La
iglesia parroquial de la Asunción de Perazancas está
siempre eclipsada por la vecina ermita de San Pelayo de Perazancas,
monumento singular por su origen mozárabe y cabecera románica
primitiva con arquillos lombardos y ancho ajedrezado superior
que recuerdan las iglesias del nordeste de Huesca como Santa María
de Alaón en Sopeira o las iglesias, también oscenses,
de Villaroé y Castanesa.
Esta
mezcla de estilos muy antiguos todos ha hecho que sea el monumento
fundamental de Perazancas, pero no hay que olvidar los importantes
testimonios románicos de la iglesia parroquial de la Asunción,
de probable origen monástico.
Este edificio
tenía originalmente planta de cruz latina y triple ábside
aunque las reconstrucciones históricas sólo han
dejado de época románica básicamente el ábside
central de buena sillería con sus canecillos y un precioso
ventanal abovinado y moldurado con columnillas y gran derrame
exterior.
También
la espadaña es románica, pero esta iglesia sobresale
por su portada de tres arquivoltas.
La primera
peculiaridad es que el apoyo interno está constituido por
triples columnas, algo poco frecuente. Pero lo más celebrado
de esta portada es la arquivolta intermedia que está formado
por una corona de músicos (algunos con cabezas de animales)
que tocan diversos instrumentos medievales: tambores, arpas, violas,
laúdes... A pesar del desgaste de algunas de las figuras
se aprecia las manos de un buen taller tras ellas.