Guía de la iglesia de Jaraíz de
la Vera, Cáceres
Introducción
Jaraíz
de la Vera es una localidad situada en la conocida comarca de
la Vera de Plasencia (actualmente llamada Mancomunidad Intermunicipal
de la Vera), situada al nordeste de la provincia de Cáceres,
a 561 metros del nivel del mar y con una población de unos
6.500 habitantes.
La visita a Jaraíz permite, además
de conocer esta zona, adentrarse a poca distancia en el Valle
del Jerte, ubicado a pocos kilómetros al norte. También
se encuentra muy accesible, a unos 34 kilómetros por carretera,
la monumental villa de Plasencia.

Jaraíz de la Vera tiene dos iglesias, la de
Santa María de Altagracia y la de San Miguel Arcángel.
Desde el punto de vista histórico y monumental
interesa especialmente la de Santa María de Altagracia,
que es sin duda el hito patrimonial más importante y antiguo
de la población.
Al igual que sucede con muchos otros edificios de
Extremadura, la evolución histórica de esta iglesia
no está del todo clara. Se suele afirmar que su primera
edificación dataría del siglo XIII, campaña
a la que pertenecería su famosa portada meridional. Siguiendo
esta hipótesis, a principios del siglo XV se reconstruiría
en un estilo gótico tardío pero respetando la citada
puerta de características tardorrománicas.

Otra hipótesis, propuesta por Domingo Montero
Aparicio, es que la iglesia actual pertenezca completamente a
campañas realizadas entre los siglos XV y XVI y la citada
portada sea una estructura gótica muy arcaizante como sucede
en bastantes lugares de la provincia de Cáceres.

Arquitectura
La iglesia de Santa María de Altagracia
de Jaraíz de la Vera es un voluminoso templo de 34
metros de longitud por 17 de ancho. En la mayor parte de los muros
se empleó sillería de piedra granítica de
un color ocre, aunque hay partes de mampostería, incluso
de ladrillos.
Tiene tres naves y un ábside de planta hemidecagonal.
A la nave septentrional se han añadido estancias modernas.
También cuenta con un campanario en la esquina nordeste
de la construcción.
Exterior
En general, la iglesia de Jaraíz de la Vera
es bastante austera, Su cabecera poligonal es de una absoluta
sobriedad, pues sus muros son completamente lisos y no dispone
de ventanales.

Ésta va a ser una de las características
del templo, sus escasos vanos de iluminación. Dada esta
carencia, adquiere relevancia el coqueto ventanal gótico
que se abre en el muro meridional, a la derecha de la portada.

Adosada al norte se encuentra la torre campanario,
de planta cuadrada, que presenta tres cuerpos separados por impostas.
Sólo el cuerpo superior tiene huecos para las campanas,
uno en cada cara.

Originalmente, el templo tenía tres puertas
de acceso: al norte, al oeste y al sur. La norte se cegó
cuando se añadieron las nuevas estancias mencionadas anteriormente.

La puerta oeste se encuentra bajo un porche de madera
y tejado sostenido por dos columnas y dos ménsulas emergentes
del imafronte. Tiene una estructura bastante común en la
zona, como en las iglesias de San Nicolás de Plasencia
(puerta norte) y la de Santa María de Trujillo (puerta
sur). Sus dos arquivoltas son apuntadas con molduras de baquetón
y escocias. No dispone como apoyos de columnas, sólo las
jambas. Rodea las arquivoltas un alfiz.

Encima hay un rosetón muy bonito formado por
siete óculos hexalobulados.

Pero lo que le ha aportado notoriedad al templo es,
sobre todo, su puerta meridional pues se suele considerar tardorrománica
del siglo XIII. Pero incluso si fuese de una época tan
avanzada como el siglo XV sería evidente una gran arcaización
de la estructura arquitectónica y de la escultura que nos
llevaría a pensar en una inspiración (o incluso
imitación) de modelos más antiguos, como la puerta
occidental de la Catedral Vieja de Plasencia.

Cuenta con seis arquivoltas apuntadas de finas molduras
angulosas y aboceladas. Los apoyos son las jambas y cinco pares
de columnas que alternan los fustes cilíndricos con los
ochavados. Entre estos fustes de dispusieron frisos verticales
de grandes puntas de diamante como en la citada puerta catedralicia
de Plasencia. Esta decoración también aparece en
los intercolumnios de las puertas de algunas iglesias de Brihuega
(Guadalajara).

Los capiteles y los relieves superiores de las jambas
ofrecen un repertorio de escenas que son habituales en la escultura
románica:


Como ya hemos apuntado, existe controversia sobre
la datación de esta puerta. Si nos fijamos en el guardapolvos,
observamos uno relieves similares a cardinas y en el vértice
una moldura que convierte el arco apuntado en conopial. Si estos
elementos son originales, indudablemente tendríamos que
llevar su construcción a algún momento de los siglos
XV - XVI porque pertenecen al gótico isabelino (flamígero
castellano). Pero bien pudiera ser una moldura que se añadiera
posteriormente, por lo que las dudas siguen existiendo.
Interior
Al entrar lo que apreciamos es un espacio elevado,
muy amplio y casi diáfano por la anchura del edificio y
porque los soportes que lo dividen en tres naves son muy delgados.

En efecto, los arcos formeros son carpaneles y se
apoyan sobre delgados pilares de sección elíptica
sin capiteles ni cimacios ni impostas. La cubrición superior
es una techumbre de par y nudillo.

También observamos que, además de la
iluminación eléctrica, una de las principales fuentes
de luz natural sigue siendo el rosetón del imafronte.

En cuanto al ábside, que como vimos tiene
planta hemidecagonal, está cubierto por bóveda de
crucería.

Montero Aparicio apunta que este ábside se
construyó aprovechando uno anterior románico de
planta semicircular, de ahí la ligera curvatura interior
que se aprecia en sus muros absidales.
El retablo es de estilo barroco, obra del siglo XVII
con abigarrada ornamentación y columnas salomónicas.
Los preside un Cristo del siglo XVI y debajo la Virgen María.
A sus lados los dos pilares d la Iglesia: San Pedro y San Pablo.
