
Ciertamente, la vista desde la lejanía de este
santuario es muy pintoresca, algo que sólo está al
alcance de estos pequeños templos románicos situados
en pleno campo.
El Camino de Santiago en Álava
Uno de los ramales menos conocidos actualmente de del
Camino a Santiago de Compostela durante la Edad Media fue el que
comunicaba importantes ciudades de la costa atlántica de
Francia, como Burdeos y Bayona, con tierras hispanas por Irún,
atravesando el País Vasco.

Este ramal tuvo importancia en los territorios que
hoy conforman la actual provincia de Álava, puesto que la
atravesaba en sentido noreste-suroeste, entrando por el Túnel
de San Adrián, pasando por las proximidades de Vitoria y
desembocando en el Camino Francés por tierras riojanas.
Este camino vasco, alternativo al que llegaba por Somport
y Roncesvalles, tuvo dos momentos de especial impulso: el siglo
XI, cuando algunos territorios más meridionales todavía
estaban disputados con los musulmanes, y el siglo XIII.
Hacemos esta introducción sobre el Camino de
Santiago en Álava puesto que, precisamente, atravesaba la
localidad de Ayala, lugar al que perteneció nuestra ermita.
Tal circunstancia vendría a justificar la existencia de un
edificio tan notable como éste, amplio, hermoso y completamente
abovedado.

Características constructivas de la ermita
santuario
La Ermita de Nuestra Señora de Ayala se considera
un templo tardorrománico, perteneciente al siglo XIII, aunque
es más que probable que esté ejecutado en varias fases
y con reformas medievales.
La singularidad de este templo, como veremos
más detenidamente a continuación, es la de disponer
de un pórtico o galería porticada tardorrománica
en el costado sur.
La mayor parte del edificio está construido
con pequeños sillarejos menos las partes más nobles
dedicadas a la puerta, ventanales, y galería porticada que
emplean una bien tallada sillería.
Dispone de la habitual planta de los templos románicos
rurales, esto es, una sola nave que se engarza con una cabecera
formada por un tramo presbiterial rectangular y un ábside
semicilíndrico. Sin embargo, se aprecia en este edificio
una amplitud notable y una verticalidad en sus muros que nos hablan
de una obra bien hecha y con recursos económicos holgados.

La cabecera citada muestra un tambor absidal austero,
casi completamente liso a excepción de dos aspilleras de
iluminación rodeadas por sendos guardapolvos decorados con
bolas.

Nos ha llegado la corona de canecillos con unas piezas
relativamente pequeñas y bastante separadas entre sí.
Los motivos son los habituales del románico rural: elementos
geométricos, cabezas humanas y zoomorfas y otras escenas
como bestias devorando sus presas.

En el tramo sur del presbiterio hay un ventanal que
parece algo posterior por su ubicación y características.
Está realizado con sillería de piedra caliza de tonalidad
rosada muy agradable. Tiene numerosas arquivoltas muy apuntadas
y seis columnillas encapiteladas donde se nos muestran hojas y cabezas
humanas, tanto masculinas como femeninas (atención a los
tocados y barbuquejos)

La puerta de ingreso al templo se halla en el muro
meridional. En el centro de un cuerpo resaltado o arimez se abre
un vano apuntado rodeado de cinco arquivoltas del mismo perfil.
Las formas que combinan son superficies lisas, boceles y escocias,
además de amplios ajedrezados. Los apoyos son jambas, no
disponiéndose de ninguna columna.

En el interior, lo más notable es su completo
abovedamiento en piedra: la nave y el presbiterio lo hacen mediante
bóveda de medio cañón y el ábside por
bóveda de horno o cuarto de esfera.
La Galería Porticada de Nuestra Señora
de Ayala
Aunque estos espacios porticados adosados a las iglesias
como fragmentos de claustros con arquerías existen puntualmente
en otras latitudes, es en la España románica donde
adquieren carta de naturaleza. Su existencia en los siglos XII y
XIII debió ser mucho más amplia de lo que podemos
intuir en la actualidad pues han sido sistemáticamente destruidas
o modificadas, bien por razones de ruina -son estructuras delicadas
y frágiles- o por cambios en la morfología de los
templos a lo largo de ocho siglos.

Si bien su existencia está bien documentada
y estudiada en las provincias de Segovia, Soria y Guadalajara, donde,
a pesar de las bajas sufridas, se conservan a decenas en mejor o
peor estado (y eso sin tener en cuenta otros pequeños pero
evidentes vestigios), también quedan en otros lugares como
Burgos, La Rioja, Navarra, etc.

Sobre su función se ha debatido mucho, pero
lo que queda claro es que fueron espacios multifuncionales: lugar
de reuniones y asambleas concejiles, celebración de juicios,
procesiones breves, lugar de refugio, sin descartar su empleo como
espacio penitencial reservado a aquellos pecadores que tenían
prohibida la participación en las misas pero que tenían
la obligación de permanecer junto a la iglesia mientras éstas
se celebraban.
En la provincia de Álava sólo nos consta
el caso de esta ermita con galería porticada románica
y la de la iglesia de Arluzea, aunque debieron ser más habituales,
como ya ha quedado dicho.

Lo primero que hay que poner de manifiesto de este
pórtico es su morfología que difiere sustancialmente
de sus vecinas castellanas o navarras, ya que éstas se componen
de un podium alto que soporta pequeñas columnas y arcos también
de tamaño moderado. La galería del Santuario de Ayala,
sin embargo, carece de podium por lo que el espacio interior se
encuentra comunicado con el exterior a ras de suelo. Otro aspecto
diferenciador es el enorme tamaño de sus tres arcos -uno
de medio punto y dos apuntados- que apoyan sobre pilares con columnas
adosadas, al estilo de los soportes interiores de las iglesias románicas,
pero alejados de la tipología habitual de otras galerías
porticadas.
Lamentablemente la parte alta de este pórtico
sufrió la perdida de los canecillos y los capiteles de sus
columnas entregas.

Los capiteles que se conservan están tallados
a bajorrelieve, abundando las formas vegetales y geométricas
bastante esquematizadas. Uno de ellos muestra la cabeza de un animal
orejudo entre los vástagos de don grandes hojas. No cabe
duda de que el valor de este pórtico hay que buscarlo en
los aspectos histórico y arquitectónico, porque no
sobresale especialmente en lo escultórico.

En el interior de la galería hay una serie de
restos también románicos, probablemente procedentes
de algún tramo de la galería hoy desaparecida. Lo
más interesante es un capitel con la cabeza de un animal
(quizás un perro) situado entre tallos vegetales, en parecida
disposición al descrito anteriormente del pórtico.


La talla de Nuestra Señora de Ayala
En este santuario se veneraba una talla gótica
de la Virgen y el Niño, conocida como Virgen de Ayala, Actualmente
se custodia en la iglesia parroquial de Alegría para evitar
un posible robo.
Se trata de la habitual imagen de madera de tipo Andra
Mari, tallada en el siglo XIV, donde la Virgen María, coronada,
aparece sonriente, llevando una flor en la mano derecha y sujetando
al Niño Jesús con la izquierda. Éste aparece
con el libro de la Vida y en actitud de bendecir.
