Guía de la iglesia de Sant Joan de Caselles,
Andorra
Introducción
La iglesia de Sant Joan de Caselles
es uno de los templos románicos andorranos más conocidos
por su indudable fotogenia. Se ubica en el nordeste del Principado,
en la parroquia de Canillo. Aunque se encuentra a pocos
metros de una de las carreteras principales que surcan el "País
de los Pirineos", es siempre un verdadero placer presenciar
y fotografiar este pequeño templo rural enmarcado por una
montaña boscosa como telón de fondo.

Aunque ha sufrido algunas modificaciones inevitables
por el paso de los siglos, es una de las iglesias que mejor ha
conservado su estructura original románica, al menos en
lo que respecta a sus principales volúmenes arquitectónicos.

Exterior
Construida entre finales del XI e inicios del
XII (aunque la primera referencia documental de la iglesia data
del año 1312), es un pequeño templo rural de una
única nave rectangular cubierta con techo de madera a dos
aguas, unida a un ábside semicircular precedido de un pequeño
presbiterio que debió construirse en época posterior
pues no conserva decoración lombarda. La nave está
orientada canónicamente en dirección este-oeste,
situándose el ábside al oeste. La puerta de acceso
se encuentra al norte.

El campanario de estilo románico lombardo
es una de las estructuras más nobles del edificio y que
mayor atractivo estético provoca en el visitante. Esta
torre campanario está ubicada al norte.

Se compone de una base más tres cuerpos
de campanas (el primero con vanos de iluminación con arcos
de medio punto; el segundo con cuatro vanos, tres ajimeces y el
cuarto un vano simple; el tercer nivel tiene también tres
ajimeces y un vano simple) con una sobrecubierta a cuatro aguas.
El campanario no está adherido al templo, pero se puede
acceder a él a través de un paso cerrado con cubierta
a dos aguas desde el interior de la iglesia.

En las proximidades del templo se ha documentado
una necrópolis medieval que constata la existencia de una
importante población en la época de construcción
de la iglesia. Excavada durante los años ochenta del siglo
XX, la necrópolis está fechada entre finales del
siglo XI o inicios del XII y la época moderna (siglos XVI-XVII).

Interior
Cuando penetramos en el interior, podemos apreciar
el espacio reducido de la nave que se cubre con techumbre de madera
moderna. Rápidamente, dos polos de atención orientan
nuestra mirada: por un lado la pequeña cabecera casi oculta
por un gran retablo gótico y, por otro, un panel pictórico
y escultórico románico ubicado en el muro sur.

Pinturas y estuco románicos
En efecto son dos obras valiosas, si bien la
principal es la del conjunto de pintura mural románica
combinada con una gran pieza de estuco. Se trata de una representación
de Cristo crucificado.

La iconografía de Cristo se corresponde
con la de las Majestats (no confundir con Cristo en Majestad)
que es una representación de Jesús crucificado vivo,
con los ojos abiertos y completamente vestido. Está realizada
tridimensionalmente en estuco aunque con grandes partes perdidas.
Antiguamente sólo estaban las pinturas pero se localizaron
casualmente los fragmentos de esta Majestat, bajo el altar cuando
se iba a acometer la restauración del retablo del que luego
nos ocuparemos.

Este Cristo en relieve de estuco se completa
con pinturas murales al fresco divididas en cuatro zonas: las
dos inferiores muestran a Longinos clavando a Jesús la
lanza en el costado y, al lado opuesto, a Estefatón acercándole
la esponja impregnada de vinagre. En las dos superiores vemos
el sol y la luna. Es obvio que este conjunto mixto de dos materiales
distintos es una pieza única en todo el arte románico
de Andorra.

También se hallaron restos de pintura
mural gótica, aunque de muy mala calidad.
Finalmente, conviene señalar que el ábside de la
iglesia está cerrado mediante una reja de hierro fechada
en los siglos XVII y XVIII.

Retablo gótico
Como ya habíamos adelantado anteriormente,
el ábside de la iglesia de Sant Joan de Caselles cuenta
también con un buen retablo gótico con influencia
del renacimiento italiano y germánico, obra del Mestre
de Canillo y fechado hacia el año 1525.

Está dedicado a la vida y milagros de
San Juan Evangelista y al Ciclo de la Pasión de Cristo.
