Guía de la iglesia de Villamuriel de Cerrato,
Palencia
Introducción
Villamuriel
de Cerrato es una mediana localidad palentina situada a unos 8
kilómetros al sur de la capital provincial.
Como el propio nombre indica, pertenece a la
comarca del Cerrato. Tiene unos 6.500 habitantes y se ubica a
727 metros sobre el nivel del mar.
La villa de Villamuriel está asociada
a los obispos de Palencia desde mediados del siglo XII, constituyendo
un lugar de recreo y descanso durante el verano para los prelados
palentinos.
Arquitectura
La actual iglesia parroquial de Villamuriel
de Cerrato es la de Santa María la Mayor, que es un grande
y monumental edificio iniciado quizás a muy finales del
siglo XII y construido mayoritariamente en las primeras décadas
del siglo XIII, con una concepción propia de lo que los
cistercienses construían por aquellos años en sus
iglesias abaciales. Parece obvio la relación y parecido
entre esta iglesia y las de Villalcázar de Sirga, Santa
María de Valbuena, Santa María la Real de Aguilar
de Campoo o San Andrés de Arroyo, todas ellas en un entorno
muy próximo tanto geográfico como temporal. También
la iglesia de San Miguel en la capital palentina conserva los
mismos aires de familia
A este tipo de arquitectura hace décadas
se le asignaba el nombre de cisterciense (aunque es obvio que
hay muchos templos de este tipo que nada tienen que ver con los
cenobios bernardos) pero este término ha caído completamente
en desuso y ahora se emplean nombres como "de transición",
"protogótico", etc. para dejar claro que estamos
ante edificios que ya no se pueden llamar románicos pero
que todavía están lejos de lo que será el
elegante gótico del norte de Francia.
Exterior
Santa María la Mayor de Villamuriel
de Cerrato cuenta con tres altas naves (más alta y ancha
la central) de tres tramos, cabecera de tres ábsides rectangulares,
más grade el central, transepto muy poco señalado
en la planta y un airoso cimborrio de base octogonal sobre el
crucero que es la seña de identidad de este edificio.
El material constructivo del edificio
es el de sillares cortados a partir de una roca habitual en el
sur de Palencia y otras zonas próximas de Valladolid: una
caliza muy porosa y blanda que ofrece un aspecto superficial un
tanto irregular y con degradaciones en las zonas bajas más
afectadas por la capilaridad de la humedad. En dichos sillares
se aprecian gran cantidad de marcas de cantero.
Todo el templo se muestra jalonado por contrafuertes
-algunos escarpados- pero sin llegar a la cornisa. Tres de estos
contrafuertes están rematados con garitones (ábside
central y brazo norte del transepto), lo que acentúa su
aspecto de fortaleza.
Los ventanales abiertos en las tres naves son
de arcos de medio punto doblados sin columnas y de aristas vivas.
Por su parte los canecillos no son figurados, siendo de perfil
anacelado lo que acentúa el "aire cisterciense"
de la iglesia de Santa María la Mayor de Villamuriel.
Fachada occidental
La fachada occidental muestra una entrada muy
original con dos arcos apuntados separados por un grueso mainel
constituido por una columna de fuste potente y capitel decorado
con crochets vegetales. Encima había una arquería
mural de seis arcos apuntados que apeaban sobre ménsulas
de tipo canecillo, pero ahora está bastante rota por un
óculo abierto en su centro en el siglo XVI.
Más arriba, encontramos el auténtico
rosetón del siglo XIII que tiene dos roscas. La exterior
cuenta con una moldura con arcos ciegos apuntados y por dentro
hay una tracería de círculos.
Puerta norte
La puerta norte es una de las partes de la
iglesia que se pueden considerar todavía románicas,
del edificio junto con los citados cuerpos de la torre campanario
el exterior del cimborrio y los ventanales. Si observamos bien,
se aprecian dos tipos de material en su construcción: el
propio de los sillares medievales de color rosado y superficie
porosa y otros de restauraciones modernas de color blanco. Cuenta
con un total de cuatro arquivoltas de medio punto. La interior
presenta un perfil angrelado y el resto es de boceles alternando
con escocias, menos una que tiene grandes hojas vegetales planas.
En el costado meridional se aprecian dos sencillas
puertas de arcos apuntados, actualmente cegadas y que debieron
servir de comunicación con la residencia de los obispos.
Cimborrio
La altura de las naves, junto al altísimo
campanario no permite apreciar completamente con toda su belleza,
el elegante y emblemático cimborrio construido sobre el
crucero. Sus muros forman un cuerpo de planta octogonal. Las aristas
están reforzadas por contrafuertes y el conjunto se eleva
mediante dos cuerpos superpuestos con ventanales en cada uno.
Campanario
En la esquina noroeste se levanta un enorme
campanario de hechuras románicas en los cuerpos inferiores
jalonados por varios arcos románicos de tipo portada (con
chambrana, arquivolta y pareja de columnas) imitando ser ventanales,
pero son ciegos. Sin embargo, el cuerpo superior de esta torre
de campanas es renacentista del siglos XVI.
Interior
En el interior de la iglesia de Villamuriel de Cerrato
se aprecia una arquitectura que a duras penas podemos llamar románica.
Tanto los arcos formeros como los perpiaños son muy apuntados
y caen sobre pilares cruciformes con parejas de semicolumnas geminadas
en cada frente más otras en los codillos. Las bóvedas
son de crucería con los arcos cruceros todavía de
medio punto. Este sistema de bóvedas, arcos y apoyos se
ha asociado tradicionalmente a la llamada Escuela Hispanolanguedociana.
La inmensa mayoría de los capiteles
de dicho juego columnario son vegetales, de diferente volumen
y minuciosidad. Los hay muy sencillos pero otros muestras hojas
de acanto bien elaboradas.
Sin embargo, en las columnas y ménsulas
de la cabecera triabsidal hay algunos relieves de figuración
zoomorfa: dragones, un gallo, aves y arpías además
de una cabeza humana.
En el crucero, los arcos torales soportan el
magnífico cimborrio octogonal mediante trompas apuntadas
que se ocupan de convertir el espacio cuadrado en octogonal. En
los cimborrios románicos, sobre esta imposta octogonal
se añadían hiladas concéntricas de sillares
para conformar una cúpula semiesférica, con su consiguiente
simbolismo.
No obstante, en el cimborio de la iglesia de
Santa María la Mayor de Villamuriel de Cerrato, se elevaron
muros verticales en cuyos codillos hay columnas que reciben los
arcos de una bóveda de crucería de ocho plementos,
que ya hay que considerarla gótica. Las citadas ocho columnas
se apoyan en sendas ménsulas figuradas con los símbolos
del Tetramorfos más cuatros cabezas humanas.
Es obvio que, en la mayor parte del edificio, estamos
ante unas formas que han superado el momento románico (aunque
conserva elementos del estilos como los cuerpos inferiores de
la torre, los ventanales y la puerta norte) y se adentra en el
gótico pero de muy diferentes formas al gótico de
las grandes catedrales del norte de Francia. Basta con echar un
vistazo al aspecto ortogonal y anguloso de muros y contrafuertes,
que ya han dejado de lado las redondeces románicas.